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miércoles, 15 de junio de 2011

JERARQUÍA EN EL GOBIERNO DE LAS INDIAS.

Cuando llegaron y conquistaron tierras en América, los conquistadores, estaban inmersos en la lucha contra los indios hostiles y en la creación de fuertes, así como en el descubrimiento de nuevas tierras, en realidad de oro y plata, pues como todo, incluso hoy día, es esto el vil metal el que mueve las cosas. Si no hubiera habido posibilidad de oro y plata, ni a los reyes de España ni de Portugal se les hubiera ocurrido permanecer ni dos meses en esas tierras inhóspitas, lejanas y llenas de caníbales ignorantes y sacrílegos, desde su punto de vista.





El toque religioso de aculturación de esas masas indias en la doctrina católica fue una excusa para conseguir la supremacía blanca, el esclavismo o servilismo, y por supuesto esas riquezas que nunca llegaban en aquel lejano y mítico el Dorado.


Como decía al enterarse de los montones de oro que habría en Perú, de forma presurosa España llenó las tierras americanas de conquistadores, muchos de ellos patanes, pero no de la forma como muchos han querido plasmar,a saber, que todos eran los residuos de España. Ni mucho menos, la mayoría de los hombres que llegaron aquí eran hombres de buena familia, y con una posición social alta. Otros, por supuesto no tanto, pero no se llega a esas exageraciones de decir que todos eran así. 


Hemos de entender que muchos de estos hombres, lejos de su patria, olvidados, con el pensamiento del cuchillo de un indio en su cuello todo el día, y comiendo y enfermándose de enfermedades extrañas para ellos, solo hiciera desmanes en su quehacer. Que cuando pudiera fornicar con cualquier india con su o sin su consentimiento, lo hiciera, y que si podía matar a cualquier indio lo hiciera.


Con el paso del tiempo, los hombres, ya permaneciendo en el continente, tenían cópula con decenas de concubinas indias y éstas, les daban múltiples vástagos que pululaban por la tierra, llamándose mestizos. También los menos, hijos de españoles o peninsulares, que se llamaban criollos. Todos ellos, españoles, criollos, mestizos, indios y negros, fueron extendiéndose por las Américas.
Al suceder esto tenía que haber un sistema de gobierno. ¿Cuál era?


Los principales conquistadores venían como Adelantados. Este término les hacía gobernantes máximos de todo lo que conquistaran, dando cuenta de ellos ante el Rey de España. Solían tener un Teniente de Gobernador que sería algo así como su mano derecha, y cuando las conquistas se iban extendiendo solían tener Gobernadores. Esto era al inicio de la Conquista.





Adelantado Pedro de Mendoza.


Cuando la conquista creció en magnitud, empezó a estar más jerarquizado todo.
Empezaron a haber instituciones que gobernaban y administraban el Reino de Indias con residencia en las propias colonias.
Estas eran:


-Los Virreyes.
-Las Reales Audiencias.
-Los Consulados.
-Los Gobernadores.
-Los Cabildos.

EL VIRREY.

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Virrey Iturgaray.

Como su nombre lo indica, el Virrey era un delegado directo del Rey, y ejercía en su jurisdicción una autoridad tan amplia, que era equiparable a la de Rey mismo.

Su jurisdicción era una circunscripción territorial llamada el Virreinato, que fuera creada por el Rey Carlos V en 1535 para regir el territorio del Imperio Azteca conquistado por Hernán Cortés, al establecer el Virreinato de México. Posteriormente, tras la conquista del Imperio Inca por Pizarro, en 1542 se estableció elVirreinato del Perú;. Muy posteriormente, en 1776, se creó el Virreinato del Río de la Plata.

Las facultades de los Virreyes fueron definidas inicialmente en la Real Cédula de 1542, en la que Carlos V asignó a los Virreyes el encargo de resolver en todos los asuntos, en la forma que entendieran habría resuelto él mismo; limitándolos solamente en aquellos asuntos en los que tuvieran una especial prohibición, como por ejemplo emprender nuevas expediciones de descubrimiento.

Cuando tuvieran que resolver en asuntos de importancia — los que no estaban determinados, por lo cual el propio Virrey decidía cuáles serían — debía pedir consejo de la Real Audiencia, aunque no estaba obligado a seguirlo.

