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domingo, 10 de noviembre de 2019

PEQUEÑA HISTORIA DE CANTABRIA Y ALGUNOS DE SUS LINAJES.




Reproducción de un antiguo poblado cántabro de la Edad del Hierro en la localidad de Argüeso.


Se tienen evidencias que ya desde la Edad del Bronce los cántabros que habitaron en las zonas costeras tuvieron relaciones y contactos comerciales a través del mar con otros pueblos del mundo céltico del arco atlántico. Así lo demuestra el denominado Caldero de Cabárceno, hallado en Peña Cabarga y de fabricación irlandesa o británica, y otros utensilios de bronce encontrados.

A través de fuentes clásicas y hallazgos epigráficos se sabe que los cántabros, a semejanza de otros pueblos de la Península Ibérica, abandonaban temporalmente su territorio para ofrecerse como mercenarios a otros pueblos, destacando de ellos su fiereza y carácter combativo:

[...] Los cántabros por su fiereza eran los primeros, los más violentos y los más pertinaces en la rebelión, los cuales, no contentos con defender su libertad, trataban también de dominar a sus vecinos, atormentando a los Vacceos, Turmogos y Autrigones con incursiones frecuentes.
Floro II, 33, 46-47

En el caso de los cántabros tradicionalmente se han justificado este hecho por la importancia de la actividad bélica en su sociedad y las escasa posibilidades que la tierra y el clima les ofrecía para su sustento, lo que dio lugar a la marcada condición guerrera de sus gentes.


Con anterioridad a la conquista romana del país parece que los cántabros ya sirvieron como fuerza armada en los ejércitos del general cartaginés Asdrúbal Barca que se dirigían a la Península Itálica con el fin de prestar auxilio a Aníbal frente a Roma, en el año 208 a. C. Por otro lado las crónicas de Julio César señalan la existencia de soldados cántabros en el ejército de Pompeyo durante la guerra civil que libraron ambos generales en Hispania, en el siglo I a. C. Así mismo, en De Bello Gallico informa de la presencia de estos como aliados de las tribus celtas aquitanas en la Guerra de las Galias, en el año 56 a. C.

Al igual que con Julióbriga, Plinio, y posteriormente Ptolomeo, nos daría datos sobre núcleos menores de la Cantabria como son: Concana, Octaviolca (véase Camesa-Rebolledo), Orgenomescum, Vadinia, Vellica, Moroica, Aracillum, Noega Ucesia, Bergida, Acella, Amaia, Tritino Bellunte y Decium. Estas ciudades de menor importancia parece que no evolucionaron durante el periodo de dominación romana, estando la mayoría de ellas relacionadas con las tribus que, al parecer, las habitaban y llegaron a poblar Cantabria: Vadinienses, Orgenomescos, Tamáricos, Vellicos, Concanos, Moroicanos, Blendios, Coniscos, Salaenos, Avariginos, Cornecanos y Octavilcos. Finalmente encontramos los puertos de Portus Victoriae Iuliobrigensium, Portus Blendium y Portus Vereasuecae. La antigua Portus Amanum, posteriormente bautizada por los romanos como Flaviobriga con el título de colonia, estaría inserta en territorio autrigón.


Tras las guerras cántabras, y la consecuente ocupación romana de Cantabria, soldados cántabros aparecen formando parte de legiones como la II Augusta, la IX Hispana o la IV Macedonica, tal y como señalan diferentes lápidas funerarias halladas. No obstante lo más frecuente es encontrarlos enrolados como tropa auxiliar. Así ha quedado constancia de que en la segunda mitad del siglo I existían dos cohortes formadas exclusivamente por cántabros: una acantonada en Moesia y la otra en Palestina.

Durante los siglos III y IV surge una crisis económica y social en toda Cantabria, las ciudades se van progresivamente abandonado a medida que se produce un aumento de la presión fiscal y de los ataques de los bagaudas, lo que produce un retorno al medio rural de la sociedad, un resurgimiento de las antiguas estructuras organizativas nativas y una aparición creciente de las villas en el campo.

El estado de inquietud y pavor provocado por las invasiones bárbaras produce una reorganización militar de los escasos efectivos que aún se mantienen en el norte de Hispania,​ posiblemente con el fin de defender la provincia de una hipotética invasión por los Pirineos occidentales, y la fortificación precipitada9​ de Monte Cildá y del antiguo castro de Vellica en el siglo IV y V.11​

En el año 406 los visigodos se establecen en Hispania como federados del ya debilitado Imperio romano, mientras que el noroeste peninsular se encuentra ocupado por el reino suevo (Galicia y Asturias). Esta situación propicia que cántabros y vascones puedan disfrutar de cierto grado de independencia.

Durante el siglo V apenas hay datos de lo que ocurre en Cantabria y únicamente sabemos, por una breve referencia del cronista Hidacio, que 400 hérulos en siete naves atacaron despiadadamente la costa cántabra y de Vardulia en el año 456.


En este estado de cosas pasarán más de un siglo sin que Cantabria vuelva aparecer en la historiografía. Un tiempo en que el pueblo cántabro escapa al control de suevos y visigodos, en el que gran parte de sus gentes conservan aún un paganismo que, a pesar de los siglos de dominación romana, no había quedado extinto, y en el que resurgen manifestaciones de violencia y agresividad que revelan la escasa romanización del territorio fuera de unos pocos focos culturales romanos. Prueba de ello es que para algunos autores la mayoría de los cántabros aún hablaban su lengua prerromana, en el que aparecían, eso sí, no pocas intrusiones del latín.

DUCADO DE CANTABRIA.

Tras la caída del imperio romano, Cantabria recuperó su independencia frente al reino visigodo hasta el año 574 en el que, según Braulio de Zaragoza en su Vida de San Millán de la Cogolla,14​ el rey Leovigildo conquista Cantabria y su capital Amaya. Durante este periodo de la historia hispano-goda, Cantabria se integra dentro del reino como provincia fronteriza y se configura un ducado (ver imagen), regido por un Dux, delegado regio en el país. Esta fórmula garantizaría cierto grado de autonomía del pueblo cántabro a pesar de estar bajo control real.

A partir de aquí se sucede un periodo oscuro debido a la escasez de fuentes, no solo relativas a Cantabria sino a todo el norte de España. No obstante, es probable que debido a la escasa asimilación cultural visigoda de Cantabria y el mantenimiento las arraigadas costumbres bárbaras, no se consiguiera una seguridad política y militar plena en la región, lo que propiciaría años de rebeliones y levantamientos contra el poder real. Ya a este parecer, hacia el año 632, San Isidoro advierte al hablar de los cántabros de su obstinada disposición al pillaje, las luchas y a desafiar los castigos, por lo que se deduce que a principio del siglo VII aún se les consideraba como una posible amenaza.

También durante estos años hubo al parecer luchas fronterizas entre los reyes visigodos de Hispania y los reyes francos de Austrasia y Borgoña en la que Cantabria se vio involucrada. Así, según el Chronicon​ del cronista franco Fredegario del siglo VII, estos últimos intentaron someter la región de los cántabros y Vasconia, siendo recuperada la primera por Sisebuto. En este mismo texto se cita la existencia en el Ducado de Cantabria de un dux llamado Francio de Cantabria allá por los finales del siglo VI o comienzos del VII, que rendía tributo a los francos desde hacía tiempo, un personaje que sigue siendo aún oscuro.


De estos últimos testimonios se deduce que el Ducado de Cantabria sería tierra fronteriza entre reinos. Se desconoce si los reyes merovingios tuvieron éxito en sus conquistas al sur de los Pirineos, pero lo que parece probable es que este ducado era importante para el reino visigodo a modo de marca fronteriza desde donde poder lanzar ofensivas contra los vascones y al mismo tiempo poder controlar a un pueblo cuyo sometimiento era inestable y superficial y que no daba suficientes garantías de paz a los reyes visigodos.

RECONQUISTA CRISTIANA.

También es evidente que, al igual que en otras partes de la región, se fundan monasterios e iglesias en torno a los cuales se van asentando pequeñas comunidades que formarán los actuales pueblos sobanos.

Posiblemente el primer monasterio de Soba, y uno de los primeros de Cantabria, es el de San Andrés de Asia ( actual pueblo de Aja ). En una cita del año 863, el prebístero Cardelio y su padre Valerio dicen: "edificamos iglesias, casas y huertos, viñas y pomares, convertimos eriales en cultivos y de monte hicimos campos". 

Sin duda para ese año 863, en torno al monasterio de San Andrés había surgido la villa de Aja ( Asia ) y la aldea de San Pedro con el monasterio del mismo nombre. Estas posesiones caerán con el tiempo en poder de los grandes monasterios castellanos. Se van citando a lo largo de los próximos años otras iglesias que corroboran la existencia de otros tantos pueblos, como San Juan de Soba (1052), Santa Cruz de Soba (1108)...

La competitividad tanto en lo social como en lo económico de las familias más poderosas desencadenará sangrientas batallas y hará proliferar torres y fortificaciones de las cuales aún se conservan las torres de Quintana, Rozas o San Martín. 

Estas familias pronto empiezan a apoyar linajes castellanos de nobles familias que se van volviendo poderosas apoyando a los sucesivos reyes en la corte y en las guerras. Linajes y familias como los Velasco, los Lara, los Mendoza, los Castro, los Guevara, los Salazar, los Hurtado de Mendoza, los Vega, los Guzmán, los Manrique, los Enríquez, los Haro y aún otras pugnan por el poder allá donde puedan influir. 

GUERRAS BANDERIZAS.

Los linajes estaban conformados por una extensa comunidad unida entre sí por lazos de sangre frente a la cual se situaban los llamados parientes mayores, las familias con más posesiones y riqueza, y se sumaban a ellos otros miembros de la sociedad medieval, como los encomendados, que ofrecen prestaciones económicas y trabajo como contrapartida a su seguridad; atreguados, individuos que se comprometían a título personal con el pariente mayor a cambio de protección; encartados y acostados (segundones pobres) que solían constituir la tropa y lo hacían por comida y alojamiento.1​

Las principales familias que componían los linajes de los diferentes bandos son:

Gamboínos: Familias de Gamboa, Guevara, Balda, Elgueta, Olaso, Abendaño, Salazar, Ayala (en Vitoria), Leguizamones (en Bilbao) y Bañez (en Mondragón). Tenían como aliados a los agramonteses y al Reino de Navarra.


Oñacinos: Familias de Oñaz, Mendoza, Loyola, Lazcano, Mújica, Butrón, Emparan, Unzueta, Calleja (en Vitoria), Zurbarán (en Bilbao) y Guraya (en Mondragón). Tenían como aliados a los beamonteses y a la Corona de Castilla.

Las guerras se intensificaron, en parte, por los efectos desestabilizadores de la guerra civil castellana y a la debilidad política posterior de la Casa de Trastámara. Que el Señorío de Vizcaya, atribuido históricamente a la Casa de Haro, quedara en poder del rey Enrique II en 1370 y se integrara en 1379 en el Reino de Castilla, no hizo más que exacerbar los efectos de la anarquía política en la región. El surgimiento de las villas y ciudades, especialmente Bilbao y Bermeo, dio lugar a la lucha por el poder municipal entre las familias urbanas ricas. Por su parte, la nobleza terrateniente se esforzó por proteger sus feudos, que poseían desde siglos atrás.

Anteriormente, ya había habido enfrentamientos de ambos linajes de la nobleza rural vasca. Prueba de ello fueron en Álava las disputas entre los bandos oñacino, representado por los Mendoza, y gamboíno, a cuyo frente en tierras alavesas estaban los Guevara; como sucedió en la batalla de Arrato en torno a 1200.

En 1362, en la etapa temprana de los conflictos, las familias Leguizamón y Zurbarán se enfrentaron en una batalla en las calles de Bilbao. Lucharon de nuevo en el mercado de Bermeo en 1413 y a partir de entonces, y hasta 1433, los combates entre los dos bandos continuaron sin tregua. Los Basurto, que habían sido enemigos de los Leguizamón, lucharon en el bando de los Zurbarán. La guerra urbana fue a menudo menos letal que las batallas libradas en campo abierto: cinco hombres murieron en un altercado en Bilbao en 1440 y diez en las calles de Bermeo en 1443. En ese tiempo, también las calles de Vitoria fueron escenario de las luchas entre los Calleja y los Ayala, en las que destaca el asalto la noche de Navidad de 1406 a la iglesia de San Vicente.


Torre de Salazar y monumento a Lope García de Salazar, en Portugalete, Vizcaya.
Pese a que en 1390 y 1393, la guerra en Vizcaya se había reducido por la intervención de las Hermandades. En 1415, el corregidor, autoridad de la Hermandad designado por el poder real, desvió el trigo vizcaíno a Asturias, provocando una rebelión. Los vizcaínos fueron derrotados en Erandio con la pérdida de sesenta hombres y las transferencias de trigo continuaron.

El conflicto de bandos no se reduce a las tierras vascas y en 1413 una guerra privada estalló entre Juan de Sant Pedro (o Saint-Pée) de la zona de Labort (entonces parte del Ducado de Gascuña, en manos de los ingleses) y las casas navarras de los Espeleta y los Alzate. Después de que el jefe de los Alzate y su hijo fueran asesinados, Fernando, de la familia Gamboa de Guipúzcoa casó a su hijo con la hija y heredera de los Alzate. En consecuencia dirigió un ataque contra Juan de Sant Pedro, para vengar a la familia de su nuera. Pero fue derrotado y muerto y 150 hombres murieron en la batalla.

Alrededor de 1420, los gamboínos extendieron su feudo con un asalto nocturno a la familia Oñaz, también de Guipúzcoa. En Navidad, el feudo de los Oñaz empezó a arder y el jefe de la casa más otros nueve individuos murieron en el incendio. Las tierras de la familia Oñaz también fueron devastadas por los gamboínos y sus aliados, pero los aliados de los Oñaz salieron en su defensa. De estos últimos, los Lazcano atacaron a la familia Balda, aliada de los gamboínos, y mataron a su líder. Así, esta pequeña guerra se convirtió en una compleja red de venganzas familiares.

En 1442 las hermandades intervinieron con éxito en Bilbao y Mondragón, pero la paz establecida no duró mucho. Se sucedieron los enfrentamientos entre el linaje de Avendaño, señores de Villarreal, con los linajes de Butrón y Mújica presentes en Aramayona. Los gamboínos y los Balda lucharon contra los Oñaz y los Lazcano en Urretxu en 1446. Los Oñaz salieron victoriosos y quemaron la fortaleza de los gamboínos en Azcoitia. Setenta hombres y doce de los líderes fueron asesinados. Las familias, con todas sus amplias redes de aliados, se enfrentan de nuevo en 1447 y tiene lugar el incendio de Mondragón en 1448. Veinte años después, tiene lugar la importante batalla de Elorrio.


En 1457, las guerras entre los gamboínos y los oñacinos en Guipúzcoa tuvieron un abrupto final cuando las hermandades se rebelaron contra ambos y tras ser retadas las villas en el desafío de Azcoitia, recurren a Enrique IV, quien ordena derribar sus casas-torre y expulsa del territorio a sus líderes entre uno y cuatro años a la frontera andaluza.

Pacificación de los bandos.JPG



GUERRAS BANDERIZAS EN CANTABRIA.

