Son 29 hombres y mujeres las que me separan de mi antepasado Ramón Borrell III, conde de Barcelona (972-1017). Por supuesto, de seguro soy uno de los muchos descendientes que tuvo, que quizás se cuenten por miles o más. Pero sí soy de los pocos que puede llegar a ese antepasado.
¿Cuál es el truco? Pues no hay truco, hay que trabajar, investigar y romperse la cabeza y después si llegas a tu antepasado noble ya lo demás es más fácil, pues normalmente ya está todo hecho. Pero he ahí la cuestión primero hay que tenerlo, me refiero a un antepasado noble, y llegar a él. No siempre es posible y no siempre se desea hacer, por lo que hay quizás decenas de miles de personas o muchísimas más que son sus descendientes y simplemente no lo saben.
Mi antepasado que me ha servido para llegar a un sinnúmero de antepasados conocidos en la historia ha sido mi familia Leiva y específicamente su antepasado Don Tello García de Meneses, y no es moco de pavo, estamos ante uno de los Alguaciles Mayores de Toledo de la historia y rondamos el final del siglo XIII.
Quizás puedas pensar que estos mis antepasados cercanos eran catalanes, pues no, eran de Cantabria. ¿Cómo acabaron en ese lugar? Pues es sencillo, una de sus descendientes, Doña Inés de Leiva y Guzmán (principios del siglo XVI), se casó con Don Juan de Arce y Mújica, quien era Señor de la Casa de Arce en Liendo y Guriezo. Su hija, Doña Inés de Leiva y Arce, se casa a su vez con el Mayorazgo de la Casa de Palacio en Liendo, Cantabria, Don Pedro de Palacio.
Posteriormente sus descendientes emigran a Laredo sobre principios del 1600.
Como dije, la familia Leiva estaba asentada en La Rioja, en su feudo Leiva, quienes eran Señores de Leiva y Baños.
Pero de estos Leiva llegamos al histórico personaje catalán y héroe para muchos, Borrell III, mediante el padre de Don Juan Martínez de Leiva, Don Gómez García de Meneses. Y de este, por medio de su propio padre, Don García Suárez de Meneses y Toledo, hijo de nuestro anteriormente citado Don Tello de Meneses.
Solo median ahora 7 generaciones para llegar a nuestro protagonista.
Mediante su padre, Don García Gutiérrez Suárez de Meneses, Señor de la Osa, Dos Barrios y Felices. Su madre, era Doña María Sancha Gutiérrez Ruiz de Castro, hija de Gutierre Rodríguez de Castro, Señor de Lemos y Sarria (finales del siglo XII), quien fue un Ricohombre castellano e hijo del tataranieto de Borrell III.
El tataranieto, padre de nuestro Gutierre Rodríguez de Castro, fue Don Rodrigo Fernández de Castro, Ricohombre castellano del linaje de los Castro. Hombre de confianza del rey Alfonso VII de León quien en 1130 lo nombró alférez real. El rey también lo hizo jefe de la milicia toledana en 1134 y recibió del monarca varias plazas en Extremadura y en Castilla. Junto con su hermano Gutierre, participó en la empresa del Guadalquivir en 1138. Fue uno de los caballeros que participó en el sitio de Coria en 1138 junto con el conde Rodrigo Martínez, que murió en dicha batalla. También luchó en el sitio de Oreja en 1139. Se distinguió en estas hazañas, mereciendo el calificativo por parte del cronista del emperador de muy brillante en la guerra. Fue alcaide de Toledo y de Oreja en 1139 y tenente de Ávila en 1142.
Llegamos al biznieto, con el padre de Don Rodrigo Fernández de Castro, Don Fernán García de Hita, fue señor de Hita, Uceda, Guadalajara, y Medinaceli y el genearca de la Casa de Castro.
Su filiación ha sido objeto de debate entre los historiadores y genealogistas de todos los tiempos. Algunos sostienen que fue hijo natural del rey García de Galicia, aunque él nunca se autodenomina filius regis en la documentación de la época. Según Jaime de Salazar y Acha, fue hijo del conde García Ordóñez y la infanta Urraca Garcés, hija legítima del rey García Sánchez III de Pamplona y de la reina Estefanía, lo cual confirmaría la ascendencia de la casa real pamplonesa que la mayoría de los historiadores adscriben a la Casa de Castro. El autor esgrime varios argumentos a favor de esta filiación, entre ellos, una cita del cronista musulmán Ibn Abi Zar en su obra Rawd al-Qirtas: «Supo el emir Mazdali que Ibn al Zand Garsis (hijo del conde García) señor de Guadalajara sitiaba Medinaceli y se dirigió contra él», constando en la documentación que Fernando García fue señor de dicha ciudad durante los años 1107 y 1110. En 1119 recibió Uceda e Hita de Urraca I de León.