Los primeros Virreyes fueron nombrados sin especificar el tiempo de su mandato; pero luego se les fijó un mandato por tres años que se duplicaba si sus servicios resultaban satisfactorios, y finalmente, hasta la Independencia, se les nombraba por cinco años. Los Virreyes eran remunerados por la Corona con lo que se estimaba un excelente estipendio, con objeto de que no se sintieran tentados a abusar de sus gobernados; al contrario de lo que ocurría con otros funcionarios reales, a los cuales la Corona frecuentemente vendía el empleo como medio de recaudar fondos, y que estaban habilitados para resarcirse cobrando tributos a los colonos.

Cuando terminaban su mandato, los Virreyes estaban sujetos a lo que se llamaba juicio de residencia. Ello consistía en que debían permanecer cierto tiempo en el lugar donde habían ejercido su autoridad, hasta que venía de España un Juez especial, ante el cual los habitantes del territorio que había gobernado estaban habilitados a denunciar cualquier injusticia u ofensa que el Virrey hubiera cometido. En caso de ser probada, el Juez tenía facultades para ordenar su reparación; aunque su resolución era apelable ante el Consejo de Indias.

En su calidad de vicepatrono de la Iglesia, al virrey le corresponda ejercer todas las funciones del Patronato Real en calidad de delegado. Respecto de la Real Hacienda, tenía el control y vigilancia del cobro y administración de las rentas del rey como superintendente de ellas.  Finalmente, en lo que toca a la defensa del territorio, sobre su persona recaía el mando supremo de las fuerzas de mar y de tierra, incluido el mando de las Reales Armadas que llegaran desde España con sus almirantes, como lo ordenaba la cédula del 17 de enero de 1593.
Con respecto a sus funciones legislativas, podía crear leyes mediante ordenanzas. Éstas, sin embargo, no podían contradecir las que dictaba el propio monarca o el Consejo de Indias en su nombre.
Los virreyes eran designados como propuesta del Consejo de las Indias.  Debían proceder de la alta nobleza.  La corona española eligió sus mejores servidores para que ocuparan este cargo que significaba una gran responsabilidad.  El virrey era el representante personal del rey y por lo tanto depositario del Poder real.
LOS CONSULADOS.

Los Consulados eran también, al igual que la Real Audiencia, una especie de tribunales de justicia; pero sus funciones estaban referidas a las cuestiones relativas al comercio; siendo sus miembros nombrados por los mismos comerciantes de las regiones en que actuaban.

EL GOBERNADOR.


Gobernador Irala.

Los Gobernadores fueron, en realidad, la primera autoridad ejecutiva y aún judicial que surgió en las colonias; y su autoridad tanto abarcaba una ciudad de fundación relativamente reciente y su territorio circundante, como regiones más extensas. En los hechos, mientras no se creó el Virreinato del Rio de la Plata, existieron en el territorio varios Gobernadores, primero en Asunción, luego en Buenos Aires y mismo en Montevideo. Al contrario de lo que ocurriera con otros funcionarios, los Gobernadores no siempre fueron españoles de origen — caso de Hernandarias — ni siempre fueron originariamente designados por el Rey, ya que en bastantes casos éste hubo de limitarse a confirmar al elegido por los propios colonos.

Teniente de gobernador: Era el encargado de ejecutar soberanía y establecer poblados en nombre del Gobernador.
Por ejemplo, Francisco de Aguirre siempre cumplió celosamente las tareas encomendadas por Valdivia. El 20 de junio de 1549 fue nombrado teniente de Gobernador de La Serena, con la orden de refundar y repoblar la ciudad que había sido destruida por los indígenas en enero anterior, y también se le entregó el derecho de conceder encomiendas .