Estos fueron tiempos de bajas demográficas en el ámbito cántabro, pues se mezclaban estas luchas fatricidas, de bandos o banderizas, con los incendios, las guerras de España, la peste y los naufragios. Esto, sin incluir las muertes de niños con días de nacidos, o por infecciones y de las enfermedades normales de esos tiempos. Además las condiciones climáticas con sus sequías hacían que el hambre de vez en cuando eliminara a un tanto por ciento de la población bastante elevado.
En ese tiempo la villa más poblada era Laredo, que tendría unos 3000 o 3500 habitantes. Las demás tendrían unos 2000 o 2500, como es el caso de San Vicente de la Barquera (2800) y Castro Urdiales (2200), Santander (1500). Otras villas cántabras como Santillana (1000) y Potes unos 400.

Los linajes cambiaban frecuentemente de bando enfrentándose a sus antiguos aliados, pero siempre formando grupos solidarios en torno al pariente mayor o Señor del Linaje.

La Casa Torre era el símbolo defensivo por excelencia durante las guerras de bando. Cada linaje tenía su propia fortaleza. En los documentos aparecen referidas 88 Casas Torre en la geografía encartada, de las cuales aún muchas permanecen en pie.

“Fállase por memoria de los pasados que en el tienpo que reinava
el rey don Pero en Castilla la villa de Castro de Urdiales e muchas
çiudades, oviendo guerra entre los d’ella e de Samano e mucha contienda e omeçidas entre ellos e faziendo su guerra, traxieron los de
Castro a Lope Curi de Marquina con muchos omes por su sueldo
para fazer guerra a los dichos valles e quemaron una madrugada a
Garçi Falda de Ones en la su casa de lastra ensuziada, que es en los

Corrales, e a su muger e fijos e muchos parientes e escapó Garçía de 
Otanes, su fijo de tres años, que lo sacó una su ama so las aldas, que
fue después omne para mucho. Enemistad antigua fue en la villa de
Castro entre los Amoroses e Vergones e entre los de la Marca e ovo
muertes e omeçidas entreellos sobre quál valerían más” (García de

Salazar, p. 981). 

"En la Trasmiera medieval existían, “desde tiempo inmemorial”, dos bandos: los Giles y los Negretes. En el último cuarto del siglo XIV dos hermanos del lugar de Castillo, Pedro y Garci Sánchez de Castillo, vivían en el barrio de San Pedro y en el de Venero, respectivamente. Teniendo ya hijos, “apartaron parientes”, haciendo dos bandos y entablaron su guerra particular. Pedro se fue al solar de Agüero (negretes) y Garci al de Solórzano (giles). En ayuda de Pedro Sánchez de Castillo se levantaron todos los negretes trasmeranos, con Gonzalo Gómez de Agüero al frente y en la de Garci, ahora apellidado Sánchez de Venero, los giles, comandados por Rodrigo Martínez de Solórzano. Pelearon en la Sierra, entre Castillo y Venero, y fueron desbaratados los giles y Rodrigo Martínez de Solórzano, muriendo algunos de ellos. Se volvieron a sus comarcas, llevando muchos heridos.
La lucha se extendió a Noja donde vivían dos primos, Ferrando de Castillo, hijo de Pedro y Juan Alonso de Venero, hijo de Garci, casados con dos hermanas, hijas de Juan Sánchez de Salazar. Murió Juan Alonso de las heridas que le causaron y, por esta muerte, hubo muchos homicidios entre ellos, siendo los de Castillo negretes y los de Venero giles. La torre que hoy llamamos de Velasco es en realidad la Torre de Castillo, más conocida antiguamente como la Torre de Negrete". (https://www.ayuntamientodenoja.com/2013_noticia.asp?id=961)

"Empezando por el área septentrional de Cantabria, la que involucra la costa cantábrica y el valle de Trasmiera, el apellido de los Agüero aparece profusamente señalado en
El libro Becerro con más de sesenta y dos menciones, cubriendo, algo más de treinta y cinco lugares. Constituye, sin duda, el linaje trasmerano más importante hasta la llegada de los Velasco, ya que los mismos figuran como antiguos “parientes mayores”que ostentaron la dirección del
bando de los Negretes , opuestos al bando de los Giles dirigido por otro importante linaje señorial cántabro, los Solórzano, hasta mediados delsiglo XV, momento en el cual pasaron a ocupar la dirección del bando adversario.

Giles y Negretes eran por entonces las etiquetas generales que terminaron involucrado alconjunto de los linajes menores que vemos actuar en el espacio trasmerano.Hacia mediados del siglo XIV, las posesiones señoriales de los Agüero se extendían por todo el conjunto de las juntas trasmeranas. Su presencia señorial aparece registrada sobre el amplio territorio, figurando en algunas localidades, como poseedor de solariego exclusivo, otras de solariego compartido con otros señores laicos o con el Rey (como en elcaso de Orejo), o como señor y natural de behetría. De esta manera encontramos que el linaje de los Solórzano se hallaba firmemente instalado en la Junta de Cestos y Voto (Trasmiera) en donde parece actuar como linaje local principal hasta el advenimiento de los Agüero, compitiendo espacialmente con ellos en el desarrollo de su ámbito señorial llegando, incluso, a ser señalados los Solórzano como parientes mayores tanto del bando de los Giles como también del bando de los Negretes. Dicha articulación de bandos se extendía desde el río Nervión hasta la zona vizcaína y guipuzcoana enlazando estos linajes de origen cántabro con los que vemos actuar profusamente en País Vasco: los llamados
Gamboínos, eran afectos a los Giles ,mientras los Oñacinos apoyaban, por oposición, a los Negretes. Bajo esta denominación amplia de Giles y Negretes parecen articularse todo el conjunto de linajes menores pertenecientes a estos territorios cantábricos, aún aquellos autóctonos que habían logrado su ascenso a través de su participación en las rentas producidas en el espacio rural y en las actividades comerciales de la zona costera. Es interesante señalar la mención que hace el cronista banderizo de estos linajes vernáculos menores acerca de que “no son Giles ni Negretes por natura” y que pueden desarrollarse gracias al “paraguas” y la protección del solar delos Agüero. Dicho dato no es menor. Se nos presenta como parte esencial de la dinámica propia que adquiere el sistema de bandos linajes que reconocen, jerárquicamente, el liderazgo del “pariente mayor” en la dirección de los mismos. Tanto Agüeros como Solórzano se atribuían así las direcciones políticas de ambas banderías y sobre ellos también gira -según el autor de las Bienandanzas y Fortunas- el origen mismo de las desavenencias y disputas en la región".  

Ciertos linajes sirven de articuladores al interior de todo el conjunto. Apellidos como los Agüero, Alvarado, Amoros, Castillo, Carasa, Escalante, Marroquín, Mioño, Muñatones, Otañes, Salazar, Solórzano, Velasco, etc., figuran como nodos múltiples interconectadas, es decir, con mayor capacidad de interrelación. 

 


  • Pereyra, O. V. “Redes clientelares, agentes y dependientes en el espacio señorial castellano. Dinámica de articulación de linajes y elementos para su análisis” en Cuadernos de H Ideas [En línea], vol. 11, nº11,diciembre 2017, consultado…; URL: http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/cps/article/view/4543
En Laredo las luchas banderizas fueron entre los linajes de la Obra y Villota.


LINAJES LOCALES.

Los linajes locales más poderosos en Soba fueron los Ezquerra de Rozas ( localidad en la que tenían su torre solar ) y los Zorrilla de Santayana y luego de San Martín ( donde también tenían su torre ). El famoso historiador García de Salazar contaba en 1471: "Duraron estas guerras entre estos linajes de Ezquerras y Zorrillas 22 años, que nunca descansaron tiempo alguno, en las cuales murieron 35 hombres".

Los Zorrilla se apoyaron en los Velasco, poderosa familia castellana que en el año 1300 recibió de Fernando IV el señorío sobre las tierras de Soba. Los Ezquerra encabezarían entonces la resistencia de los campesinos contra las pretensiones de la familia Velasco de dominar el valle. De este modo, Sancho Ruiz de Zorrilla, merino de los Velasco en Soba murió en una batalla entre Zorillas y Ezquerras en Somavilla, barrio de San Pedro de Soba.

Conforme el poder los Velasco fue creciendo, también lo hizo el de los Zorrilla que con sus tasas y exigencias provocaron más de un conflicto. Con el fortalecimiento de la monarquía en el siglo XVI y la decadencia de la casa Velasco, los sobanos trataron de volver a ser un valle de realengo ( dependiente solo del rey ), pero persistiría su condición de señorío hasta la época moderna, en la figura del Duque de Frías (sucesor y heredero de los Velasco).

Por tanto el asentamiento de la población en Soba tiene lugar a lo largo de los siglos IX a XIII como prueban algunas tumbas de lajas encontradas en torno a varias iglesias del municipio. A partir de este siglo XIII emerge en Soba una nobleza local que comienza a acaparar propiedades y privilegios sustentada por el poder de las armas de sus caballeros y escuderos.

La situación geográfica de Cantabria, a caballo entre los reinos cristianos de León, Castilla y Navarra hizo que su territorio sufriera directamente las tensiones fronterizas entre ambos, lo que dio lugar a sucesivos fraccionamientos e integraciones parciales en unos y otros. A comienzos del siglo XIII se estabilizan las fronteras de estos reinos y vuelve a documentarse la presencia de una Cantabria unida territorialmente. En este periodo Alfonso X lleva cabo una reorganización de las merindades, integrándolas en la Merindad Mayor de Castilla y reconociendo como tales las viejas comarcas de Asturias de Santillana, Liébana, Campoo, Trasmiera y la zona de Asón y Ontón, en ocasiones denominada como Vecio.

A partir del núcleo inicial formado por la Hermandad de las Cuatro Villas -Santander, Laredo, Castro-Urdiales y San Vicente de la Barquera- se forma la Hermandad de las Marismas, uniéndose así a todos los puertos importantes situados al este de Asturias.

De los puertos cántabros se formaban y partían armadas con destino al resto de Europa y el Mediterráneo. Las referencias sobre sus hecho de armas se ven incrementadas a partir del siglo XIV con las diferentes marinas de guerra que actuaron en el Mediterráneo. Cada una de las Cuatro Villas de la Costa comprometían al rey una galera siempre dispuesta, así como su respectiva dotación armada.

Fue tal la importancia que la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa tuvo que llegó a rivalizar con la Liga Hanseática, frenando su expansión hacia el sur del Arco Atlántico.

Durante la Guerra de los Cien Años, la política naval de los Trastámara elegirá Santander como base naval de las sucesivas armadas que se organizaron. De este puerto partieron en 1372 las 12 galeras comandada por el almirante genovés Ambrosio Bocanegra que vencieron en la Batalla de La Rochelle frente a los ingleses, o la del vallisoletano Pero Niño, quien atacó Plymouth, Portland y otras ciudades inglesas y llegó a remontar con sus naves el Támesis.

Navegantes y barcos de la armada cántabra formarían el germen de lo que sería la futura Marina Real de Castilla.

La participación cántabra en la reconquista de la Península Ibérica a los musulmanes se fraguó en dos frentes. Por una lado mediante una función repobladora de los foramontanos y por otro a través del esfuerzo de guerra de sus gentes.

Desde el siglo XIII, en el que marinos cántabros se distinguieron en la de diferentes ciudades musulmanas (Cartagena, Tarifa, etc.), fue constante e ininterrumpida su participación en el proceso de consumación de la Reconquista castellana en la mar. La flota de naves de las Cuatro Villas de la Costa participaron también en la toma de Sevilla en 1248, rompiendo el puente de barcas que unía Triana y Sevilla al mando de Ramón Bonifaz. Este hecho de armas ha quedado representado con una nao y la Torre del Oro de Sevilla en el escudo de Santander.

Por otro lado ciudades andaluzas como Cádiz y El Puerto de Santa María fueron repobladas con familias procedentes de los puertos del Cantábrico. En el caso de Cádiz la mayoría procedían de Castro Urdiales, y en el del Puerto de Santa María, de Santoña, conocida entonces como Santa María del Puerto.

Ya durante la última acción de la Reconquista, en la toma del Reino de Granada, asistieron a los Reyes Católicos para su conquista los distintos valles y villas de Cantabria mediante soldados de Trasmiera y Asturias de Santillana por tierra y en la mar marineros de las Cuatro Villas. Buena parte de los fueros, privilegios y franquicias conseguidos por estos valles y villas los obtendrían de los reyes de Castilla en reconocimiento a su participación en el esfuerzo llevado a cabo durante la Reconquista.


Con los Reyes Católicos desaparece la Hermandad de las Marismas, quedando el Corregimiento de las Cuatro Villas, que abarca las áreas de influencia de los puertos de la antigua Hermandad de las Cuatro Villas (casi toda Cantabria). Sus juntas se celebraban o en Bárcena de Cicero o en turno rotatorio entre las villas que la componían, prestándose especial atención a que ninguna prevaleciera sobre las demás.

LINAJES.

Se puede decir que a lo largo del tiempo linajes castellanos, vascos y otros que nacieron de la misma Cantabria, empezaron a llenar las tierras cántabras. Al emigrar eran conocidos con el apellido de la población de esos lugares.

En mi caso se dan estas tres situaciones; linajes castellanos, vascos y propios cántabros llenaron esta provincia.

"Al investigador que escudriña la historia de nuestra provincia le ofrece la villa de Laredo los blasones y preeminencias de sus cuatro principales linajes: Cachupín, Villota del Hoyo, Escalante y la Obra; Santander le cuenta y refiere, como más antiguos y de más renombre, los de Escalante, Sánchez, Arce, Pámanes, Calderón y Calleja; y la antañona Santillana del Mar tiene a gala hablarle de las familias de Barreda, Polanco, Velarde y Villa, a la vez que los demás pueblos de nuestra región recogen con orgullo en los anales de sus acontecimientos los nombres de otros linajes que han dado prestigio y nombradía a los humildes concejos montañeses."
(http://centrodeestudiosmontaneses.com/wpcontent/uploads/DOC_CEM/ARCHIVO/Archivo_casas_Escalante_y_Mori_1931.pdf por Tomás Maza Solano, Santander, 1931.)

En Santander linajes importantes fueron los Santa Clara, Solórzano, Polancos, los Barcenilla, los Camargo, los Santiago, los Honayo, los Alvarado, los Alvear, los Agüero, los Herrera, los Setién.




                                            Linajes fundacionales de Laredo. Los llamados Omes Buenos.


VALLE DEL SOBA.

Se tiene poca documentación escrita de la época romana y de las primeras comunidades de la Edad Media. Aparece algo en el año 863 relacionado con los monasterios de Aja y en los cartularios de San Salvador de Oña y Santa María la Real de Nájera. La documentación más importante es la del siglo XIII, con los linajes de los Ezquerra de Rozas y los Zorrilla, que más tarde se van a vincular a la familia castellana de los Velasco. Esta familia tuvo el señorío de Soba a partir de 1300, privilegio que otorgó el rey Fernando IV.


A finales del siglo XIV, Soba fue incluida en la Merindad Mayor de Castilla la Vieja. Hubo grandes enfrentamientos entre las dos familias. En 1473 Enrique IV nombró Condestable de Castilla a Pedro Fernández de Velasco que ya tenía el señorío de Medina de Pomar, Briviesca y Frías.

Pero PALENQUE da entrada a hechos socioeconómicos, como cuando dice “Los Cereçedos y Gómez y Ribas y Condes y Albehares y Zorlados, Caburrados [y] Passadillas son antiguas familias en el valle de Aras, si bien algunos pobres, salvo los Albehares y Zereçedos que ban pujando mucho y de todos a abido y ay ylustres barones”. Noticia de que algunos, pese a sus ancestrales blasones, iban de capa caída o siempre pasaron penurias y de otros que hacían plata y
medraban en su tiempo; sin que ello sea óbice para que estos linajes, pobres o ricos, antes o después, pudieran dar personas de valía. 

