sábado, 16 de marzo de 2019
LOS HUNOS.
Los hunos (latín vulgar: huni; también como chuni; griego medieval: Oúnnoi / Οὕννοι), constituyeron una confederación de pueblos nómadas y seminómadas, a partir de varias ramas étnicas procedentes del área esteparia, junto con grupos conquistados o asimilados en el área balcánica. La importancia de los hunos estriba en la creación tardía de un auténtico aparato de poder, capaz de rivalizar, en atribuciones e influencias, con las dos mitades escindidas del Imperio Romano, amenazando al mismo tiempo tanto a Constantinopla como a Roma.
El Imperio huno fue fundado por los hunos, un pueblo asiático que tuvo gran relevancia en el siglo IV. Realizaron profundas incursiones en Europa (hasta Francia) y en Asia (hasta India).
El origen de los hunos se encuentra en Asia Central. Esta era por entonces una "confederación" de pueblos nómadas que basaban su vida en el cuidado del ganado. De entre esos pueblos, aparecen dos ramas: los hunos blancos (conocidos también por el nombre de heftalíes) y otra rama que, a finales del siglo IV, descendieron por los valles del Volga (actual Rusia), mientras la primera descendía por los valles del río Oxus (nombre en griego del río Amu Daria que atraviesa gran parte de los países de Asia Central).
El movimiento de los hunos por Asia Central comenzó por el actual Turkmenistán hacia India. Ocuparon las zonas de Sogdiana y Bactriana, después penetraron por Irán y por India por el Noroeste, llegando a India Central, aprovechando la gran desestabilización del imperio de los Gupta a finales del siglo V.
El movimiento de los hunos hacia Europa se produjo hacia el año 370. Produjo una gran desestabilización de los pueblos bárbaros asentados en Europa Central y Oriental. Los hunos consiguieron asentarse en las orillas del Danubio, donde entablaron conversaciones amistosas con el Imperio romano, a quien ayudó en sus guerras con los germanos.
La llegada al poder de Atila produjo la unión en un estado, un gran imperio huno. Atila saqueó las tierras del Imperio romano hasta su muerte en el año 453, que a su vez significó el desmoronamiento de su imperio.
El origen de los hunos que se asentaron en Europa durante el siglo IV es todavía incierto. Sin embargo, los principales historiadores los consideran como un grupo de tribus nómadas de Asia Central con orígenes mezclados. Los hunos probablemente fueron étnicamente diversos, debido a un proceso etnogenético de asimilación cultural. Parece que usaron el idioma gótico como lingua franca.
Representación de los hunos luchando contra los alanos.
Con su hermano fallecido y como único rey de los hunos, mantuvo el poder de manera indiscutible sobre sus súbditos. En el 447, Atila volvió a los hunos de nuevo contra el Imperio romano de Oriente. Su invasión de los Balcanes y Tracia fue devastadora según un registro, arrasó más de setenta ciudades. El Imperio romano ya se tenía bastantes problemas internos, como hambruna o plagas, así como disturbios y varias series de terremotos en Constantinopla. Solo la rápida reconstrucción de sus murallas permitió a la capital evitar la conquista. La victoria de los hunos sobre los romanos los había dejado virtualmente sin desafíos en la tierra de los romanos y solo las enfermedades los obligaron a retirarse, cuando habían llevado a las hordas hasta las Termópilas.
La guerra contra el Imperio romano de Oriente terminó al fin en el 449 con la firma de la Tercera paz de Anatolio.
A pesar de sus incursiones en el Imperio romano de Oriente, los hunos siguieron manteniendo buenas relaciones con el de Occidente; esto era en gran parte gracias al poderoso general romano Flavio Aecio (señor de hecho del imperio occidental), de cuya amistad gozaban debido a la estancia que el romano había pasado con ellos. Todo esto cambió en el año 450, cuando Honoria, hermana del emperador Valentiniano III, envió a Atila un anillo y le pidió ayuda para escapar de su compromiso matrimonial con un senador. Aunque realmente no se sabe si Honoria lo hizo porque pretendía proponer matrimonio a Atila, este se lo tomó como tal. El monarca huno reclamó la mitad del Imperio romano de Occidente como dote. A las fallidas relaciones, se añadió una disputa que surgió entre Atila y Aecio referente al heredero legítimo del trono de los francos salios. Asimismo, las repetidas incursiones en el Imperio de Oriente habían dejado poco que saquear en el este.
En 451, las fuerzas de Atila entraron en la Galia y reclutaron guerreros de las tribus francas, godas y burgundias según avanzaban. Una vez en la Galia, los hunos atacaron Metz y continuaron hacia el oeste, pasando tanto Lutecia como Troyes para asediar Orléans.
El emperador Valentiniano III encomendó a Aecio el socorro de Orléans. Reforzados por las tropas francas y visigodas bajo el mando del rey Teodorico, las fuerzas romanas se encontraron con los hunos en la que sería conocida como la batalla de Châlons. Pese a acabar con una derrota táctica de Atila que frustró sus planes respecto a la Galia y lo obligó a retirarse del imperio, las trascendencia macrohistórica de la victoria de los romanos y sus aliados es un asunto controvertido.
Los movimientos de Atila durante la campaña de la Galia.
Jinetes hunos atacando al ejército romano siglo V. Autor Christian Jégou.
Ataque de Atila a Constantinopla en el 447. Después de una serie de terremotos que destruyeron las murallas de la ciudad, Atila atacó la ciudad que fue defendida por el prefecto Flavio Constantino que rechazó el ataque.
Batalla de los Campos Catalaúnicos o de Chalons 451: Despliegue inicial.
Al año siguiente, Atila renovó sus exigencias sobre Honoria y los territorios del Imperio romano de Occidente. Dirigiendo sus hordas a través de los Alpes entró en la península itálica, saqueando y arrasando Aquilea, Vicetia, Verona, Brixia y Milán. Al final, retiró sus tropas tras haber llegado a las puertas de Roma, tras ver al papa León I. Atila marchó sin Honoria y sin su dote.
Desde la cuenca cárpata, se preparó para atacar Constantinopla. Antes de emprender sus planes, se casó con una mujer germana llamada Ildico. En el año 453, murió de una hemorragia nasal en su noche de bodas.
Después de Atila.
A Atila le sucedió su hijo mayor, Elak. Sin embargo, los otros hijos de Atila, Dengizik y Ernak, disputaron el trono a Elak. Aprovechando la situación, las tribus subyugadas se alzaron en rebelión. Un año después de la muerte de Atila, los hunos fueron derrotados en la batalla de Nedao. En el año 469, Dengizich, el último rey huno y sucesor de Elak, murió. Esta fecha marca el fin del imperio huno.
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