Durante los primeros tiempos de la conquista era corriente que capitanes exploradores, descubridores y conquistadores usaran el título de adelantado.  Ejemplos de ellos fueron Vasco Nuñez de Balboa, adelantado del Mar del Sur, en 1514; Pedro de Alvarado, en 1527, adelantado, gobernador y capitán general de Guatemala; Diego de Almagro en 1535, adelantado, gobernador y capitán general de Nueva Toledo (Chile).
El título de adelantado iba asociado con el de gobernador y capitán general, porque a quienes se les otorgó el título, generalmente se les encomendó la exploración, descubrimiento y conquista de un determinado territorio.
Estos gobernadores, llamados "lugartenientes” generalmente tuvieron la facultad de repartir las tierras y los solares, otorgar encomiendas de indios, dictar ordenanzas y ejercer la jurisdicción civil y criminal; en síntesis, la suma del poder. Tenían funciones y atribuciones muy parecidas a las del virrey. Eran nombrados por el rey, en consecuencia eran su representante personal. Su jefe inmediato era el virrey, pero podía dirigirse directamente al rey cuando lo considerar necesario.
Una vez que la Corona intervino en las Indias y dio una nueva estructura e instituciones de gobierno, las gobernaciones se mantuvieron  con carácter de subordinadas a los virreyes, con lo cual perdieron la iniciativa y se transformaron sólo en órganos administrativos que repetían, en jurisdicciones más pequeñas, las funciones de gobierno ejecutivo que el virrey cumplía en la zona de residencia del virreinato. Esta dependencia, aunque mantuvo la norma de un gobernador nombrado por el rey, implicó que, en determinados casos, este nombramiento pudiese ser realizado por el virrey.
Lo mismo pasó con el cargo de capitán general, primero asociado de adelantado y gobernador, y más tarde, reservado para algunos gobiernos con zonas dominadas por indígenas guerreros y rebelados con proliferación de corsarios, piratas o filibusteros en sus costas.
El cargo de presidente tenía directa relación con todas las Audiencias en las cuales era ejercido por los virreyes o por los gobernadores. Sin embargo, adquiría especial importancia en las Audiencias subordinadas o presidenciales.
Durante el siglo XVIII, a raíz de las reformas introducidas por la nueva dinastía de los Borbones, se creó el cargo de intendente, institución de origen francés, implantada y experimentada previamente e España desde 1749.  Este funcionario, que sustituyó a gobernadores y corregidores, recibió facultades relacionadas con el gobierno, la hacienda y los asuntos militares y de justicia.
El oidor era nombrado por el rey y actuaba en la administración colonial a través de la Audiencia. Un oidor debía recorrer la provincia con el fin de controlar la realización del buen gobierno del territorio. Asesoraba al virrey como consultor sobre materias de gobierno.
El corregidor era el funcionario que representaba la autoridad real y presidía el Cabildo. Además administraba justicia en las ciudades pequeñas. Existían, también, los corregidores de indios que tenían autoridad sobre la población indígena, actuando como policías y controlando el régimen de trabajo.

EL CABILDO.

Los Cabildos eran órganos compuestos por un número variable de vecinos importantes de una población que, al igual que las otras instituciones coloniales, provenían de la estructura institucional de España tradicional, que tenían la función de ejercer lo que actualmente se conoce como el gobierno municipal. Esto es, atender los asuntos administrativos de interés de la ciudad misma, tales como mantener las calles en condiciones, proveer la iluminación nocturna y a la limpieza de los lugares públicos, asegurar la existencia de provisiones para cubrir las necesidades de los habitantes, mantener una milicia de defensa contra ataques exteriores, tener un cuerpo de policía del orden y eventualmente de bomberos, velar por la enseñanza a los niños.

Algunos de sus integrantes recibían designaciones y cometidos de índole específica. Los miembros del Cabildo denominados Alcaldes, eran los de mayor importancia, teniendo como funciones actuar de jueces y eventualmente suplantar al Gobernador en caso de estar impedido. Otros integrates del Cabildo eran los Regidores. Otros miembros eran el Alguacil Mayor, que estaba a cargo de la policía del orden y los delitos, y dirigía la cárcel; el Fiel Ejecutor era responsable de asegurar a la ciudad el abasto de los víveres para sus pobladores; el Alférez Real era el encargado de portar el estandarte real en los actos públicos.

Regidores

Los regidores formaban en conjunto el llamado "regimiento". Como su nombre indicaba, eran quienes regían, gobernaban y controlaban la vida municipal. Usualmente, el regidor de primer voto ocupaba el cargo de alférez, otro era defensor de menores, otro era defensor de pobres y el cargo de fiel ejecutor se turnaba entre los restantes.
El número de regidores variaba según la importancia de las ciudades: las cabeceras de los grandes virreinatos, Lima y México, tenían derecho a tener doce regidores. Las capitales de provincia podían tener ocho y las ciudades subalternas seis. Las villas, de categoría inferior a las ciudades, tenían cuatro regidores, y se los denominaba frecuentemente comomedios cabildos.
Los pueblos de indios y las misiones jesuíticas tuvieron un número reducido de regidores, y en general contaban también con un alcalde. Su autonomía municipal era muy inferior.
Fuera de los pueblos de indios, podían acceder a los cargos de regidores – y, por ende, a cualquier otro cargo concejil – solamente los vecinos, es decir, los blancos de más de 20 años de edad, que tuvieran casa en la ciudad y no ejercieran "oficios viles".