Transcripción131 parcial del Mss. 3455 de la B.N.E.

[fº 27r]”Ay en Carassa cuatro barrios en que se dibide el lugar:
Ruseco, Camargo, Hontañón [y] Somarriba y de todos estos apellidos ay
hidalgos antiguos ende, si bien algunos an tomado y ussan de algunos
destos apellidos de poco tiempo a esta parte, abiendo benido de otras
partes ygnotas a cassar allí. Ay también cassa y apellido de Carassa que
agora es binculada y aún dícesse que lo fue con más anplitud en tiempo
antiguo, mas desto no ay buena [razón]. Áyla de que fueron ombres
principales y de balor, conpetidores de los Hontañones y ubo entrellos
muertes, con que los Hontañones se enpobreçieron. Desta familia de
Carassa fue el que pobló y fundó la cassa de la Torre y tomó aquel
apellido, que agora es bínculo, abrá çien años poco más o menos. Ay
barrio también y familia de Agustina, que fueron jente noble; aunque oy
algunos usan del apellido que sus passados por barón, tubieron otro. Ay
cassa y linaje de la Maça, que es de bínculo y de ella a abido muy
ylustres ombres. Ay también apellido de Landeras, del qual ubo dos
ombres en particular, hermanos, uno probissor canónigo y cardenal de
Santiago de Galiçia y otro oy, dondel Real Consejo de Indias; ylustres y
justos barones y que dieron a muchos la mano; eran por madre de los de
Carassa y de Belasco; oy es bínculo. Ay los Ga [fº 27v]lindos, apellido
antiguo en León y Castilla y en este lugar familia muy antigua aunque
pobre. Ubo apellido y ay barrio de Soqueto y del Escajal, solares por sí,
y apellido de la Serna; ubo Viyas y Picoçes. Ay sitio y apellido de Nobal y
del Carril y Piedra y de los más dellos hay las señales dichas.

En toda la Junta de Boto, adonde este lugar es incluso, no sé que
aya cassa solariega con bínculo que no se sepa quando començó si ya no
le tienen en Secadura alguna de las de Albarado que allí ay, de donde
desçiende el conde de Billamor y otros caballeros ylustres y prinzipales.
Ay los Begas y Sisniegas y Secaduras y Poços, linajes antiguos. Los
Cereçedos y Gómez y Ribas y Condes y Albehares y Zorlados,
Caburrados [y] Passadillas son antiguas familias en el valle de Aras, si
bien algunos pobres, salvo los Albehares y Zereçedos que ban pujando
mucho y de todos a abido y ay ylustres barones. Los Sánchez y de la
Piedra en San Bartolomé; en Bueras, los de Bueras y de la Maça,
Hornedal, Balles [y] Hontanillas son antiguos. En Padiérniga, los
Berriezas, los Barones, Madernes y los del Hoyo, Santisteban, Quintana
[y] Fonfría; y por Buega, los de Buega; los Ríos de Bádames; los de

Llánez, los Fonteçilla, los San Romanes; de Nates los de Susvilla y en 
Rada los de Rada, espeçial[mente] los Bélez de Rada, de quien se haçe
memoria en la [fº28r] corónica del rey Don Pedro de Castilla. Los Cajigas
y los Castillos y de la Llana y otros muchos que no se nonbran todos son
hidalgos antiguos de solares conoçidos en la Junta. En Riaño ay tres
solares antiguos: Llanos, Sierras y Gándaras. Entrambasaguas: la cassa
de los Muñoçes de Helechino, muy nobles, y que a abido della personas
de balor: por madre desçendieron della los señores Azebedos (hermanos),
arçobispo, obispos, patriarca y presidentes [del Consejo] de Castilla, que
fundaron cassa y palaçios en Oznayo, cuyo solar antiguo o familia es en
el lugar de Hoz de Anero: allí son los solares de la Ssota y de la Rigada y
otros. En Agüero, Bostantigua y otras partes, ay cassas de los de Agüero,
cuya antigüedad y nobleça se puede anteponer cassi en Trasmiera
(dígolo sin sangre dellos, afiçión ni passión), porque en el tiempo que en
las corónicas antiguas ni prebilejios no ay memoria de otro linaje della.
Hallo en la del rey Don Alonsso onçeno y Don Pedro “El Cruel” su hijo y
otros a Pedro González de Agüero, estimado y contado por uno de los
más prinçipales caballeros de aquel tiempo.Y aúnque después, en tiempo
de Don Juan segundo, cayeron quando otros muchos rebeldes, todabía es
jente de mucho lustre y antigua nobleça, puesto que barón de barón oy
no ay ninguno según común fama antigua, porque los apellidos qua ay, o
son tomados a casso y otros de los solariegos son por hembras. La cassa
de Solórzano y la de Castillo, que por hembras se incorporaron en la de
Hoyos, son antiguas y preminentes. La de Benero, la de Ysla y los Balles
y Villas y Cobillas, Colinas, Rugamas, Santeliçes y otros muchos que son
solariegos antiguos, de aquella tierra de Trasmiera, porque ay lugares o
barrioso tierras o sitios que corresponden a sus apellidos. Naturalmente,
es jente [tachadura] y en que ay muchos maestros de cantería y otras
artes, ansí mecánicas como liberales y grandes escribanos. Diría yo que,
por general, domina en ella el signo del ariete133, a quien son atribuydas
las obras de cantería.
Puerto de Santoña: billa antigua que agora es del Ducado de Lerma,
aquí, en la yglessia [fº28v] parroquial, diçen que está enterrado un rey
de los godos que allí tomó puerto; esto es tradiçión de la tierra, puesto
que no e bisto ystoria que diga que biniesen por mar godos a España.
Sería de los sueçios o normandos que todos son beçinos de los godos al
setentrión y estos binieron por estas costas a Galiçia y a Asturias y a
otras partes. Aquí hay linajes y apellidos antiguos, como los Maedas y
otros.
Síguesse la villa de Laredo134, poblada en tiempo del rey Don

Fernando “El Santo”, que ganó a Sebilla, como consta del pribilejio de su 
fundaçión, que yo bi. Los barrios de arriba: de Seña y de Tarrueça son
más antiguos y destos se dio principio a su poblaçión. Desde entonçes ay
cuatro cassas solariegas que son Cachupines, Hoyos, Villota y de la Obra
y, aunque según lo que ba dicho quel origen de las cassas y solares fue
antes de la perdiçión d’España, de algunos o en ella [sic] de otros de los
nobles que se retraýan a las montañas, Vizcaya, Álaba, Gipuzcua y otras
partes, huyendo [d]el furor y buena fortuna de los moros.Y estas de
Laredo, en esta consideraçión, son más modernas o nuebas e todabía
para en aquella billa, son de los primeros pobladores della y reconoçidos
y preminentes, cuya nobleza es notoria en aquella tierra. Síguesse el
lugar de Colindres, lugar y aldea ylustre por los muchos naranjos y
limones que lo haçen abundante, y otras grangerías y creo que pùedo
deçir que es la mejor aldea de su número que tiene Castilla. Aquí ubo,
desde antiguo, cuatro solares y familias antiguas: los de Mori, Puertas,
Nadales y Sernas. Síguesse Limpias, muy buena aldea; y ésta, Colindres
y Balmaseda ganaron prebilejio del rey Don Enrique primero, por preçio
de siete miñ y quinientos florines, para goçar de los prebilejios de
Bizcaya y unirse al Señorío y lo conserbaron largos años; Balmaseda
siempre lo a continuado, Limpias con alguna quiebra; Colindres con el
tiempo lo a perdido. Algunas cassas y solares muy antiguos, como la de
Palaçio, muy [fº29r] preminente, con diezmos, patronazgos y onores, que
es mayorazgo antiguo. También ay otra de Palaçio distinta desta. El solar
del Ribero, de la Cassa, de la Piedra, d’Espina, de la Dehessa, Rucoba,
Forcacha y otros; y de algunos de estos apellidos ay personas que
algunos son del solar antiguo y otras no.
Síguesse Ampuero, a donde fue muy ilustre la cassa de Pieragullano
y tubo jurisdiçión por sí y sobre sí, cuyo territorio le dezmaba (que oy, por
manda de una señora della, última possedora, lleba los diezmos el
cabildo de Laredo, sin otro título) y parte del de Limpias. Ay la cassa de
Tabernilla, fundada por ella en el tiempo que el camino real yba de
Laredo por la cassa y a Pieragullano y por la ribera del río de Marrón a
Tabernilla y sierra de Balmuque y a pasar la puente que abía antes de
Bárçena de Bolado y a salir a otra junto a la yglesia antigua de San
Pedro de Ramales. Ya de entrambas cassas no ay mayorazgo ni apenas
barón de barón. Los Llanillas berdaderos son de aquí; ay el solar de los
Hierros, Çerbiagos, Caminos, Rascones, Cuartas, Calçadas y otros. Este
lugar es del dominio del signo del cancro135, a donde está la exaltaçión de
Júpiter y la cayda de Marte. La yglesia antigua es Samamés de
Çerbiago, la de abajo, de Santa María es nueba fábrica sobre una

hermita que fundaron los de Tabernilla; es la yglesia también serbida de 
saçerdotes como la ay de al día en el arçobispado y adonde jamás
faltaron benefiçiados saçerdotes de letras, balor y respeto. Y tampoco a
faltado, o pocas beçes, en este lugar playtos [sic] injustos y cassos alebes
o muertes por desastres.
Síguesse luego Hoz de Marrón, adonde fue y es la antigua cassa de
Marrón, muy preminente, de mayorazgo antiguo, con diezmos y onores; y
es opinión antigua que el mayor della crió al conde Fernán Gonçáles de
Castilla [fº29v] de Castilla [sic] con todo cuydado y ssecreto y que lo
tubieron en una torre que oy tienen en el lugar de Ampuero, en lo llano
que allí no abía en aquel tiempo, ni mucho después, otra cassa sino ésta
y las que ban dichas en Pieragullano y Tabernilla. Y de la criança del
niño conde se le dió el nombre a Ampuero, que por tenerle allí, decían, a
los caballeros que lo benían a ber, “allí tienen el muchacho” (que es lo
mismo [que] en latín “anpuero”). La familia de los Gómez es muy antigua
en Hoz. Los Ribas en Udalla, aunque diçen fueron del Balle de Aras. La
cassa de Fresno, de Maças, muy antigua, del otro lado del río. Y en
Rasines la de Sarabia, muy prinçipal, con diezmos y patronazgos. Aquí y
en Jibaja ay muchos Giles, que tienen diezmos y patronazgos entre sí
dibididos; y el mayorazgo dellos se sabe quando començó. Díçense
parientes o hermanos de los Sarabias [y] son antiguos de aquella tierra.
De los Sarabias berdaderos ay pocos barones de barones. En Çerezeda,
los Caxigas, Lomberas, Hedillas [y] Helgueros son solariegos de allí. Más
bajo está la cassa de Badallares, que fue muy noble y por delitos se
perdió. Los Ruyçes y Rebillas son antiguos en Ramales. En Ruesga los
Coteras, Cornejos, Balles, Matienços [y], Aredondos, familia muy tendida
y unida entre sí, mas de ninguno ay mayorazgo tan antiguo que no se
sepa quando començó. Ay López, Cotillas y otros más linajes antiguos.
En Soba, la cassa de Santayana, nobilíssima, ya con el tiempo se a
decaydo, ella y su mayorazgo, diezmos y patronazgos. Ay la de Roças y
agora la de los Çorrillas que llaman de San Martín, a diferiençia de otros
que ay más nuebos deste apellido. Ay los Sánchez [fº30r] de Casiguera,
los Peñas, los Regules, los del Corral, los Pilas y otros muchos solariegos
deste balle.
Esta tierra, toda hasta la billa de Cueto, passada la de Santander,
fue antiguamente Asturias de Nabarra y de su Corona, como costa de
merçedes fechas por los reyes de Nabarra y otros caballeros a los
monesterios de San Millán de la Cogulla y Santa María la Real de Nájera,
de eredades, diezmos y terçias de yglessias, espeçial[mente] de uno de
San Millán en la era mil y treynta y siete, a los seys días de diçiembre,

que dona Diego Álbarez de Asturias a San Millán y a Don Sancho, obispo 
y abad deste monesterio debajo de la regla de San Benito, los palaçios
que tenía poblados , con sus collazos, en Asturias en la ribera del mar, en
el lugar llamado Somo «cum diuisa et usu antiquo a senibus testificato».
Hiço esta donaçión en el capítulo de San Millán, con sus hijos Albaro
Didaco y Bela Didaco, hallándose presentes Fortún Sánchez y Azenar
Sánchez y Nuño Albarez. Y esto fue en tiempos del rey Don Sancho de
Nabarra “El Grande”, hijo del Rey don Garçía y de Doña Ximena, su
mujer, en cuyo tiempo ay muchos pribilejios en el monesterio de Nájera
que haçen memoria destas Asturias que agora es Trasmiera la mayor
parte. Quien quisiere ber esto más a lo largo, lea la istoria o corónica de
San Benito que escribió Frai Prudençio de Sandobal, monje benito,
número segundo, folio 62.
Por esta parte al oriente entran luego las Encartaçiones de Bizcaya
en el Balle de Carrança, que confina con la Junta de Parayas, a donde
son Giba[ja] y Rasines, que esta Junta fue antiguamente del juzgado de
las Merindades de Castilla Bieja. Las Encartaçiones, cuya audiençia y
cabeça es en Abellaneda, se componen del Balle de Carrança, del de
Torçíos, el de Sopuerta, Zalla, Güemez, Somorrostro y otros en que ay
ylustríssimas cassas infanzonas, como la cassa de Salzedo, Hurtados de
Mendoza, la de los [fº30v] Puentes, Hurtados, de Traslabiña, la de los
Maroquines de Montehermosso y otras muchas; y muchas cassas llanas
y solares antiguos de notorios hijosdalgo. Desta de Montehermosso
desçiende la de Maroquín del Balle de Gurieço, adonde esta la de los
Arces, muy antigua (si bien se sabe cuándo començó su mayorazgo por
papeles) y los diezmos que tienen fueron comprados a un fulano de
Guebara, alcayde de Cuéllar”.
[...]136
[fº 31r] “En el Balle de Carrança, [en el] que todabía se conserban
los bandos como en lo demás d’Encartaçión, de Jiles y Negretes, ay siete
cassas conoçidas en lo antiguo y otros solares; estas son, de los Jiles: la
de Santesteban, la de Ahedo, la de la Lama; de los Negretes: la de
Concha, la de la Palenque de Paúles, que primero se llamó de la Torre,
hasta la batalla de las Nabas de Tolossa, [en] que un señor de esta
cassa se halló, con otros muchos de la tierra, con el rey de Nabarra (que
debía ser suya aquella tierra en aquel tiempo). Y por ser caudillo o
capitán y aber rompido o entrado en el palenque de grandes cadenas y
jente que el rey moro Mira[ma]molín abía fecho para guarda de su

persona real, se llamaron «de la Palenque», como de antes «de la Torre»”.

(Fuente de información:ALGUNOS SOLARES DE “LAS ASTURIAS DE NAVARRA”,
SEGÚN DOMINGO DE LA PALENQUE (1640), Ascagen 10, Otoño 2013.
Luis Bartolomé Marcos 
 file:///C:/Users/El%20Celtita/Downloads/Dialnet-AlgunosSolaresDeLasAsturiasDeNavarraSegunDomingoDe-4703017%20(1).pdf).

ARCE.