Otro argumento que apoya dicha filiación es el hecho que tuvo un hermano, quien sería hijo ilegítimo, llamado Fernando García el Menor quien figura en la documentación con el apodo «Pellica» que parece significar «bastardo», derivado de «pellicatus», o sea, adulterio. Según Salazar y Acha, era una típica costumbre de la dinastía pamplonesa el poner a dos hermanos, uno legítimo y otro bastardo, el mismo nombre, lo cual apoya aún más su hipótesis sobre la filiación de Fernando García de Hita.
Su madre, la nieta de nuestro Borrell III, fue como ya se indicó atrás, Doña Urraca Garcés de Navarra, Infanta y Señora de Alberite, Lardero y Logroño.
Ya queda poco. La madre de Urraca Garcés, e hija de Borrell III, fue la Reina de Pamplona, Doña Estefanía. Fue reina consorte al casarse con García Sánchez III, rey de Pamplona.
Aunque existen algunas controversias sobre sus padres u orígenes, hoy día la mayoría de los expertos establecen que lo más probable es que Estefanía fuera hija de Ramón Borrell y de Ermesenda de Carcasona. Según Salazar y Acha:
"Sobre su filiación concreta, nos decidimos por la pareja condal Ramón Borrell y Ermesenda por las citadas razones de peso: lo afirma el cronista más cercano a los hechos, lo hacen suponer las fechas de su ciclo vital y lo corroboran los nombres impuestos a sus hijos."
Ramón Borrell III, conde de Barcelona, Gerona y Osona. Duque de Hispania Citerior.
En 993 se casó con Ermesenda de Carcasona con la tuvo un hijo: Berenguer Ramón (cerca de 1006).
Durante los años 1000-1002 fue objeto de diversas incursiones de Almanzor. En el 1003 dirigió una expedición a Lérida a la que respondió con una nueva razia el hijo de Almanzor, Abd al-Malik al-Muzaffar.
En el año 1010, aprovechándose de que el Califato de Córdoba había entrado en un proceso de descomposición en taifas, organizó una expedición a Córdoba junto con su hermano Ermengol I de Urgell, Bernat de Besalú y Wádih, caudillo musulmán partidario de Muhámmad al-Mahdi. La expedición derrotó a Sulaimán cerca de Córdoba, lo que puso fin de forma definitiva al dominio musulmán sobre el Condado de Barcelona. Además, la relación directa con el papa Silvestre II reforzó su independencia respecto al reino franco. En los años 1015 y 1016 realizó nuevas expediciones al Ebro y al Segre.
Durante estas incursiones, sobre todo en la del año 1010, además de victorias militares se obtuvieron importantes botines, principal causa de la participación de los nobles en la guerra. La expansión hacia el sur del condado estaba, empero, bloqueada por las importantes plazas musulmanas de Tarragona, Lérida, Barbastro y la nueva Taifa de Zaragoza. Esta barrera impidió durante casi un siglo la extensión del condado barcelonés hacia el mediodía.
En cuanto a la política interna, Ramón Borrell estimuló la repoblación de la zona oriental de la Segarra, la Cuenca de Barberá y el Campo de Tarragona. Impulsó también la construcción de la catedral de Barcelona.
Siguiendo el ejemplo de su padre, se abstuvo de renovar el juramento de lealtad a los reyes francos. Borrell II fue requerido para prestar juramento de fidelidad al nuevo rey franco pero no consta que el conde barcelonés acudiese a la llamada mientras el rey franco acudía al norte a resolver un conflicto. Esto ha sido interpretado como el punto de partida de la independencia de hecho del condado. La independencia de iure fue obtenida por el rey Jaime I en el tratado de Corbeil (1258).
Ramón Borrell fue también el primer Conde de Barcelona que acuñó moneda con su imagen y su nombre, Raimundus. Asimismo, dispuso con total libertad del patrimonio fiscal del condado, emitió preceptos e hizo concesión de diversos privilegios: es decir, tal como señala Santiago Sobrequés, gobernó «como un soberano en la plenitud de sus atribuciones».
A su muerte en 1017 le sucedió su hijo Berenguer Ramón I, que compartió el poder con su madre Ermesenda.
Fuentes:
- Wikipedia.
- Investigación personal.
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