Alcaldes

Los alcaldes ordinarios eran dos funcionarios elegidos por los regidores el primer día de enero de cada año. Esta elección debía hacerse entre los vecinos y naturales de la ciudad. Como en el caso de los regidores – al menos en teoría – se debía preferir a los primeros pobladores y sus descendientes. Se los denominaba alcalde de primer voto y alcalde de segundo voto.
Inicialmente los alcaldes eran autoridades exclusivamente judiciales, que llevaban adelante los juicios en primera instancia. Entre ambos se ocupaban de los pleitos comunes; el alcalde de primer voto era el juez privativo de los juicios criminales, y el de segunda instancia ejercía como juez de menores.
Pasada la época de la conquista y las fundaciones, los virreyes, gobernadores o tenientes de gobernador dejaron de asistir a las sesiones de los cabildos, de los cuales eran presidentes natos. De modo que los alcaldes de primer voto pasaron a presidir las sesiones del cabildo, y en su ausencia los de segundo voto. En todos los casos, era el alcalde de primer voto quien votaba primero, seguido por el alcalde de segundo voto. Recién a continuación votaban los regidores. El primer voto que se emitía solía condicionar el resto de la votación, especialmente en un régimen político que no se guiaba por la regla de la mayoría sino por la búsqueda prioritaria de alguna forma de consenso. De este modo, la importancia del alcalde de primer voto se incrementó considerablemente, llegando a ser el funcionario más importante del cabildo y extendiendo sus atribuciones mucho más allá de sus funciones judiciales.
Los alcaldes ordinarios dirigían la vida de la ciudad, presidían el Cabildo y eran la primera autoridad municipal. Dado que el cabildo tenía la facultad de ejercer el gobierno interinamente en caso de muerte o ausencia del gobernador de la provincia, esa atribución recayó principalmente en los alcaldes.

Alférez real

Inicialmente era el oficial que comandaba las milicias de la ciudad, elegido anualmente. Con el paso de tiempo, el cargo militar pasó a oficiales profesionales y permanentes, mientras el cargo de Alférez Real derivó en un puesto honorario, cuya responsabilidad se limitaba a llevar el pendón real en los actos públicos.

Alguacil mayor

El alguacil mayor era el funcionario encargado de hacer cumplir los acuerdos del Cabildo, perseguir los juegos prohibidos, practicar detenciones, hacer la ronda de la ciudad, etc. Era el responsable de arrestar a los delincuentes, vagos y beodos y conducirlos a la cárcel, que estaba por lo general en el mismo edificio del cabildo.
Tenía el particular privilegio de que era la única persona habilitada a ingresar con armas al edificio del Cabildo, aún durante las sesiones del mismo. Su cargo era también vendible.


Fiel ejecutor

El fiel ejecutor era un funcionario permanente del cabildo, encargado de los abastos de la ciudad. Su responsabilidad principal consistía en fijar los precios y controlar las pesas, medidas y monedas que utilizaban los comerciantes. También era responsable del aseo y ornato de la ciudad.



Otros eran:

  • El procurador de la cuidad que era el representante de la cuidad ante el cabildo.
  • El mayordomo que tenia a su cargo los caudales de la cuidad
  • El escribano o secretario que escribía las actas.
  • EL alarife encargado del trazado de las calles.

Alcaldes de la Santa Hermandad

Anualmente el cabildo designaba un cierto número de Alcaldes de Hermandad, uno para cada partido en que se dividiera la campaña. Cada uno tenía a cargo una cuadrilla – posteriormente partida – generalmente formada por cuatro soldados.
En los últimos años coloniales, les fue retirado el antiguo nombre de la Santa Hermandad, y eran conocidos simplemente como alcaldes.
En zonas urbanas, la vigilancia de la ciudad era ejercida por Alguaciles Menores, que estaban sometidos a la autoridad del alguacil mayor. Hacia fines del siglo XVIII, estos últimos pasaron a ser subrogados por comisarios en las ciudades mayores, uno por cada barrio.
Poco antes de la disolución del Imperio español, se había generalizado la atribución a los alcaldes o comisarios de la administración de justicia por pleitos de poca monta, de interés exclusivamente local.
Las necesidades de decisión y contralor de diversas actividades vinculadas a la vida de las ciudades, especialmente cuando algunas fueron adquiriendo importancia, llevó a que los Cabildos fueran extendiendo sus atribuciones, asumiendo facultades de diversas índoles. En Buenos Aires, por ejemplo, ante la abundancia de ganado cerril en la Banda Oriental y las actividades de quienes los explotaban irregularmente, el Cabildo decidió otorgar autorizaciones para efectuar esa explotación por parte de los llamados faeneros.