Uno de los apellidos que yo llevo es el de ARCE, como indica arriba uno de los linajes más antiguos que hubo en Santander. Originarios de la montañas de Santander, del lugar llamado Arce, Ayuntamiento de Piélagos, siendo esta última la más generalizada y admitida, y añaden que el tronco de todas las ramas de los Arce fue Rodrigo de Arce, Caballero castellano muy poderoso, Señor de siete merindades y otros muchos heredamientos, fundador de la Casa y Solar del lugar de Villarias (entre Espinosa de los Monteros y Medina de Pomar), y progenitor de las tres Casas de Arce, de Villarias, de Carriedo y de Piélagos, de donde dimanaron todas las demás.

A pesar del talante riguroso de nuestro autor(De la Palenque), en lo referente a no
creerse, sin más, viejas consejas, no deja de valorar por encima de todo
la ancestralidad en lo referente al origen de los linajes. Por ello
minusvalora a las familias o los eventos procedentes de documentación
reciente; así, cuando escribe, hablando de los de Ruesga: “de ninguno
ay mayorazgo tan antiguo que no se sepa quando començó” o de los de
Guriezo: “adonde estaba la de los Arce, muy antigua, si bien se sabe
cuándo començó su mayorazgo por papeles”. Eso de saberse “por
papeles” parece que palidece frente a la mucha antigüedad transmitida
por vía oral. Es lo que se ha llamado “el rechazo al pasado inmediato”;
la antigüedad del linaje, en una tierra de hidalguía universal, es de lo
único que se puede presumir (o inventar) en punto a la honra y gloria
clánica. 

Parece lógico que por la cercanía mi antepasado provenga de la de Carriedo.

Los Arce quienes ejercieron la autoridad señorial en Villarías. Esta familia procedía de Arce, en el valle de Piélagos (Cantabria). Descendientes del caballero Rodrigo de Arce –las tres casas de Arce: de Villarías, Carriedo y Piélagos proceden de él- se extendieron por toda España e incluso en el virreinato de Nueva España. A finales del s. XVI y durante el XVII, varios Arce ingresaron en diversas órdenes militares y alcanzaron títulos nobiliarios. La rama que se instala en Villarías en el último tercio del s. XIV prosperó a la sombra de los Velasco con los que estableció vínculos familiares.

García Sánchez de Arce es un personaje del entorno de Pedro Fernández de Velasco, hijo de Fernando Sánchez de Velasco, del que, bien pudieron recibir la ocupación usurpada de Villarías. En esta situación el monasterio de Oña debió considerar ventajoso deshacerse de una propiedad que no controlaban, así es que el 4 de agosto de 1392 cambiaron sus propiedades en Villarías y en Santa Marina por otras en Hontomín que eran de García Sánchez de Arce, o más bien de su mujer Juana Sánchez de Barahona, quienes crearon la Casa de Arce y señores de Villarías a partir de este cambio.

Lope García de Salazar, el fantasioso “primer historiador de Vizcaya”, en sus “bienandanzas e fortunas”, escribe que, entre los Arce, "del que ay más memoria, que más valió, fue Garci Sánchez de Arse, que fue, seyendo escudero asás de poca renta, venir de contino con Pedro Ferrandes de Velasco, e valió mucho con él, e casó, e pobló en Villerías". 



El Salazar lo debió menospreciar al estar asociado a los Velasco porque no era ya un escudero de poca renta sino que, gracias a sus patronos había prosperado con los Trastamara. Incluso su mujer era ama del Rey. De hecho, Enrique III le había donado el monasterio de S. Vicente de la Maza, en el valle de Guriezo, "con todos los pechos y diezmos, y rentas y derechos que él había"; prestó dinero a su hijo Gonzalo para que comprara la casa fuerte de Población de Valdivielso "con las heredades e parrales e otras cosas que le pertenecen"; y tenía "casas fuertes e llanas, heredades e solares, e molinos e molinares" en la zona de las Asturias de Santillana.



A este respecto hay que corregir la afirmación de García Sainz de Baranda que consideraba Villarías creado por García Sánchez de Arce en el siglo XV puesto que toma los datos de Lope García de Salazar en el que no se cita fecha. García Sánchez de Arce debió levantar la torre bajomedieval al lado de la iglesia; torre de la que, en los años 80 del pasado siglo, no quedaban más que un montón de piedras y a la que se llegó a llamar fortaleza en alguna ocasión.


¿Y ese odio del Salazar? Pues porque Arce era del enemigo como lo muestra este relato de unos hechos de 1385: Juan Sánchez de Salazar (un genuino buscalíos) fue "a Villerías fablar a Garci Sánchez de Arce, que era governador de Juan de Velasco, que era muerto Pedro Ferrandes, su padre, e él queda pequeño, con LX omes, e prendiolo ally, no como devía... e soltolo por CC ducados que le enbiaron luego de Somorrostro, e vínose a su casa". Así se las gastaban entonces.



Este Garci Sánchez de Arce, en 1396, obtuvo del rey Enrique III un albalá de merced, que le autorizaba a "hazer mayorazgo de la su casa fuerte de Villerías y de otros bienes". En este documento Garci Sánchez de Arce se dice hijo de Garci Saiz, "amo de mi señor el rey e su camarero", y manifiesta que estaba casado con Juana Sánchez Baraona, "ama del dicho señor el rey". Constituye el mayorazgo en favor de su primogénito Gonzalo de Arce pero tenía otros tres hijos y cuatro hijas, una de ellas, Constanza Sánchez, casada con Fernán Sánchez de Velasco.


El mayorazgo contenía: "La casa fuerte de Villerías, con todas las otras cosas solariegas, e solares, e vasallos, e parrales, y heredamientos de pan e vino coger e lleuar, árboles de leuar fruto e no fruto, molinos e molinares, e presas e represas, y prados y pastos, montes y exidos, y dehessas, y aguas corrientes e estantes, de la piedra del río a la foja del monte y de la foja del monte a la piedra del río, que yo, el dicho Garci Sánchez y Juana Sánchez, mi muger, hauemos y heredamos, nos o qualquier de nos en qualquier manera y por qualquier razón en el dicho lugar de Villerías e en sus términos; y en santa Marina e en sus términos; y en término de Medina fasta la Conclouera; y en Villanueua de la Lastra e en sus términos; en Quintanula de los Adrianos y en sus términos; en santa Cruz de Andino y en sus términos; en Villaitre y en sus términos; y en Villacilis y en sus términos; y en Queciles y en sus términos; en el Aldea y en sus términos; y en la dehessa de Orispe, con todos sus montes y prados, y pastos, y todos los otros pechos, derechos, e con el señorío, e con la justicia ceuil y criminal.., y con la merced de los quinze escusados que yo, el dicho Garci Sánchez, he de mi señor el Rey en el dicho lugar de Villerías e en sus términos, y en los otros lugares que los yo llevo".



Evidentemente no hay nada como arrimarse a un buen árbol. Claro que no siempre ocurre y algún Arce se torcía. Saltemos al año 1421, cuando Las Merindades tratan de retornar a realengo. Tenemos del lado antivelasco a Juan de Arce, hijo de García Sánchez de Arce. Durante cuarenta días cercaron Medina: "Aposentáronse todas estas gentes en Villerías e en Rueda e en rededor de Medina". Pedro Fernández de Velasco, señor de Medina, sobornó a los cabecillas nombrándoles merinos en la Castilla Vieja bajo su control.


También encontramos en la Guerra de Las Comunidades a un García de Arce del lado comunero. Otro visionario. Pero la familia capeó bien el temporal. Al fin y al cabo las purgas del emperador no fueron tan graves como hubieran podido ser. Así vemos que en 1519 Diego García, vecino de Villarías, vendió a García Sánchez de Arce -señor de Villarías- partes de casas y en 1548 tenemos a Martín López y su hijo Mateo vendiendo a Marina de Arce siete tierras. Lo mismo ocurrió con Isabel González, viuda y vecina de Medina de Pomar. ¡Es un no parar de compras! En 1550, Pedro de Salazar y Juana de Salazar, su mujer, vendían a García Sánchez de Arce Cabeza de Vaca y a Marina de Arce Manrique, su mujer, unas casas en Villarías tejadas y sobradas con su corral delante.



García Sánchez de Arce, Capitán general de las Merindades de Castilla-vieja.



En 1631 el mayorazgo debió ser comprado por Luis Ladrón de Guevara y María de Padilla. El término de Villarías contaba en 1707 con las ermitas de San Roque, de Santa Marina, y de San Quirce. Tiene los despoblados de Paredes en el caso de San Quirce; además, de los protohistóricos y antiguos de los La Lastra y los Valle y de Prado Quintana y su advocación San Andrés.


Antonio Gallardo Laureada dice que don Sebastián de la Cuadra "compró a los marqueses de Olías y Mortara la villa de Villarías con todas sus casas, molinos, dehesas, derechos de aguas, pastos, montes y la jurisdicción criminal y civil del término, cumpliendo, así, la condición para ostentar el marquesado." Bien, bueno, vale pero no debió ser la venta tan amplia pues según el catastro de Ensenada, quince años más tarde de la concesión del marquesado, se indica que el marqués de Mortara poseía en Villarías "una casa torre en esta villa que tiene de ancho catorce varas, dieciocho de fondo y quince de alto. Confronta por todos aires hacienda del señor marqués de Villarías."

MI ANCESTRO ARCE.

En mi caso en el 1600, proviene de la localidad de Valcaba.


Abajo, de color rojo está Valcaba. Allí habrían vivido Mateo de Arce y María Sainz sobre el 1600.



    Acta sacramental del bautizo en 1621 en la localidad de Valcaba, de Mateo de Arce, hijo de Mateo de Arce y de María Sainz. Padrinos: Juan Gutiérrez, hijo de Toribio Gutiérrez del Arroyo y María Sainz, esposa de Juan Zorrilla.



ZORRILLA DE SAN MARTÍN.

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Lo repite Manuel Sainz de los Terreros en la obra “El muy noble y leal Valle de Soba”, y el gentil D. Manuel indica en la página 185 refiriéndose a los linajes de su querido Valle: “Zorrilla, que del nombre diminutivo de un astuto animal procede este apellido, manifiesto está, y también se sabe de todos los que llevan este apellido, que hay muchos en Montija, Carranza, Ruesga y Castilla la Vieja”.
Respecto a los Zorrilla de Soba, se dice que poblaron Santayana. Fundaron Santayana ayudados por los Fernández de Velasco para combatir a los Ezquerras de Rozas, que se oponían a los Condestables de Castilla(los Velasco). Guerras de banderías.

A estos Zorrillas debió de pertenecer D. Juan, que a mediados del siglo XVI se titulaba Señor de San Martín, y en cuyo pueblo fabricó una torre inmediata a la iglesia. Añade Sainz de los Terreros en los “Apellidos de armas más usuales”, que le rodea el mote o leyenda siguiente, muy similar a los Setién: “VELAR SE DEBE LA VIDA, DE TAL SUERTE QUE VIVA QUEDE EN LA MUERTE”.

BIENANDANZAS E FORTUNAS.
Ya en los más remotos años vemos a través de la pluma de Sainz de los Terreros, multitud de Zorrillas o mejor Çorrillas con diéresis francesa. Estos son Juan Roys de Zorrilla, García Chapín de Zorrilla, Pedro Zorrilla de Cándano, o Sancho Roys de Zorrilla denominado “El Cano”, nombrado Merino de la tierra de Soba por D. Pedro Fernández de Velasco. En el libro XXV, en las célebres “Enemistades muertos y homicidios” se ve con claridad cómo murió Sancho Roys Zorrilla, y esta fue la sangre primera entre ellos vertida.
El apellido Zorrilla es oriundo y originario del Valle de Soba, y estuvo unido a otros linajes sobanos. Vemos apellidos compuestos, algunos ya citados como los Zorrilla de San Martín, Lastra, Concha, Gutiérrez, Cano, etc. En Soba se presentan ante los ojos de sus visitantes y oriundos multitud de escuderías que llevan el tizón de su nobleza, y éstas son, sin citar todas, las de Aja, en la que en una casona importante vemos un escudo timbrado. Esta casa fue de D. Pedro Vilella Zorrilla, “Marqués de la Mortara y Conde de Lences”, título este último que le fue dado a D. Pedro en 1.650. De esta etnia son además parientes la Duquesa de Ciudad Real, Marquesado de Mortara y Condes de Lences.

El escudo de la casa está compuesto por dos animales empinantes a un árbol arrancado y en el cantón superior izquierdo, un castillo, Armas de Zorrilla San Martín.

Resultado de imagen para escudo zorrilla de san martin

LA TORRE DE LOS ZORRILLA.

En La Gándara está la torre medieval de los Zorrilla(año1.535), en que se aprecian dos escudos situados a ambos lados de una ventana gótica y bajo una pequeña moldura con bolas, el gótico de cuyo ventanal tiene algo de inglés, dos escudetes a sus lados, que pregonan los tizones de su nobleza.
Las armas de los blasones son similares: el clásico árbol, las zorrillas empinantes y el castillo. Ya en el siglo XVII estaba arruinada, y lo prueban las declaraciones del célebre Catastro del Marqués de la Ensenada, indicando que por ser muy antigua, estaba arruinada, dándose la fecha de 1.752.
La capilla de La Magdalena, formaba parte de la torre, fue hecha en 1.598 por D. Juan Zorrilla de San Martín, Señor de estas Casas, la de La Gándara, y la Casa y solar de los San Martín, vecino de la villa de Espinosa de los Monteros. La torre gótica de La Gándara y las armas de los Zorrilla en Hazas de Soba en los barrios de La Vía y del Haya, la vemos junto al nombre de los Ortiz de la Torre. A su lado, el yelmo, acompañado con el tributo o tizón de la familia a que nos referimos, como en la casa de D. Juan Sainz de la Maza, en que un letrero campea con dos leyendas: Sainz de la Maza y Zorrilla.

En Barruelo de Ruesga, se aprecia también este apellido notable en la casona de D. Miguel Zorrilla de Ogarrio, y en un barrio también de este pueblo llamado La Cotera, refiriéndose a Ogarrio de Ruesga, se ve la torre de los Cornejo de Ogarrio, que entroncó con los de la banda Zorrilla por matrimonio en el año 1.725. En Riva igualmente tenemos una familia tal como la de Arredondo de la Riva, que casó con Dña. Mariana del Valle y Zorrilla, sobrina del obispo de Pamplona D. Pedro Fernández de Zorrilla.

De aquí nacieron después frecuentes riñas y combates entre los dos bandos, llegando á tal extremo el encono de aquellos odios locales, que en cierta ocasión salieron de Soba los Ezquerras y se trasladaron á Andalucía á buscar y matar á un Zorrilla, que allí se había refugiado huyendo la venganza de aquellas por haber dado muerte en Agüera á uno de los dichos Ezquerras, muertes y pendencias que siguieron hasta que los Reyes Católicos corrigieron con política y mano fuerte tales desmanes.


Al principio, el apellido de esta familia fue Zorrilla; pero ya en el siglo XVI tomaron las varias ramas que se derivaron de Sancho Ruys diversos nombres, generalmente el de los pueblos donde residían, y de ahí vienen los Zorrillas de San Martín, que proceden, se cree, de un D. Juan que mediado aquel siglo fabricó su Casa-Torre en el pueblo de San Martín, del que se tituló señor; también había Zorrilla de la Lastra, de la Concha y del Barrio, además de los que seguían llamándose Zorrilla á secas.

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Palacio de los Zorrilla de San Martín.


MI ANCESTRO ZORRILLA DE SAN MARTÍN.


