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domingo, 3 de octubre de 2021

PROGRESO DE CIVILIZACIONES EN EUROPA.

 



                                     Hacia el 460 E. C.

Los burgundios fueron un pueblo de origen escandinavo, que tras un primer paso por las tierras del Vístula, se habían asentado en la zona próxima a Worms a principios del siglo V, tras el asalto de las tribus germánicas de la frontera del Rin. En el año 443 fueron reasentados dentro de los límites del Imperio Romano como pueblo foederati, pero su independencia finalizó en 534, sometidos a los francos merovingios.

El reino ostrogodo de Italia (oficialmente Reino de Italia, Regnum Italiae​) fue el reino romano bárbaro creado por el rey Teodorico el Grande tras la caída del reino de Odoacro en 493. Sus límites aproximados iban desde la Provenza hasta Iliria (incluyendo los actuales países de Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina). Existió hasta 553, cuando los ostrogodos fueron derrotados por el general bizantino Narsés y reincorporados al Imperio.

En España, en el año 585 E. C, es eliminado el reino suevo, quedando solo el de los visigodos que los absorbieron. Por lo tanto, España se convertiría en un crisol de españoles con distintos matices genéticos, cartagineses, griegos, romanos, suevos, vándalos, alanos, visigodos...en diferentes aportaciones según la historia de cada uno.

El Reino lombardo de Italia, duró hasta el año 774 d.C., cuando fue conquistado por los francos.



843: Tratado de Verdún. El Imperio carolingio es repartido entre los hijos de Ludovico Pío. Carlos III el Gordo se queda con el territorio occidental, que pasará a ser oficialmente Francia (Lotario I obtiene la Lotaringia y Luis el Germánico obtiene el embrión de la futura Alemania).

El poder de la dinastía entonces fue disminuyendo. La parte media, tras ser disgregada, se incorporó a la zona oriental. Los carolingios de la parte oriental se extinguieron con la muerte en 911 de Luis el Niño y en su lugar se estableció la dinastía sajona desde 919. Y la rama occidental de los carolingios se extinguió entre 888 y 987, y a partir de esa fecha se establecieron finalmente los Capetos en el trono de los francos.

Los sajones se resistieron a ser incorporados a la órbita del Reino franco, pero fueron decisivamente conquistados por Carlomagno, a continuación de las campañas anuales que dirigía, las Guerras sajonas (772–802). Durante la campaña de Carlomagno en Hispania (778), los sajones avanzaron hasta Deutz en el Rin y saquearon a lo largo del río. Con la derrota vino el bautismo forzoso: los jefes sajones, así como su gente, se convirtieron al cristianismo, probablemente para ganar la paz a la manera del más célebre de entre ellos, Viduquindo, durante mucho tiempo feroz opositor a la marea de cristianización sobrevenida en la órbita del reino de los francos. Su árbol sagrado, un símbolo de Irminsul, fue destruido.

Según la costumbre carolingia, los sajones fueron entonces constreñidos al pago de un tributo. Hay evidencias de que los sajones, como los pueblos eslavos de los abroditas y los vendos (también llamados lusacianos o sórabos), a menudo proporcionaron tropas a sus señores carolingios. Los duques de Sajonia se convirtieron en reyes (Enrique I el Pajarero 919) y más tarde los primeros emperadores (el hijo de Enrique, Otón I el Grande) del Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo X, pero perdieron esta condición en el año 1024.

DINASTÍA SAJONA.


La dinastía sajona u otoniana fue una familia nobiliaria de Alemania (Germania) durante los siglos IX-XI, algunos de cuyos miembros fueron reyes de Alemania y emperadores. Son llamados otónidas por los tres emperadores llamados Otón, y "dinastía sajona" porque sus inicios empiezan en las tierras de Sajonia. También se denominan Liudolfinger, por su origen familiar, al ser descendientes del caudillo sajón Liudolfo.




Reyes de Francia Oriental

Luis II el Germánico (843-876)

Carlomán de Baviera (876-880), en Baviera

Luis III el Joven (876-882), en Sajonia

Carlos III el Gordo (876-887), en Suabia, luego toda Francia Oriental

Arnulfo de Carintia (887-899)

Luis IV el Niño (900-911)

Conrado I (911-918)

Enrique I el Pajarero (¿876?-936) fue el primer rey nativo en gobernar las tierras germanas, por lo que, antes del siglo XX, se le solía considerar como el fundador del Estado alemán medieval.


En sus veinticuatro años de reinado, Enrique abordó con éxito algunos de los problemas más acuciantes que sufría el reino, tales como la consolidación de la institución frente a los grandes y la ampliación de zonas de influencia, con la anexión de Lorena y la intervención en Bohemia. Además llevó a cabo una importante labor de impulso a la colonización, movimiento conocido como "Drang nach Osten", que afectó el norte y este del país y permitió consolidar esas zonas de población frente a las incursiones de húngaros, eslavos y suecos.

Para entonces, todas las tribus germanas estaban unidas en un solo reino. Enrique I es considerado, por lo tanto, el primer rey alemán y el fundador del Sacro Imperio Romano Germánico. Enrique era hijo de Otón I, duque de Sajonia, y de Hedwige de Franconia.

Enrique se casó dos veces. La primera vez, con Hatheburg de Merseburg, quien le dio un hijo, Thankmar. Su segundo matrimonio fue con Matilde de Ringelheim.

El primer hijo de esta unión, Otón, le sucedió como emperador. Su segundo hijo, Enrique, se convirtió en duque de Baviera. Su tercer hijo, Bruno, fue duque de Lotaringia y arzobispo de Colonia. El hijo de su primer matrimonio, Thankmar, se rebeló contra su medio hermano Otón, y murió en la batalla de Eresburg en el año 936.



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