El cabildo se auto generaba porque al terminar cada año el cabildo que terminaba designaba a los alcaldes y regidores que debían formar el nuevo cabildo. Posteriormente el cargo de alcalde y de los otros funcionarios se remataron para aumentar el tesoro del rey. Los cargos copados eran rentados y vitalicios, y los de elección eran gratuitos y anuales. Los cargos comprados estuvieron siempre en manos de los criollos.
Las funciones del Cabildo:

1.- Judiciales: Administraban justicia civil y criminal en casos de que no pertenecieran en otros tribunales. Los 2 alcaldes podían fallar en juicios hasta 60.000 maravedises y de su fallo se podía apelar ante el cabildo.
Los alguaciles mayores cumplían las ordenes de prisión dictadas por el cabildo, al cual, pertenecía el rollo o “árbol de justicia” y la cárcel.
2.- Salubridad: a cargo del cabildo estaba el ornato y aseo de la cuidad. Se preocupaba por el aseo de calles y acequias. Reglamentaba la profesión de medico y la venta y precio de medicamentos.
3.- Abastecimientos: fijaban la lista de precios de los artículos; el salario de los artesanos, de médicos y sangradores. Fiscalizaban los pesos y medidas por medio del fiel ejecutor.
4.-Finanzas: Los cabildos obtenían sus rentas de los propios y los arbitrios. Los propios eran las propiedades urbanas y rurales y daba en arriendo para canchas de bolos y de reñidero de gallos. Los arbitrios eran contribuciones, multas y derechos que cobraba por diversos motivos y los invertía en obras de utilidad publica.


Su elección no era democrática. El fundador de una ciudad le daba a ésta un cabildo inicial, pero de allí en adelante la entidad se autogeneraba; es decir, los miembros salientes del cabildo elegían a sus sucesores. Los miembros del Cabildo recibían un cargo, el de regidor, y duraban un año en él.
Como decíamos, los cabildos fueron organismos que representaban a la comunidad, aunque debe reiterarse que no eran un instrumento de la voluntad popular.
Estas características del cabildo hicieron que la corona lo mirara con desconfianza. Para separarlo de la comunidad, usó diversos procedimientos. Entre ellos se pueden citar: designar ella misma regidores perpetuos; vender los puestos del cabildo en remate, etc. Para quitarles disimuladamente las atribuciones que ejercía, también se usó la creación de las Audiencias. Pero por más que se irritase la Corona no podía  prescindir totalmente de los Cabildos. Y así castigó severamente la destitución del gobernador Acuña y Cabrera, pero no le devolvió el cargo. (En 1655, el Cabildo de  Concepción derribó al gobernador Acuña y Cabrera. La causa fue su torpe manejo de la guerra de Arauco).
En estas instituciones se concentró la aristocracia de cada reino americano, único sector social que en aquellos años era capaz de un pensamiento y una acción de tipo política. Por eso, de los cabildos surgieron las agitaciones que culminarían con la Independencia.



Cabildo abierto: En casos Graves los cabildos convocaban a todo el pueblo a deliberar y resolver. Esto se llamaba cabildo abierto. Cuando la población aumento solamente se invitaba a los vecinos más distinguidos.
La inquisición: Fue el tribunal religioso encargado de velar por la pureza de la fe y de mantener las buenas costumbres. Felipe II en 1569 estableció inquisicion en México y lima y la entrego a los dominicos. En Chile solo hubo un comisario del santo oficio de la inquisición.


Jerarquía en la Administración Colonial española










Fuentes:
  • http://html.rincondelvago.com/gobierno-colonial-espanol.html
  • http://www.escueladigital.com.uy/historia/colonizacion/instituciones.htm
  • Wikipedia.
  • http://www.profesorenlinea.cl/chilehistoria/ColoniaCabildo.htm