En mi caso sobre el 1650, tengo a mi ascendiente Don Pedro Zorrilla de San Martín, al parecer nacido en Arredondo, muy cerca de la villa de San Martín(quizás nieto o biznieto del originador del apellido en San Martín, Don Juan Zorrilla de San Martín, fundador del Mayorazgo y hacedor de la Casa-Torre en 1553), casándose, mi antepasado, con Doña Bernarda de Helguero en Ogarrio, Ruesga. Su hija, Isabel Zorrilla de San Martín se casa con Don Rodrigo de la Lastra afincándose después en la vecina villa de Mentera-Barruelo. Por lo que en mi caso, se enlazan los linajes de Zorrilla de San Martín con el de la Lastra.


                                                             Escudo del linaje Helguero.


                                                         Escudo del linaje de la Lastra.



     En la flecha roja notamos la ubicación de San Martín origen del apellido por Don Juan Zorrilla de San Martín. Arriba tanto Arredondo como Ogarrio lugar al que pasaron mis ascendientes.

LINAJES IMPORTANTES EN LA ZONA DE CANTABRIA ORIENTAL.

Voy a empezar con dos de estos linajes que yo tengo; los de ARREDONDO Y ALVARADO, según el magnífico trabajo de Osvaldo Víctor Pereyra en "Pereyra, O. (2018). Familias, linajes y poder señorial: aspectos de movilidad y articulación de los entornos rurales a los urbanos en el espacio cantábrico. Trabajos y Comunicaciones (48), e070. En Memoria Académica. Disponible en:http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.8619/pr.8619.pdf "se dice lo siguiente: 

"Nos centraremos ahora en algunos de estos linajes principales que participan en la red clientelar de dominio político establecida en estos espacios de la actual zona oriental de Cantabria analizando específicamente su dinámica de integración, así como la movilidad territorial y sociopolítica alcanzada. En este sentido me centraré en cinco de estos linajes principales que son: los Arredondo / los Ahedo (Haedo) / los Varado(Alvarado / y los Ibarra (Vega)

Linaje de los Arredondo.

Según la documentación proveniente de la casa de Velasco, en los territorios del valle de Ruesga
(Trasmiera) el ejercicio de la jurisdicción señorial sobre este valle -juntamente con los de Soba y el deVillaverde correspondía a un único corregidor señorial. Este representante era, en tiempos de don Pedro Fernández de Velasco II, Ier Conde de Haro, don Juan García de Redondo (o Arredondo).  Dicho linaje de los Arredondo poseía su solar originario en el pueblo de ese nombre ubicado en el valle de Ruesga. Muchas veces, la antigüedad de este impide saber si es el linaje el que otorga el nombre al lugar o bien es la locación de donde esta familia toma su apellido. Sin embargo, en el caso de los Arredondo hay menciones tempranas de una antigua locación cercana a Santander que -en tiempos de la invasión musulmana- sirvió de refugio vascones, celtas y godos, y así Arredondo pasó a ser el apellido de diferentes familias que pasaron por allí.

Las primeras menciones documentales colocan a los Arredondo participando activamente en las luchas de banderías entre Giles y Negretes en los territorios de Trasmiera. Lope García de Salazar en sus Bienandanzas e Fortunas, refiere a la importancia de los descendientes de dicho linaje. Es posible inferir entonces que ese don Juan García de Arredondo -mencionado profusamente en la crónica banderiza- es la misma persona que estuviera al servicio del poderoso linaje de los Velasco. Tenemos datos que concuerdan con ello, por ejemplo, en el reconocimiento de la deuda que mantiene el “concejo” y “hombres buenos de Lorza y Socueva del valle de Ruesga” con los Velasco, correspondiente al pago de “los pechos y derechos” señoriales de estas poblaciones.  De igual forma encontramos menciones a la participación con su parentela en los en los múltiples conflictos en la región e inscriptos en la lucha de bandos, así como en diversos pleitos impulsados contra representantes de este linaje con vecinos de las poblaciones ubicadas en
estos espacios de Trasmiera. Otros documentos hacen referencia a la relación de algunas de las ramas colaterales de este linaje como miembros de la red de agentes señoriales de los Velasco vinculados matrimonialmente entre sí. Lo cierto es que de este tronco primario de los Arredondo ubicado en Ruesga se irán estableciendo y formando con el paso del tiempo- distintas casas sobre las ramas colaterales del linaje en Riva, Ogarrio o Bárcena de Cicero ( todas ellas localizadas en la merindad de Trasmiera) y que siempre tomaron como solar principal y originario a los Arredondo de Ruesga. Desde dicho espacio de la “Montaña” representantes de esta familia pasarán posteriormente al Nuevo Mundo repartiéndose así en diferentes lugares de la América española.

La propia difusión heráldica se nos presenta como una prueba más de la centralidad que adquieren estos solares originarios trasmeranos. Los escudos de armas que presentan estas ramas del linaje de los Arredondo varían según los distintos lugares, pero suelen aparecer con elementos claves identificatorios con referencia a la rama principal: “campo de gules, torre de plata, doncella natural, peñas naturales sobre ondas de plata y azur y dos leones de oro. La bordura de azur con veneras de plata”. Siguiendo el patrón de difusión territorial de esta heráldica en los valles trasmeranos y apoyándonos en la información proveniente de los expedientes de caballería de la Orden de Santiago podemos colegir -como consta en el informe presentado por don Alonso
Manuel de Arredondo y Arredondo que existían primigeniamente tres casas solariegas antiguas de dicha familia en el lugar de Arredondo, todas ellas entroncadas al mismo solar originario. Una de esas casonas antiguas de los Arredondo se encontraba junto al río, ubicada “en el puente de Lastra”, la misma aparece descripta en el expediente de la Orden de Santiago del coronel de milicias en México, don Fernando Ventura de Arredondo, natural de la localidad de Barruelo. Otro dato significativo para tener en cuenta es que todas estas ramas de los Arredondo en Ruesga se encuentran asociadas, primigeniamente, al apellido de los Agüero. Éste fue el linaje principal en los valles trasmeranos hasta la llegada de los Velasco, de esta manera es posible inferir que este linaje Arredondo reconocía, en sus comienzos, como “pariente mayor” a los representantes principales del linaje de los Agüero, con los cuales terminaron emparentándose y que, posteriormente, pasaron a formar parte del bando linaje encabezado por los Velasco. Lo que no cabe duda es que estos últimos mantuvieron a los descendientes de los Arredondo en alta estima, reconociéndoles así un lugar preferencial como una de las familias principales en estos valles de Soba, Ruesga y Villaverde. Sus ascendientes aparecen desde temprano asociados, en la
documentación de la casa ducal de Frías, a importantes oficios de justicia y administración señorial sobre estos territorios y poblaciones en su conjunto. Podemos decir que en estos espacios señorializados, los Velasco sostuvieron el derecho de nombrar por sí mismos los delegados de justicia optando por la fórmula de un sólo corregidor señorial general representando, en este caso, por los herederos y descendientes del linaje de los Arredondo y auxiliado por un teniente corregidor para cada uno de los valles. En el Archivo de la Nobleza figura también documentación que da cuenta del importante lugar y reconocimiento que seguían ocupando los descendientes de este linaje de los Arredondo en la estructuración del aparato señorial de los Velasco en
estos espacios, aún para fechas tan tardías para este seguimiento como los siglos XVII y XVIII. 
De igual forma, la proyección territorial de las distintas ramas del linaje de los Arredondo nos permite visualizar la importancia que tenía para los Velasco la participación de éstos dentro de la estructura de dominio señorial para el control y administración de estos valles. De la antigua casa solar ubicada en la Atalaya dominante en el valle de Ruesga- desciende la rama colateral de los Arredondo que se instalada en el lugar de Ogarrio, de donde es originario don Diego García de Arredondo Hano, del cual tenemos referencias que datan de finales del siglo XVI, participando como familiar del Santo Oficio de la Inquisición y emparentado con el solar originario a través del matrimonio con doña Leonor de Arredondo y González, natural de Ruesga, e hija de don Juan García de Arredondo, el corregidor señorial, y de doña Catalina González de Ruesga. De
esta unión -que fortalece la rama colateral de los Arredondo de Ogarrio- conocemos tres hijos legítimos: Diego , Juan y María de Arredondo y Arredondo, terminando, ésta última emparentada matrimonialmente con la rama de los Arredondo de Riva.

La otra línea del linaje, descendiente del solar originario en la localidad de Arredondo y entroncada con los Agüero, es la representada por don Diego de Arredondo y Agüero casado con su prima, doña Leonor de Arredondo, también natural del valle de Ruesga.  Los descendientes de esta rama son los llamados Arredondo de Barruelo quienes se trasladarán a América -hacia principios del siglo XVIII- tal como describe el expediente de don Fernando Ventura Antonio de Arredondo y Rioseco,  bautizado también en Barruelo en el año de 1726.
Otra línea de la casa ubicada en el lugar de Arredondo, que también enlaza con los Arredondo en Ogarrio, proviene de la figura de don Pedro García de Arredondo, quien contrajo matrimonio con su prima, doña Lorenza de Arredondo. Los descendientes de esta línea colateral terminó finalmente asentándose también en Ogarrio, teniéndose noticias de dos de sus hijos, don Andrés  y Pedro García de Arredondo y Arredondo. 

Finalmente, el solar de los Arredondo de Bárcena de Cicero tiene su origen en la figura de don Pedro de Arredondo, abogado del Consejo Real, natural de Arredondo, quien contrajo matrimonio, en el año de 1581, con doña Catalina de Oceja y Alvarado (hija de don Francia de la Oceja y Sainz del Valle y de doña Catalina Fernández de Alvarado) descendiente del linaje de los Alvarado, de la antigua familia con solar en Secadura, Merindad de Trasmiera.

Como es posible observar, podemos afirmar que a partir de los reinados de Carlos V y Felipe II, esta baja nobleza o nobleza secundaria entra al servicio real emancipándose, en gran medida, del poder señorial. Un buen ejemplo de ello lo constituye la rama del linaje que conformó la casa de los Arredondo de Riva.

Linaje de los Varado (Alvarado).

Varado (Alvarado)  es otro de los linajes de “hidalgos notorios” que, según la leyenda, descienden de unos“caballeros godos de estirpe real”, con su casa solar original en Secadura (municipio de Voto),  y que habrían participado como tales a las órdenes del rey Pelayo en la “lucha contra los moros”.  Esta versión coincide con la expuesta por Lope García de Salazar.  Siguiendo la crónica banderiza sabemos que la rama troncal del linaje de los Alvarado tiene como “pariente mayor” a los representantes del linaje de los Agüero, con quien terminan entroncándose matrimonialmente a través de uno de los nietos de don Pedro de Secadura, el llamado don Fernando Sánchez del Varado casado con Mari Alonso, hija de Pedro González de Agüero. 


    Casa Fuerte de los Agüero en Agüero.




De esta manera, la posición de este linaje de los Alvarado como “parientes menores” de la poderosa familia trasmerana de los Agüero les permite consolidar su espacio de poder señorial y, al mismo tiempo, motorizar una política matrimonial que determina la alianza de esta familia con importantes linajes locales. A los hijos de este matrimonio los apellidó “del Varado”, ya que, a su abuelo, Pedro de Secadura, le habían llamado así con motivo de las dos varas que puso a modo de barandillas en el puente de maderos que construyó sobre el río próximo a su casa. 
Según sabemos uno de sus descendientes, el hijo de don Garci Sánchez del Varado (Alvarado), llamado don Sancho García de Alvarado, quien aparece mencionada en las Bienandanzas e fortunas, y en la documentación de la casa de los Velasco, ejercía la prestamería de los lugares de Colindres, Limpias y Liendo y aparece, en el año de 1457, haciendo su “cesión, renuncia y traspaso” a favor de don Pedro Fernández de Velasco, Ier Conde de Haro. Dicho documento también es acompañado por la “súplica” realizada por don García Sánchez al rey, con la finalidad de que él mismo permita realizar la cesión del oficio a favor del Condestable de Castilla.

Su hijo, fue don Fernando Sánchez o Sanz Alvarado, que sigue la línea, señor de la casa de Alvarado de Secadura y Capitán de los ejércitos del Rey de Aragón y del Príncipe Fernando, quien terminó formando parte del aparato de administración señorial de los Velasco y fue nombrado con el oficio de alcalde de los Reales Alcázares de Medina del Pomar, bajo las órdenes del Condestable de Castilla. 

Por otro lado, de la rama de los Alvarado en Extremadura proceden varios descendientes, entre ellos don Juan de Alvarado y Mexía, quien será caballero de la Orden de Santiago, Comendador de las villas de Lobón y Montijo, ambas en Mérida, y como su padre, Capitán General de los ejércitos reales en tiempos de los Reyes Católicos. Su hermano, don Diego de Alvarado y Mexía, que pasa a las Indias en el año de 1499, se asienta en La Española, donde hace fortuna y llegará a ser corregidor. En tanto, el hermano menor, llamado don Gómez de Alvarado y Mexía, fue vecino de Badajoz, Extremadura."
"Pereyra, O. (2018). Familias, linajes y poder señorial: aspectos de movilidad y articulación de losentornos rurales a los urbanos en el espacio cantábrico. Trabajos y Comunicaciones (48), e070. En Memoria Académica. 
Disponible en:http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.8619/pr.8619.pdf "

CANTABRIA MODERNA.

Durante la Baja Edad Media y el Antiguo Régimen los grandes señoríos de Cantabria estuvieron dominados principalmente por tres de las grandes casas nobiliarias españolas, los Mendoza (Duques del Infantado, Marqueses de Santillana); los Manrique de Lara (Marqueses de Aguilar de Campoo, Condes de Castañeda) y los Velasco Duques de Frías, Condestables de Castilla).

La controversia sobre su localización geográfica vino determinada por el hecho de que durante la Edad Media el topónimo de Cantabria se perdió o se usó de forma genérica o inexacta, y se alargaría hasta el siglo XIX. En el siglo XVI numerosos eruditos, principalmente vizcaínos y guipuzcoanos, basados en la única lengua prerromana de la Península Ibérica, el euskera, elaboraron la hipótesis de situar la Cantabria antigua al este del río Asón, en el País Vasco y las zonas limítrofes de Navarra y La Rioja, basándose en la existencia del citado monte que conserva el topónimo, la Sierra de Cantabria, así como las citas conservadas en las Glosas Silenses, del siglo XII, y de la Crónica del Tudense del siglo XIII, que situaban el ducado de Cantabria en La Rioja. Estas conjeturas contribuyeron a crear una estado de opinión que hizo que está creencia se consolidara hasta la segunda mitad del siglo XVIII.​

A estas teoría se opusieron estudiosos como Jerónimo de Zurita, Arnaud Oihenart o Francisco de Sota entre otros. Tal como fuera las discusiones entre vasco-cantabristas y cantábrico-montañeses, no exentan de descalificaciones personales, se extendieron durante todo el siglo XVII y el XVIII.

No será hasta 1796 cuando se zanje definitivamente la gran controversia sobre la situación y extensión de la Cantabria antigua gracias a obras tan trascendentales para el conocimiento de la historia regional como La Cantabria: disertación sobre el sitio y extensión del padre agustino e historiador Enrique Flórez de Setién.​ Este, basándose en sus buenos conocimientos de las fuentes clásicas y de la geografía montañesa, puso fin a la contienda, refutando todos los argumentos de las tesis vasco-cantabristas y situando el solar de los cántabros en donde hoy conocemos.

