1 Comandante Militar, Juan Francisco de Quevedo Guerra, nacido el 10 de noviembre |
Son familiares de 3 o 4 grado de consanguinidad. Dato proveído por el Sr. Michel de Rivero-Denjean, a quien agradezco su inestimable investigación. |
En el Catastro de la Ensenada (1753) aparece ya viuda, siendo noble y teniendo 2 hijas. |
Al parecer aparece en el Padrón de la Ensenada en 1753 como de 55 años, noble, ausente en Andalucía, tiene un hijo ausente mayor de edad en su compañía, una hija y dos nietas. Liaño En Cantabria, el origen de este apellido se relaciona con el pueblo del mismo nombre en el hoy municipio de Villaescusa. Esta apreciación merece tenerse en cuenta desde ese punto de vista y por la propia verificación de algunas fuentes históricas. Pero tampoco es completamente satisfactoria y surgen al respecto muchas preguntas. Por ejemplo: ¿Cuál es la etimología del apellido? ¿Existen otros Liaño en la toponimia menor? ¿Tiene algo que ver Liaño con Maliaño? ¿O Liaño con Galiano y Juliano? . Y la ría de Solía, no tan lejos de Liaño y Maliaño ¿Guarda relación con el significado de esas voces? De esto, poco se sabe. Curiosamente, Lope García de Salazar sitúa el linaje de Liaño en Camargo y dice que eran buenos escuderos, aunque no muy rentosos. Dice también que el que más valió fue Lope de Liano que tuvo por hijos a Pero Díaz de Liano y Juan de Liano, que dejaron hijos y hay de ellos mucha parentela y son naturales de aquella tierra. Dice también García de Salazar que eran vecinos y contrarios de los de Cianca. Los escuderos de Liaño alcanzaron cierto poderío en aquel entorno. Así lo demuestra que parte del vecindario del concejo declarara en 1403 que vivían con los escuderos de Liaño y que el mismo apellido sea uno de los citados en el Becerro de las Behetrías. Siglos más tarde el apellido Liaño estaba extendido por una buena parte de Cantabria. No sólo en solitario, sino también en unión de otros apellidos como Gómez, Díaz o Gutiérrez. Se conoce que la mucha parentela que citara Lope García de Salazar continuó dando sus frutos. |
En el año de 1692, aparece en un padrón de Villasuso. Tenía 42 años en ese momento, y se le inscribe como hijodalgo notorio, noble y principal. Quevedo El antiguo y noble apellido Quevedo, al que algunos descendientes incorporan el patronímico Fernández, tiene su origen en San Martín de Quevedo, situado en el Valle de Iguña, en Cantabria. Desde esta antigua cuna el linaje Quevedo se extendió a otros lugares cántabros como Santa Olaya, Reinosa y Castañeda. Torre de Quevedo San Martín de Quevedo. Molledo. Cantabria. Declarada Bien de interés cultural en 1992. Frente a la iglesia románica de San Martín, en el corazón del Valle de Iguña, se alza la vieja torre del linaje de los Quevedo, linaje que posteriormente extendería sus ramas a Santa Olalla, Santa Cruz y Reinosa entre otros lugares. La Torre, aunque reformada en varias épocas, mantiene la imagen militar y defensiva propia de su primitiva función. Fundación de la Casa de Quevedo La casa de Quevedo en Iguña la fundó a mediados del siglo VIII en San Martín, Diego González de Iguña, del que la tradición cuenta que durante el reinado de Alfonso I el Católico (739 - 757) detuvo a los moros en Campoo, con lo que evitó que entraran en sus tierras. La hazaña dio o rigen al curioso mote de su escudo que dice: “Yo soy aquel Que-vedó el que los moros entrasen, y desde aquí se tornasen, porque así lo quise yo”. Un escudo del linaje se conserva sobre una pilastra muy cerca de la torre, mandado tallar por Diego de Quevedo en 1547. Rodeada por una cerca de protección, la torre de San Martín es ejemplo de la vivienda-fortaleza tan característica de Cantabria: maciza, robusta, cerrada, de planta cuadrada y provista de elementos defensivos. Aunque modificado en parte su aspecto militar por la apertura de más huecos de luces, su tipología nos aproxima a una edificación del siglo XIV o principios del XV, conservándose aún arcos apuntados, matacanes y aspilleras. La construcción de la torre está realizada sobre una planta cuadrada de 11,5 m. de lado, con muros de mampostería de unos 50 cm. de espesor, reforzada en las esquinas por sillería de buena factura. La fachada principal está orientada al sur y en ella existe una escalera que arranca de su lateral derecho, la cual dirige a la primera planta donde se encuentra la puerta de acceso. A cada lado de ella se abren dos ventanas enrejadas. En la segunda planta existe una ventana de arco de medio punto