Paralelamente a este interés por los cántabros y a la clarificación de la aludida polémica se aplicó el nombre de cántabro o Cantabria en el territorio montañés a diversas instituciones, organismos y jurisdicciones.

Los siglos XVII y XVIII fueron centurias de decadencia para las Cuatro Villas de la Costa. Su actividad únicamente se reducía a la pesca ya que el comercio marítimo en el Cantábrico era acaparado por Bilbao.​ Únicamente Santander llegaría a hacer frente a esta dinámica a partir de 1754 al confluir iniciativas particulares con intereses estratégicos del Estado.​ A partir de este año la actual capital cántabra polariza el desarrollo de Cantabria: en 1754 el Papa crea el obispado de Santander a instancias del padre Rávago; en 1755 Fernando VI otorga a Santander el título de ciudad; entre 1775-1778 se permite al puerto santanderino comerciar con América; en 1785 se erigió en ella el Consulado del Mar y Tierra; en 1791 pasa a ser sede de la Sociedad Cantábrica de Amigos del País; y en 1801 se la elige como capital de la Provincia Marítima de Santander, nombre que lograría mantener con el mayor de los celos.

Paralelamente el resto de jurisdicciones de la región venía persiguiendo, desde 1727, la integración de sus territorios en una entidad más cohesionada, a semejanza del Principado de Asturias o el Señorío de Vizcaya. Tal pretensión lograría fraguar en 1778 con la constitución de la Casa de Juntas de Puente San Miguel.

La agricultura de subsistencia, complementada con una significativa cabaña ganadera, fue la base económica de la región durante toda la Edad Moderna. El minifundio, e incluso microfundio, era la característica principal del terrazgo cultivado. Apenas existían grandes propietarios de tierras, lo que hacía que esta estuviese muy particionada y repartida, explotándose muchas de las veces en régimen de aparcería, lo que permitía que el acceso a la propiedad incluso a las clases más desfavorecidas. La exigua y deficitaria producción agrícola se sustentaba en cultivos de escasa adaptación al territorio y clima de Cantabria: trigo, mijo, centeno y cebada. Es por ello que la importación de cereales de Castilla, Andalucía y Francia era crónica. Únicamente con la introducción del maíz, un tipo de cultivo que se adaptó perfectamente a las características edáficas y de explotación de la región, se consiguió la autosuficiencia de grano por primera vez en la historia de Cantabria.

En cuanto a la ganadería, esta era mayoritariamente vacuna compuesta principalmente por bueyes y vacas "duendas", es decir las destinadas a la labor del campo. Se aclimatan progresivamente otras razas europeas con mayor producción de carne y leche, que van desplazando a las autóctonas, como la pasiega, la tudanca o la campurriana. También existía una cabaña ovina y caprina, además de la esencial porcina, imprescindible esta última para la alimentación familiar ya que a través de la matanza se proporcionaba las proteínas básicas para la alimentación de las unidades familiares a lo largo de todo el año.

En este periodo de la historia de Cantabria la industria se seguía centrando en la transformación alimentaria a través de aceñas y conservas de pescado. No obstante surgiría durante estos siglos una importante industria especializada en la construcción naval, sustentada por las fuertes demandas del Estado a partir del reinado de Felipe II y focalizada en los astilleros de Guarnizo y Colindres.

Del mismo modo la implantación de la primera industria armamentística del país con la construcción de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada, la cual no solo fundía y equipaba de cañones a los buques de la armada para la defensa de los vastos territorios españoles de ultramar, sino que también abastecía de herrajes y clavazón a las citadas atarazanas. La creación de estos altos hornos y astilleros produjo, como consecuencia del consumo insostenible de madera para la producción de carbón vegetal y navíos, una fuerte alteración del paisaje en cuencas como la del río Miera derivada de una rápida deforestación del territorio.


Tras el resurgimiento comercial del puerto de Santander y la apertura del camino de Reinosa, este crecimiento industrial sería acompañado de nuevas industrias de molturación de harinas, cervezas, curtidos, jabones, tejidos, etc. próximas a la ciudad. En la segunda mitad del siglo XVIII al puerto santanderino se le habilita para el tráfico marítimo con América, lo que le permite alcanzar volúmenes de intercambios con las colonias americanas españolas y Europa que le colocaron entre los primeros del país.


CUADRO DE MIS LINAJES CÁNTABROS Y SUS LUGARES.


BUERAS.

Gutiérrez del Otero
González
Barón
de la Pasadilla
de la Raure
de la Portilla
del Ornedal u Hornedal
de la Riva
de la Maza
Tezanos
Uriarte
Camargo
Muñoz
Sainz de los Terreros

UDALLA.

Mori
Crespo
de la Cruz
Martínez



VALCABA.

Arce
Conde
Sainz

SAN MIGUEL DE ARAS.

Pacheco
Rivas

MENTERA.

Sainz de la Piedra
Gómez de Cotilla
Martínez de la Lastra
Gil de la Cotera

ARREDONDO.

Zorrilla de San Martín
Helguero

SAN BARTOLOMÉ DE LOS MONTES.

Carral 
de la Torre

CARASA.

Ruiseco
San Román

LAREDO.

Escorza
¿Rosales?
Escalante
Hoyo
Llagar
Arenaza Loizaga
Nates
Traslaviña
Ceballos
Cortiguera
Mantilla
Candas
San Martín
Ayala
Santander
de la Lastra
Herrera
Nicolás
Vía
Laya
San Vicente
Ahedo
Ochoa
Muñoz Cereceda
Liencres
Rigadas
Helguero
Escata
Pérez de Ocina u Ocina
Obra
Brizuela
Salazar
Villota
Sáiz de Cuevas

LIENDO.

Pérez de Sopeña
Palacio
Vélez
Leiva

SANTOÑA.

Hoyo
Venero
Sáinz de Garbijo


ESCALANTE.

Santelices
Guevara
Escalante
Arredondo
Bracamonte
Velasco
Palacio
Hano


Algunos de estos linajes, provienen de linajes muy antiguos, de Señores, de nobleza titulada, de Grandes de España incluso de príncipes y reyes. Entre estos están Leiva, Mantilla, San Martín, Escalante, Santelices, del Hoyo, Somado, Bracamonte...

Otros, de hidalgos venidos a menos y aún otros de ricos comerciantes, capitanes, militares sobre todo de Laredo.

Por ejemplo el caso de mi tatarabuela Doña Ignacia Otero Mori (1846-1890),que vivía en Udalla, Cantabria. Su abuela pertenecía al linaje de los Escorza de Laredo. Ella era Doña Isabel de Escorza de la Cruz (Udalla, 1794-Udalla, 1859), que murió siendo pobre. Era hija de Don Pedro Regalado Escorza Ribera, nacido en Laredo en 1766 y de Doña Rosa de la Cruz Martínez (esta, hija a su vez de Don Manuel de la Cruz Río y de Doña Isabel Martínez, naturales de Udalla). Sobre noviembre de 1791 tuvo una relación con Rosa y quedó embarazada. Cuatro meses después se casaban en Udalla. Fue este Don Pedro el que emigró después de casarse a principios de 1792, a Udalla. Por eso toda esa familia ya queda establecida en Udalla.


A la derecha del cuadro genealógico la familia Escorza.

LOS ESCORZA DE LAREDO.

"Javier Ortiz Real y Baldomero Brígido Gabiola remontan la existencia de
Laredo a la primera mitad del siglo X, al considerar que se hace mención a Laredo en
los votos de San Millán, concretamente en la escritura otorgada por el conde de
Castilla Fernán González, que la sitúa en junio de 939. El conde, antes de
enfrentarse a los musulmanes en la batalla de Simancas, promete una serie de
donaciones al monasterio de San Millán, entre las que se halla: “Colindres, Lareto”.
Ambas poblaciones habrán de entregar cada una un odre de aceite, tal vez de ballena,
al monasterio. Para estos autores esto confirmaría la existencia de una población, así
como el desarrollo de una actividad pesquera por dicha población, en la primera
mitad del siglo X.
Pero dicho manuscrito se ha puesto en duda por tratarse de un documento
interpolado, lo que no nos permite tomarlo como una referencia.
Las informaciones que nos ofrecen los cronistas, al no haber podido ser
contrastadas con otras fuentes de información, no podemos considerarlas como
fiables.
Si nos ceñimos a las fuentes escritas conservadas, las primeras menciones al
lugar de Laredo se encuentran en el Cartulario de la Iglesia de Santa María de
Puerto (Santoña), y datan del siglo XI, lo que sugiere la existencia de un
asentamiento algo anterior a esa fecha. El documento recoge que en 1068, un grupo
de vecinos de Laredo, Gutierre Juan con sus hermanas y Martín Garzuiz, Diego
Romaniz, Vicente Juan, Juliana, y Godestio entregan sus quiñones, situados en el
monasterio de San Martín de Laredo, al monasterio de Santa María de Puerto."

(UNIVERSIDAD DE CANTABRIA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
DPTO. DE CIENCIAS HISTÓRICAS
TESIS DOCTORAL
LA VILLA DE LAREDO EN LA
EDAD MEDIA (1200-1516)
ROSA MARÍA DE TORO MIRANDA
TESIS PRESENTADA PARA OBTENER
EL TÍTULO DE DOCTORA POR
LA UNIVERSIDAD DE CANTABRIA
DIRIGIDA POR:
BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU
JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA

2014)

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DON PEDRO DE ESCORZA RIBERA.

Pedro de Escorza era hijo del escribano y escribano mayor de rentas, Don José Silvestre Antonio de Escorza Palacio (Laredo, 1730-Laredo, 1812), y de Doña Rafaela de Ribera Izquierdo (hija de los burgaleses Don Miguel de Ribera Alonso del Pino y de Doña Josefa Izquierdo Díez). Como vemos eligió un linaje que no era natural de Laredo, sin embargo ya estaban avencidados allí. Fueron padres de al menos 7 hijos. 



Firma de Don José Silvestre de Escorza Palacio.


Nieto por parte paterna de Don Manuel Isidoro de Escorza Mantilla y de Doña María Josefa Palacio Liencres (Liendo,1705-Laredo, ¿?).

No vamos a seguir ahora por la linea de los Escorza, sino por la de Doña María Josefa Palacio Liencres. En especial por el linaje "Palacio".

EN LIENDO CON EL LINAJE PALACIO Y SANTELICES.



DOÑA MARÍA JOSEFA PALACIO LIENCRES.


Nos vamos a centrar esta vez en la parte paterna. Los "Palacio" y los "Santelices". Los padres de Doña María Josefa son Don José Antonio Palacio Escalante Santelices (Liendo, 1664-¿?) y Doña Juana Bautista Liencres Pérez (Laredo, 1671-¿?). Se casan en 1684,él con 20 años y ella con 13. Fue una boda concertada entre un acomodado comerciante escabechero y mercader propietario de barcos (Liencres) y un linaje de alta cuna de Liendo (Palacio) y de Escalante (Santelices). Datos sobre este Francisco de Liencres:

En 1653 junto a Juan Bautista Pedredo Salazar participa y financia una expedición comercial a Terranova.

Actividad comercial con escabeches y pescados desde 1655-1674.

Francisco de Liencres reedificó en 1656 una vieja casa situada también en la Puebla Vieja, concretamente en la Ruamayor.

1666: Financia expedición para Irlanda para traer de regreso merluza.

Junto con Lucas Beltrán y Juan de Orma formó "compañía de corso" y con la fragatilla "Nuestra Señora de la Concepción" de 10 a 12 toneladas, apresaron 3 barcos franceses en mayo de 1676.

Aunque también hay que decir que esta hija del comerciante Liencres, también era persona linajuda, puesto que desciende de los linajes Villota, Obra y de los Señores de Oçina.

Por ejemplo, su abuela materna (de Francisco de Liencres) fue Doña María Pérez de Ocina la Obra, hermana del famoso capitán Don Lope Pérez de Ocina la Obra, quien fue uno de los más renombrados capitanes que participaron en la famosa "Armada Invencible" contra Inglaterra.

"Para dar comienzo a tan formidable empresa, se reunían en las tranquilas aguas del puerto de Lisboa - cumpliendo así regios deseos- todas las escuadras dispuestas. A bordo de una de ellas hacían la guerra los capitanes laredanos Juan de Escalante Varroto y Lope de Ocina y de la Obra, miembros de nobles y poderosas familias, de gran abolengo en la Villa de Laredo. Ocina, que tenía sepultura y asiento en la Iglesia, pegando con el del Ayuntamiento, estaba considerado en la Armada como uno de los mejores pilotos, y en ella iba como Capitán y piloto conocedor de los puertos y costas de Inglaterra, Francia y Flandes".

Una carta del rey al Corregidor Don Diego de Orellana de Chaves y al capitán Ocina.




Nos centramos de nuevo en Liendo.


DON JOSÉ ANTONIO PALACIO ESCALANTE SANTELICES.

Don José Antonio Palacio Escalante Santelices tuvo el patronato de los vínculos de Liendo de los Palacio. De este solar fue el licenciado don Juan de Sopeña Palacio, vecino de Liendo causentista de Santiago», alcalde mayor de Andalucía y visitador de la Moneda Nueva de Segovia, quien fundó en Liendo vínculo, mayorazgo, patronato y obras pías, y en 1722 se le dio posesión a don José Antonio de Palacio, Santelices y Escalante como patrono de tales vínculos.

Los Escalante se vincularon y establecieron relaciones de clientelismo con los Agüero, los Alvarado, los Ceballos y los Solórzano de Trasmiera, mediante una política de enlaces detectable desde la segunda mitad del siglo XIV. Al emparentarse con los Agüero y los Solórzano, los Escalante lograron introducirse en dos de los linajes más importantes de la región, los Giles y los Negretes.

Los Escalante fueron auxiliados por los Agüero y los Alvarado, del bando de los Negrete en la guerra de bandos. Mientras que sus enemigos en su zona, los Calleja fueron auxiliados por los del bando de los Giles.

Desde finales del siglo XIII los Escalante fueron comprando muchas tierras, lo que hicieron engrandecer su casa solar cuyo máximo punto de expansión lo señala el inventario de 1463 realizado por Teresa Díaz de Ceballos, viuda de Sancho de Escalante. 

Los padres de Don José Antonio fueron como vemos arriba Don José Palacio Escalante quien era Licenciado, lo más seguro Licenciado en Derecho. Tuvo un matrimonio muy ventajoso con una familia de renombre. Su esposa fue Doña María de Santelices Escalante (Laredo, 1632-¿?); hija de Don Pedro de Santelices Guevara, Señor de Santelices, Caballero de la Orden de Calatrava(Escalante, 1593-¿?) y de Doña Catalina de Escalante Somado del Hoyo (1608-1674). Ella, tenía tan solo 17 años cuando se casó en 1625. Como vemos, los dos eran Escalante, uno de los principales linajes de Laredo.

Vamos a hablar brevemente de los Palacio y después nos centraremos en Santelices.

DON JOSÉ PALACIO DE ESCALANTE.

Era hijo del Licenciado Don Lorenzo de Palacio Leiva (Liendo, cerca 1610-Liendo, 1675) quien llegó a ser Teniente General de las Encartaciones de Vizcaya y de Doña Ana María de Escalante Somado del Hoyo(1602-¿1659?).



Avellaneda, donde tenía que vivir el Teniente General de las Encartaciones que juzgaba prácticamente todo. Lugar donde vivió un tiempo e Licenciado en Derecho, Don Lorenzo de Palacio Leiva.


DON LORENZO DE PALACIO LEIVA.

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Liendo.


Hijo de Pedro Pérez de Sopeña Palacio(Liendo, cerca de 1600-Liendo, 1689), al parecer escribano, y de Doña Inés de Palacio y Leiva, Señora de la Casa de Palacio en Liendo. El mayorazgo lo hereda de su padre.




          Firma de Don Pedro de Sopeña Palacio.


Nieto paterno de Juan Pérez de Sopeña y de Juana Vélez de Palacio.

Nieto materno de Don Pedro de Palacio, Señor de la Casa de Palacio en Liendo y Doña Inés de Leiva.


Estos últimos son los Señores de Palacio en Liendo.


Don Pedro de Palacio era hijo de Don Pedro Gil de Palacio(¿1500?-¿?), y de Doña María González de la Puente, de la localidad de Solórzano.

1471-1476: [...] este año ovieron quistiones entre los de la Puente de Goriezo e los de Palaçio de Liendo porque Pedro de Palaçio, fijo de Pedro Gil de Palaçio, mató sobre palabras malamente a uno de los de la Puente en la villa [...][...] de Palaçio de Liendo es antiguo fundado allí e del que ay memoria que más valió fueron Pedro Gil de Palaçio e Sancho Velas, que dexó fijo Pedro Gil de Palaçio, que ovo a Pedro fol 391r [...]'

Nace en Liendo un solar llamado Palacio (siglo xv). El más antiguo de esta familia se llamó Pedro Gil de Palacio y la mayoría de los jefes de esta familia que le siguieron, se llamaron como él, Pedro Gil de Palacio, siendo el último nombrado Juan Alonso de Palacio»


    
    Casa torre de los Palacio, Señores de Palacio de Liendo, en Limpias.


Desciende este apellido de la antigua familia de parientes mayores de Vizcaya, fundada en el siglo XIII por Lope Sánchez de Gordejuela, hijo natural del sexto Señor de Ayala Don Furtud Sánchez de Salcedo. Lope Sánchez construyó la primitiva torre de banderiza de Palacio y fundó el solar de este apellido y el de Ibargoen en el citado Valle durante el siglo XIII. Los Palacio ejercieron la jefatura del bando oñacino en el valle de Gordejuela, durante las luchas banderizas de los siglos XIII y XV, contra los Ibargoen, del bando gamboíno.


Es éste el escudo de la nobilísima casa de Palacio originaria de este lugar de Liendo, del que pasó a otros valles circundantes. Su origen es muy remoto, y los fundadores fueron don Juan Alonso del Palacio y doña María González de Gama, vecinos de Liendo y Gama (donde aún vemos armas de este apellido).


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Escudo de los Palacio en Liendo.

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Este escudo sería el de los Palacio en la casa solar en Gordejuela,Vizcaya.


En Pares encontramos referencias a cierto Don Pedro Gil de Palacio,no sabemos si el citado anteriormente o el padre:

  • 1513: Ejecutoria del pleito litigado por Gil de Palacio con García Sánchez de Palacio, vecinos de Liendo (Cantabria), sobre la posesión de bienes de mayorazgo
  • 1523: Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Palacio, vecino de Liendo (Cantabria), con Pedro Gil de Palacio, sobre deudas.
  • 1523: Pleito de García Sánchez de Palacio, vecino del valle de Liendo (Cantabria), con Pedro Gil de Palacio, vecino de dicho valle Sobre Paga de un diezmo vendido a Diego Marroquín.
  • 1526: Pleito de Pedro Gil del Palacio y consortes, de VALLE DE LIENDO Lope de la Torre (Juan de la Viesca).
  • 1528: Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Palacio, escribano, vecino de Valladolid, y María Sánchez de la Torre, con Pedro Gil de Palacio, vecino del Valle de Liendo. (Cantabria), sobre la restitución de unas yeseras, más las rentas producidas.

LOS LEIVA, LINAJE RIOJANO.

Como notamos, aquí está el árbol de Doña Inés de Leiva, adoptó el apellido materno, esposa de Pedro de Palacio. Ella desciende por una parte del Señor de la Casa de Arce en Liendo y Guriezo y por otra de la poderosa casa de Leiva en La Rioja. Descendiente de Don Juan de Arce Solórzano, Señor de los lugares de Villarías, Besave y Valderrojo. Procedente de Francia, en el siglo XV se instaló en el Valle de Gurriezo (Santander).




Por la otra parte es hija de Doña Inés de Leiva y Guzmán. Sobrina del famoso Don Antonio de Leyva, capitán general de los ejércitos de Carlos I.
Hubo un pleito celebrado entre 1518 y 1545 en el que Inés de Leiva, reclama a sus hermanos Sancho y Antonio, la parte que le correspondía de la herencia de su padre y la dote de su madre.

Hija, a su vez esta Doña Inés de Don Juan Martínez de Leiva, Señor de Leiva y Baños y Capitán General del Rosellón y de Doña Constanza Hurtado de Mendoza (hija de Don Ruy de Mendoza Rojas, Señor de Mendivil y de Doña María de Guzmán Carrillo de Acuña).




Vestimenta de la nobleza de ese tiempo.




                                 
                             Hermano de mi antepasada Doña Inés de Leiva y Guzmán. 
                Don Antonio de Leiva, Príncipe de Ásculi, Conde de Monza, Capitán General                                  de la Caballería del Milanesado y Grande de España.


Supuesto retrato de ella.





                      Descendiente de Don Antonio de Leiva, su biznieta; la Monja Sor Virginia                                        María Leiva Marino, hija de Martín de Leiva y nieta de Don Luis de Leiva.

Volvemos al padre de Doña Inés, Don Juan Martínez de Leiva.


Escudo de Don Juan Martínez de Leiva.


Capitán al servicio de los Reyes Católicos
General del ejército en Rosellón y Cedeña
8º Señor de Leyva

Biografía


Hijo de Ladrón de Leyva, VII señor de Leyva y Valdezcaray y de su esposa Beatriz Inés de Herrera. 8º Señor de la casa y mayorazgo de Leiva y Baños. Según Gonzalo Fernández de Oviedo (BQ, I, 3, 24)  "capitán de cien hombres de armas de las guardas e gente ordinaria del Estado Real de Castilla [...] varón constante e valeroso e de mucha auctoridad; e los Reyes Catholicos don Fernando e doña Isabel, que ganaron Granada, hacían mucho caso de su persona, e los sirvió muy bien en aquella santa conquista". Antes de la toma de Granada (1492) ya había tenido papel destacado en la guerra de Portugal. Más tarde luchó en Francia, y sucedió a Enrique Enríquez y Sancho de Castilla como general del ejército en el Rosellón y la Cerdaña. Casado en primeras nupcias con Constanza de Mendoza, madre de sus cinco hijos, y en segundas con Mayor de Haro. A causa de la locura de su padre, "tuvo que asumir muy pronto el gobierno de la casa y mayorazgo de Leiva y Baños, papel en el que se mostró muy activo hasta 1507, fecha en la que falleció, en Cáceres" (Mª Teresa Álvarez y Javier Ceniceros, "El castillo de Leiva: Aproximación a sus señores y al proceso constructivo",

(Sagrario López Poza, "VED QUÉ TAL SERÍA LA PUERTA / DO LLAMARON / PUES, COMO VEIS, QUEDARON", en Symbola: divisas o empresas históricas. - BIDISO (Biblioteca Digital Siglo de Oro), A Coruña (España) [en línea]. Publicación: 05-06-2017. Actualización: 05-06-2017. <https://www.bidiso.es/Symbola/divisa/2> [Consulta: 13-11-2019).



Castillo de los Leiva, en La Rioja. En otro lugar, sobre 1335, Juan Martínez de Leiva construye  un torre fortaleza en sus dominios. Esta, colapsa totalmente hacia 1478. Ladrón de Leiva, en  ese año, y con los restos que quedan de la torre, construye este palacio, que lo termina su hijo,      homónimo del anterior y su descendiente.



   Imagen antigua del castillo de Leiva.


Ladrón de Leiva era hijo del VI Señor de Leiva y de Doña Leonor de Guevara y nieto de Juan Martínez de Leiva(el que construyó la torre fuerte), y de Doña María Díaz de Ceballos.


Por parte de Doña Inés de Herrera; esta, era hija de Don Hernán García de Herrera, Señor de Ampuria y de Doña Inés de Rojas. Nieta paterna de García González de Herrera(cerca de 1344-1404), II Señor de Pedraza de la Sierra y Mariscal de Castilla, y de Doña María de Guzmán y Orozco. Nieta materna de Juan Martínez de Rojas Díaz, II Señor de Monzón y de Doña Mencía Martínez de Leiva.


GARCÍA GONZÁLEZ DE HERRERA:

Tuvo una destacada participación en el reinado de Enrique III. Fernán Pérez de Guzmán en sus Generaciones y Semblanzas ha dejado una magnífica descripción del mariscal: “Alto de cuerpo y delgado, é de buena persona, é cuerdo y esforzado, é de buen amigo de sus amigos, pero muy malenconioso e triste, y que pocas veces se alegraba [...] muy verdadero en sus palabras, amó mucho mugeres, amores, y es bien de maravillar que franqueza y amores, dos propiedades que requieren alegría e placer, que las oviese hombre tan triste e tan enojoso”. Si se cree al citado Pérez de Guzmán, que afirma que falleció a la edad de setenta años, debió haber nacido hacia 1344. La guerra civil trastamarista fue la oportunidad de su vida. Desde muy joven había entrado al servicio del bastardo don Sancho, hijo de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán.
Era natural, por tanto, que González de Herrera militase desde un principio en el bando de Enrique de Trastámara, enfrentado a su hermano Pedro I.

La victoria de Enrique sobre Pedro en Montiel en 1369 convirtió a García de Herrera en un personaje importante de la nueva Monarquía. El ascenso a mariscal y un afortunado matrimonio fueron las prebendas inmediatas que recibiría de sus señores por su contribución a la caída del Rey legítimo. En efecto, su protector, don Sancho, conde de Alburquerque y señor de Haro y Ledesma, le casó con Estefanía Fernández de Monroy, heredera de un poderoso linaje extremeño. El nuevo mariscal, al casar con el último vástago de los Monroy, pasaba a convertirse en uno de los señores más poderosos de la tierra de Plasencia e incluso de territorios más al sur: Valverde de la Vera, Talaván, Arroyo del Horno, La Lucía y la Casa de la Paz. Poco después, el conde de Alburquerque le concedía los bienes que en la villa de Medellín habían pertenecido al judío Zag de Alba, le nombraba su mayordomo mayor y le donaba además la dehesa de Patilla, en el término de aquella villa extremeña. La mejor donación, sin embargo, la recibiría de Juan I, en concreto, la villa de Pedraza de la Sierra (Segovia). Unos años más tarde, conseguiría también que su esposa le nombrase heredero del patrimonio de los Monroy.

Viudo de Estefanía, el mariscal contrajo hacia 1390 nuevo matrimonio con María de Guzmán. Por entonces, ya se había convertido en un fiel colaborador de la Corona, sobre todo del infante don Fernando, hermano de Enrique III, que había heredado los dominios del conde don Sancho, al contraer matrimonio con la única hija de este personaje, Leonor de Alburquerque. Los vínculos personales entre don Sancho y García de Herrera pasaban ahora por herencia al futuro regente de Castilla, que de esta manera se convertía en protector del mariscal. Fue precisamente el infante don Fernando quien pondría a disposición del mariscal las cantidades de dinero necesarias para la adquisición de una importante serie de lugares y tierras en los términos de la ciudad de Badajoz. Con estas compras, García González de Herrera intentaba prolongar sus señoríos por tierras de esa ciudad extremeña, aunque su campo de acción predilecto fue siempre Salamanca, donde poseía numerosos bienes, y, sobre todo, Plasencia, ciudad en la que, como señala Emilio Mitre, el mariscal había heredado de los familiares de su esposa una importante influencia política y en cuya tierra se hallaba el núcleo central de sus posesiones. Sin embargo, la adquisición más importante llevada a cabo en estos años por el mariscal fue la compra en 1402 a Diego López de Estúñiga del lugar del Bodón, en el término de Ciudad Rodrigo por 3.500 florines.


García González de Herrera murió en 1404. Unos años antes, Enrique III le había confiado delicadas misiones, tales como parlamentar con sus díscolos parientes —el duque de Benavente, la reina de Navarra, los condes don Alfonso y don Pedro— acerca de la usurpación que habían hecho de las rentas reales.


Como vemos tanto en el árbol, como en la explicación de arriba el padre de Doña Inés Rojas es Don Juan Martínez de Rojas Díaz, II Señor de Monzón.

Sus ascendientes los veremos en esta tabla:




Podríamos seguir más hacia atrás pero no es la idea de este estudio abarcar tanto. Con lo expuesto de este ascendiente es suficiente para notar cómo este linaje que fue en un principio local, yendo hacia atrás, en realidad venía de Castilla, y de ahí originario de condes, duques, príncipes y reyes.

Continuamos con otras líneas expuestas en este estudio.

Ahora por la parte de Don Hernán García de Herrera.



Antepasados de Don Sancho de Leiva. Lo más resaltable es la linea que siguen los Leiva con Doña Juana Martínez de Leiva, hija de otro Don Juan Martínez de Leiva(cerca de 1290-1343), quien por los años 1300 fue Camarero Mayor de la reina Doña Leonor de Aragón. Guarda Mayor y Camarero Mayor de Alfonso XI. Prestamero Mayor de Vizcaya. Adelantado Mayor y Merino Mayor de Castilla.
Capitán de la frontera de Santarén. Ricohombre. Uno de los 4 caballeros que ordenaron La Caballería de la Banda. Embajador al Papa Benedicto XII. Se casó con Doña Guiomar Manuel de Villena, hija fuera del matrimonio de Don Juan Manuel de Castilla-Villena.(Escalona, 5 de mayo de 1282-Córdoba? 1348). Señor, duque y príncipe de Villena, siendo señor de Escalona, Peñafiel, Cuéllar, Elche, Cartagena, Lorca, Alcocer, Salmerón, Valdeolivas y Almenara. Fue además mayordomo mayor de los reyes Fernando IV y Alfonso XI, adelantado mayor de Andalucía y adelantado mayor de Murcia.
                                                                                                 Don Juan Manuel de Castilla-Villena.
Don Juan Manuel de Castillo-Villena era nieto del rey Fernando III, apodado "el Santo". Arriba su genealogía.                                                                                   

En la genealogía anterior vemos que el abuelo de Don Juan Martínez de Leiva, fue además de Señor de Leiva, Ricohombre y Merino Mayor de Castilla. Y su bisabuelo Don Martín Ruiz de Leiva, además de Señor de Leiva, fue embajador a Granada.

Volviendo al enlace de Don Sancho de Leiva y de Doña Leonor de Guevara, resaltamos esta acertada unión en la familia Leiva en su zona de La Rioja y alrededores. Ni que decir tiene la nobleza y antigüedad, así como el poder de esta familia castellana, los GUEVARA.





No existe documento alguno donde conste cuándo se fundó la villa de Guevara, que aparece en la Edad Media, pero cabe pensar que su antigüedad se remonta al menos al siglo XI.​ A finales del siglo XII parece que se asienta en tierras de Guevara la familia de los Vela-Ladrón, una familia de magnates navarros que habían tenido varios señores de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya entre sus filas. Estos asientan su casa solar en Guevara y comienzan a utilizar ese apellido tras la Conquista de Álava por parte de Castilla en 1200. El linaje de los Guevara fue la cabeza del bando de los gamboínos en las Guerras de bandos que asolaron el País Vasco en los siglos XIV y XV.
Sus adversarios, en el occidente de la Llanada, los linajes de Mendoza y Hurtado de Mendoza, Parientes Mayores del bando oñacino en el territorio alavés. Al norte, en la Montaña de Guipúzcoa, los Señores de Lazcano eran de los principales del bando oñacino en ese territorio.