rebajado, que descansa en una repisa decorada con bolas y un cordón que rodea la parte exterior del vano, motivos que se repiten en otra bonita ventana de la fachada este. En las jambas se aprecian dos flores de lis, motivo heráldico que también se encuentra en las armas del escudo de los Quevedo Otra información dice lo siguiente: Quevedo Parece probado que Alfonso VIII concedió a su merino, Pedro Fernández de Quevedo, en el año 1190, los patronatos de Santa María de Quevedo y San Cristóbal de Iguña. De este personaje, rico hombre del siglo XII, descendieron las ramas familiares asentadas en los siglos XVI y XVII en el valle de Iguña (Santa Olalla, Santa Cruz de Iguña, San Martín de Quevedo) y Reinosa. También es posible que del mismo origen procedan las casas de Quevedo en Castañeda y el Valle de Toranzo, donde el apellido aparece por lo menos desde el siglo XVI. De la casa de Quevedo en Vejorís procede el famoso escritor, D. Francisco Quevedo y Villegas, que era montañés por los cuatro costados aunque nacido en Madrid en 1580. Sus padres fueron Pedro Gómez de Quevedo, nacido en Vejorís, secretario de la cuarta esposa de Felipe II y casado en Madrid con María de Santibáñez, hija también de un natural de San Vicente de Toranzo que fue aposentador de la casa real. Tres de los cuadro abuelos de D.Francisco de Quevedo eran toranceses de arriba abajo. D. Francisco de Quevedo tomó sus dos apellidos paternos: Quevedo y Villegas. En el siglo XVIII el apellido Quevedo continuaba muy localizado en la en la ribera media del Besaya, en Reinosa y en la costa central de Cantabria. La localización no varía mucho en la siguiente centuria; acaso se hace más intensa en el valle de Iguña, su origen natural. Algún antepasado del apellido o tal vez algún rey de armas, quiso dar un significado al apellido Quevedo, al tratarse de un vocablo sin sentido aparente. De ahí el siguiente lema: “Yo soy aquel que-vedó / el que los moros entrasen/ Y que de aquí se tornasen/ Porque así lo mandé yo”. El lema no aparece en los escudos solariegos ni en documentos fiables, aunque ha sido citado en muchas ocasiones al tratar sobre este particular. En ayuda de esta leyenda, algún estudio actual afirma que la casa de Quevedo en Iguña fue fundada en el lugar de San Martín, mediado el siglo VIII, por Diego González de Iguña. Al parecer cambiaría el apellido de lugar por el de su hazaña, circunstancia ésta siempre difícil de probar. |
Según los genealogistas, la antigüedad del apellido Pedroza o Pedrosa, se remonta al siglo XIV; tienen por su progenitor a un noble irlandés que vino a Galicia huyendo más que de las guerras religiosas de su país, de las luchas políticas que mantuvo con Escocia e Inglaterra. Comprueba esa antigüedad este dato: en 1530, un descendiente suyo llamado Andrés de Pedrosa, "el noble" dejó en herencia a su hijo Fernán Díaz de Pedrosa, Regidor de Santiago de Compostela, la Torre de Pedroza "como a él se la había dejado su padre" lo que descubre que ya existía dicha Torre muchos años antes, ya que el abuelo del mencionado Fernán la poseyó. Tuvo que transcurrir bastante tiempo, cerca de dos siglos, desde que la Torre de Pedrosa fue edificada hasta que vino a ser dueño de ella el aludido abuelo, si se tiene en cuenta que los antecedentes de su fundación fueron estos: el irlandés, progenitor del linaje en Galicia, trajo una carta recomendalicia del Papa para el Arzobispo de Santiago de Compostela, encareciéndole que se proporcionara acomodamiento al extranjero, en atención a sus profundas creencias religiosas y noble calidad. En la crónica del Rey don Juan II de Castilla y en los privilegios de mercedes de los hidalgos y Obispos (11 de Octubre de 1421) se cita a los Pedrosa; el Gabinete de Mondoñedo siguió sus tratos con el dueño de la casa solar de esta familia, y así, el 30 de julio de 1574, le afora las heredades de Ancois, cerca de la Corte de Pedrosa en Lieiro. En documentos antiguos del archivo del Obispado de Mondeñedo consta en el libro "Curia Española", que alcanza hasta 1615, se dice de los Pedrosa: "Es un apellido del Reino de Galicia de muy principales hidalgos". El apellido Pedroza está clasificado como nombre de familia de origen toponímico, por haberse tomado el nombre de lugar de Pedrosa, que a su vez tomó el nombre de la Torre de Pedrosa, antes mencionada. Blasón de Armas: En gules, cinco piedras al natural; bordura de azur, con cuatro flores de lis de oro. Timbre: Tres plumas de avestruz. Origen: España.'' |