Son mencionados expresamente en las Juntas de Arriaga de 1262, 1291 y 1332. Como vimos, participaron en diferentes campañas de los siglos XIII y XIV.


Su influencia se extendía por la Llanada Oriental. La mayoría de las torres y por consiguiente, buena parte de los escuderos estaban vinculados por los más diversos lazos, parentesco, amistad,  vecindad, a los Guevara.

Al disolverse la Cofradía de Arriaga y pasar Álava al dominio realengo del rey Alfonso XI en 1332, se formó expresamente un capítulo de exención en favor de la villa de Guevara. El texto dice de la siguiente manera:


"Otrosí nos pidiéron por merced que les otorgásemos que la aldea de Guevara onde D. Beltran lleva la voz, que sea excusada de pecho y de semoyo y de buey de marzo, segun que fue puesto y otorgado por la Junta en otro tiempo. Tenémoslo por bien, por le facer merced, y otorgamos que la dicha aldea sea quita de pecho, segun dicho es, pero que retenemos para nos el señorío real y la justicia,."

Las noticias mas antiguas que nos llegan de Guevara son a través de Don Ladrón Vélez de Guevara, señor de la casa de Guevara, a quien el Rey de Navarra García Ramírez, el Restaurador, dio el título de Conde. Después tuvo el de Príncipe de Navarra, como consta de la fundación que hizo de un mayorazgo en la viña de Oñate, en la que se dice: "En el nombre de Cristo, Amén, yo, Ladrón, Conde por la gracia de Dios y Príncipe de los Navarros".

El padre de Doña Leonor, Don Pedro Vélez de Guevara, Señor de Oñate, sirvió a Don Juan I y Don Enrique III y estuvo en la coronación de Don Juan II.

Enviado por su padre a la Corte de Enrique II en la que, así como en las de sus sucesores, fue figura preeminente. Ricohombre castellano, participó en la batalla de Aljubarrota (1385). Asistió a la coronación de Juan II (1406). Celebrado poeta que compuso unas "Cantigas e Dezires" similares en estilo a las composiciones de su tío el Canciller. Dijo de él el Marqués de Santillana: "Don Pero Vélez de Guevara, mi tío, gracioso e noble caballero, escribió gentiles dezires y canciones". Celebró brillante enlace con Isabel de Castilla, hija del Conde D. Tello y nieta de Alfonso XI; y muerta D.ª Isabel el 30-12-1401 casó D. Pero "al cabo de días" con Constanza de Tovar (hija del Adelantado de Castilla D. Sancho Fdez. de Tovar). 

Tras algún chasco en la corte se retiró a Oñate. Yanguas y Miranda certifica que, en 1408, el rey D. Carlos III de Navarra donó a su chamberlen Pedro Vélaz de Guevara, señor de Oñate, los lugares de Etayo y Oco y los montes de Granada; y que aunque su padre D. Carlos II tenía hecha ya igual donación a su hijo Leonel, recompensó D. Carlos III a éste donándole en su lugar las pechas del de Oteiza. V. ETAYO. En 1410 acudió al cerco de Bayona, quemando a la vuelta San Juan de Luz y Biarritz. 

Fueron sus hijos: de D.ª Isabel: 

  • Pero de Guevara; 
  • Beltrán de Guevara, que heredó a su madre y fue progenitor de los mayorazgos de Morata y Monteagudo; 
  • Juan Ladrón, que heredó en Segovia; 
  • Isabel, casada con un caballero navarro: "Mossen Angel"; 
  • Leonor, casada con Sancho Martínez de Leyva, Sr. de Leyva; 
  • y Blanca Vélez, mujer de Juan Quijada, Sr. de Villagarcía. 
  • De D.ª Constanza de Tovas tuvo a: 
  • Fernando "mancebo de raras prendas, de ánimo inquieto y alborotado y brazo de hierro", Conde de Belcastro en Nápoles; 
  • D. Iñigo; D. Alfonso, Conde de Archi en Nápoles; 
  • M.ª Vélez, casada con Auger de Mauleon, Sr. de Rada; 
  • y Teresa, casada con Juan Carrillo, Adelantado de Cazorla (fue su tercer nieto el cardenal Fernando Nuño de Guevara, Gran Inquisidor, magistralmente retratado por el Greco).


Este linaje, particularmente el mío; desde dónde comienza en lo probable, hasta esta Doña Leonor de Guevara, será estudiado en un apartado monográfico de este blog.

Por parte materna, Doña Leonor procede de su madre, Doña Isabel Téllez de Castilla, Señora de la Torre-Palacio de los Guevara. Su padre era Don Tello de Castilla, (Mérida, España, 1337-Medellín, Badajoz, España, 15 de oct. 1570), Infante. Señor de Aguilar de Campoo, Castañeda, Berlanga, Monteagudo, Señor consorte de Lara y de Vizcaya.


Don Tello de Castilla, Infante de España. Hijo de Alfonso XI, rey de Castilla y de Doña Leonor de Guzmán.




Recreación de un particular de cómo podría ser el castillo.
https://www.flickr.com/photos/andergarcia/32069725804






Dibujo frente al castillo de Guevara.





Respecto a la casa de Leiva, según dicen, procede de los Señores de Vizcaya y algunos les hacen proceder también de los primitivos reyes de Navarra.

Volviendo a Laredo y adelantándonos un poco en el tiempo de nuevo, a finales del siglo XVI tengo a mi antepasado llamado Don Pedro de Santelices Guevara, Señor de Santelices y Caballero de la Orden de Calatrava.
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                                           Hábitos de la Orden de Calatrava.

¿Quién fue Don Pedro de Santelices Guevara y Arredondo?

Fue un noble poderoso, Señor de Santelices en Laredo,quien nació en 1593, natural de Escalante. Se casó en 1625 con un linaje local, Doña Catalina de Escalante Somado del Hoyo. Caballero de Calatrava desde 1639 por la ayuda al Rey Felipe IV en sus continuas guerras europeas con muchos destrozos propios en Laredo. Hijo de Don Rodrigo de Santelices Guevara, Señor de Santelices, y de Doña Isabel de Arredondo y Bracamonte, descendiente de Don Fernando Sánchez de Alvarado.

Este Don Fernando Sánchez de Alvarado fue Señor de la casa de Alvarado de Secadura y Capitán famoso; ganó gran nombre en las guerras de Francia, sirviendo al Rey de Aragón y a su hijo el Príncipe Fernando. Se distinguió también en la batalla de Prats del Rey, en Cataluña, dada contra el Condestable de Portugal el 28 de Febrero de 1465 y en la defensa de la fortaleza de dicho Prats del Rey, que le confió el Príncipe Fernando en Mayo de 1469. Este mismo Príncipe le armó caballero por su propia mano y le confirió poderes para que, a su vez, armase caballeros a los que lo mereciesen por lo que puso en sus armas este lema:
"Armóme, para que, armado de nuevas armas, armase a quien de ser se preciase que sabe que me e preciado". Casó este Fernando Sánchez Alvarado con Leonor de Bracamonte (hija de Alvaro Dávila, Señor de Peñaranda y Fuenteelsol, Mariscal de Castilla, Camarero Mayor del Infante Don Fernando; y de Juana de Bracamonte y Mendoza, hija mayor del famoso Mosén Rubín de Bracamonte, Almirante de Francia).

Reconvirtieron la antigua torre en un palacio, con un cuerpo central flanqueado por dos torres y capilla. Fernán, fue alcalde de Medina de Pomar y en la construcción del palacio se inspiró en el alcázar de los Velasco de esta localidad.

A ilustrarnos esta época viene Lope García de Salazar, contemporáneo de estos hechos contando algunas cosas que sucedían en el valle: “seyendo los linajes de Alvarado, e de Alvear, comarcanos e vecinos con Ruy Martínez de Carasa el viejo, e con Diego Ruiz de Carasa, su hijo, que con pocos hombres que ellos eran, sostuvieron la guerra con Ruy Gutiérrez de Alvear, e con Juan Sánchez, e Fernán Sánchez de Alvarado, su hermano, que eran mucho mas poderosos, e no habiendo ayuda de Ruy Martínez de Solórzano, donde ellos eran, pasaron mucho trabajo, seyendo todos tiempos casi çercados, e hobiendo muchas muertes e homeçidas, fasta que fisieron casamientos e se fizieron muchos casamientos, guardando cada uno su linaje”

Unos años más tarde, en 1432, los hermanos Sancho Ruiz de Alvear, Juan Gutiérrez de Alvear y Ruy de Alvear “mataron malamente, en buena paz, ... en una taberna, a Rodrigo Martínez de Piedrarredonda, que era su vecino, porque no se sometía so ellos”. A causa de esta muerte, dichos hermanos pasaron “mucho trabajo ... por cadena, e por Corte”. Más o menos hacia esos años, el mismo Lope García de Salazar nos dice que “este García de Agüero era hombre muy esforzado y mató a Pero Gonzáles de Corniso, de Santander, en el palacio de Agüero, porque se echaba con aquella doña María de Velasco, su cuñada, y en matándolo, mató él con un puñal a Diego de Ralas, cortándole los cargueros. Después tomó en una noche con ella a Juan Sánchez de Alvarado, siendo viejo de ochenta años, en la cama, y sacole las turmas, y enviolo en su mula, de manera que murió de ello a cavo de treinta días en la villa de Laredo. Y después castró a García, escribano, porque usaba con ella”.

Don Fernando Sánchez de Alvarado

Ruinas de la Casa Torre de Alvarado en Secadura.


En 1434, Fernán Sánchez de Alvarado, por orden del conde de Haro Pedro Fernández de Velasco, al frente de un grupo de giles coge durante la noche en casa de su madre a García de Agüero, no obstante los avisos que éste tuvo de que venían sobre él, llevándolo preso al Varado en Secadura, “e degolláronlo allí por mandado del Conde e por sentençia del Corregidor Fernando de Oña”

Descendiente de Don Pedro de Secadura, era su tataranieto; Lope García de Salazar dice de él:

"El linaje de Varado (o Alvarado) fue su fundamento de Secadura, donde había un ome mucho bueno, que llamaban Pedro Secadura, e ganó muchos dineros, e ganó facienda, e dejó un fijo que llamaron como al padre, e mucha facienda que dejó, e casó con fija de Martín Velas de Rada, que era orne mucho honrado, y obo della fijos, donde vino Fernando Sánchez del Varado é Juan Sánchez del Varado, e tomaron este nombre porque aquel Pedro de Secadura tenía su casa allende del Río, e físo una puente de unos maderos grandes para pasar por ella, e púsole dos varas de parte a parte, porque se arrimasen los que pasasen por aquella puente, e por aquellas varas llamaron el Varado, ca primero Secadura se llamaba".
                                                   --------------------------------------------------------

Nieto (Don Pedro de Santelices Guevara y Arredondo), de otro Don Rodrigo de Santelices y Velasco (1530-¿1599?), Patrón de San Pedro en la Puebla de Escalante. Pariente Mayor y Señor de Santelices. Familiar del Santo Oficio de la Inquisición (Logroño) y de Doña María de Guevara Palacio. Esta, hija de Don Diego García Palacio, Patrón del lugar de Homañón en Trasmiera. Caballero de la Casa Real. Señor de la Casa de Palacio de la Puebla en Escalante y de Doña Mencía Vélez de Guevara.

Además de los dineros entregados por García de Lamadriz, se añadió que Don Rodrigo Santelices, quien testó el 11 de septiembre de 1599, legó al convento seis cientos reales para la fábrica de la portería y prometió hacer la librería: "hará la Libreria encima de la Porteria del monasterio". Según Santibáñez, una lápida en el lado norte del convento indica que esta zona fue construida en 1600.

En 1599 pide en su testamento que: "por siempre jamás no podrán asentarse las mujeres sobre mi dicha sepultura".

El hermano de Don Pedro de Santelices Guevara y Arredondo era Don Juan de Santelices Guevara, Caballero de la Orden de Santiago. Oidor en la Chancillería de Granada. Consejero del Consejo de Castilla durante el reinado de Felipe IV.

Uno de sus hijos, de Don Pedro de Santelices fue Don Juan de Santelices Escalante, Señor de Santelices y primer marqués de Chiloeches (1630-1699).

Consejero del Consejo de Indias y del Consejo de Castilla.
Cursó sus estudios en el Colegio Mayor de San Ildefonso, en Alcalá de Henares. El 17 de septiembre de 1664 se casó con Catalina Teresa de Loyola, hija de Blasco de Loyola, secretario de Estado y del Despacho Universal. Este matrimonio le facilitó su entrada en la carrera administrativa, ya que un mes antes de su matrimonio era nombrado alcalde del Crimen de la Chancillería de Valladolid, plaza concedida en agradecimiento a los servicios prestados por su entonces futuro suegro. Un año más tarde, fue nombrado alcalde de casa y corte y posteriormente, el 10 de agosto de 1668, recibió la plaza de consejero de Indias. El 15 de enero de 1684 fue elevado a consejero del Consejo Real de Castilla.


En 1692, el rey Carlos II le concedió la merced de título de marqués de Chiloeches en virtud de los servicios prestados al Estado. El marquesado tenía implícito el señorío de Chiloeches, en cuya iglesia parroquial ejerció su patronazgo Juan de Santelices.



Palacio de Chiloeches.


                                                        Escudo de los Santelices.


La esposa de Don Pedro de Santelices Guevara y Arredondo hemos dicho que fue Doña Catalina de Escalante Somado del Hoyo, hija del Licenciado Don García de Escalante del Hoyo y de Doña Ana de Somado del Hoyo.

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Retrato y firma del Licenciado Don García de Escalante del Hoyo. Licenciado. Regidor Perpetuo de Laredo. Abogado del Santo Oficio de la Inquisición.

En su boda el 27 de septiembre de 1593 en Laredo, fue testigo uno de los hombres con más autoridad en la villa, Don Diego de Orellana de Chaves,Corregidor y Justicia Mayor de las Cuatro villas de la costa de la Mar. 
En 1608, con el nacimiento de mi antepasada, y su sexto hijo, en este caso hija, Doña Catalina, tuvieron el honor de que los padrinos de esta fueron nada más y nada menos que Don Juan Iñigo de Briceño de la Cueva, noble del ejército de Don Juan de Austria, Corregidor del Bastón de Laredo, y testamentario de Madama Bárbara de Blombergh. Su madrina fue, Doña María de Algora, baronesa de San Martín. Esposa de Conrado Pyramus Kegel, medio hermano de Don Juan de Austria. Era la nuera de Doña Bárbara de Blomberg, amante del Emperador Carlos V.


                                Don Juan de Austria.






































Doña Bárbara de Blombergh. Más conocida como Madame Blombergh.




Muchos de estos van a ser estudiados en este blog.

Fuentes.

  • http://sietemerindades.blogspot.com/2018/09/villarias-o-playtime-de-tati.html
  • http://museoetnograficodesoba.blogspot.com/2013/05/el-apellido-zorrilla-en-el-valle-de-soba.html
  • https://web.archive.org/web/20081119155925/http://www.cantabriajoven.com/soba/historia/historia.html
  • http://www.salvatierra-agurain.es/castillo-de-gebara.html




2 comentarios:

  1. Interesante historia, gracias. No se dice nada del linaje de los Cossio.
    Saludos

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    1. Gracias por tu comentario. Más que nada se basa en mis ancestros.

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