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sábado, 16 de marzo de 2019

LOS LOMBARDOS.


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Los lombardos (en latín, langobardi, de donde procede el nombre alternativo de longobardos) fueron un pueblo germánico originario del norte de Europa que se asentó en el valle del Danubio y desde allí invadieron la Italia bizantina en 568 d.C bajo el liderazgo de Alboino. Establecieron el Reino lombardo de Italia, que duró hasta el año 774 d.C, cuando fue conquistado por los francos.

El Origo narra la historia de una pequeña tribu llamada los Winnili1​ habitaban en el sur de Escandinavia (Scadanan) (El Codex Gothanus escribe que los Winnili primero habitaron cerca de un río llamado Vindilicus en uu frontera extrema de la Galia.) Los Winnili se dividieron en tres grupos y una parte dejó la tierra natal para buscar campos extranjeros. La razón del éxodo fue probablemente la superpoblación.​ La gente que se marchó estaba guiada por los hermanos Ybor y Aio y su madre Gambara​ y llegaron a las tierras de Scoringa, quizás la costa báltica6​ o el Bardengau en las orillas del Elba.​ Scoringa estuvo gobernada por los vándalos, y sus jefes, los hermanos Ambri y Assi, quienes concedieron a los Winnili elegir entre el tributo o la guerra.

Los winnili eran jóvenes y valientes y rechazaron pagar tributo, diciendo «Es mejor conservar la libertad por las armas que mancharla con el pago del tributo». Los vándalos prepararon la guerra y consultaron a Godan (el dios Odín), quien contestó que concedería la victoria a aquellos a quienes él viera en primer lugar al amanecer.​ Los winnili eran menos numerosos​ y Gambara buscó la ayuda de Frea​), quien le aconsejó que todas las mujeres winnili debían atar sus cabellos debajo de sus caras como si fueran barbas y marchar junto con sus esposos. Al amanecer, Frea giró la cama de su marido hacia el oriente y le despertó. Así que Godan vio a los winnili primero, y preguntó, «¿Quiénes son estos que llevan largas barbas?» y Frea contestó, «Señor, tú les has dado el nombre, ahora concédeles también la victoria».​ Desde entonces, los winnili fueron conocidos como los langobardos (latinizado e italianizado como lombardos).

Cuando Pablo el Diácono escribió la Historia entre 787 y 796 era un monje católico y devoto cristiano. Por ello, pensaba que las historia paganas de su gente eran «tontas» y «ridículas».​ Pablo explicó que el nombre «langobardo» venía de la longitud de sus barbas, por las palabras germánicas lang ‘largo’ y bard ‘barba’.​ Una teoría moderna sugiere que el nombre «langobardo» viene de Langbarðr, un apodo de Odín. Priester afirma que cuando los winnili cambiaron su nombre al de «lombardos», también cambiaron su antiguo culto a la fertilidad agrícola al culto de Odín, creando así una tradición tribal consciente.​ Fröhlich invierte el orden de los acontecimientos en Priester y afirma que con el culto a Odín, los lombardos hicieron crecer sus barbas para parecerse al Odín de la tradición y su nuevo nombre reflejaba esto.​ Bruckner remarca que el nombre de los lombardos se encuentra en una relación cercana a la veneración de Odín, cuyos muchos nombres incluyen «el de la larga barba» o «el de la barba gris», y que el nombre lombardo Ansegranus ('el que tiene la barba de los dioses') muestra que los lombardos tenían esta idea de su deidad jefe.


Arqueología y migraciones.

Del testimonio combinado de Estrabón (año 20) y Tácito (año 117), los lombardos habitaban cerca de la desembocadura del río Elba poco después del comienzo de la era cristiana, cerca de los Chauci.​ Estrabón afirma que los lombardos vivieron en ambas orillas del Elba. El arqueólogo alemán Willi Wegewitz definió varios lugares de enterramiento de la Edad del Hierro en el Elba inferior como langobárdico.​ Los lugares de enterramiento son crematorios y usualmente se datan desde el siglo VI a. C. hasta el III d. C., de manera que parece improbable una ruptura del asentamiento.​Las tierras del Elba inferior caen en una zona de la cultura de Jastorf y se convirtieron en germánicos del Elba, difiriendo de las tierras entre el Rin, el Weser y el Mar del Norte.​ Los hallazgos arqueológicos muestran que los lombardos eran un pueblo agrícola.

La primera mención de los lombardos acontece entre el año 9 d. C. y el año 16, por el historiador de corte romano Veleyo Patérculo, quien acompañó a una expedición romana como prefecto de la caballería. Patérculo describió a los lombardos como «más fieros que los salvajes germanos normales».​ Tácito contaba a los lombardos entre las tribus suevas,​ y súbditos de Marobod el Rey de los marcomanos.​ Marobod había hecho la paz con los romanos, y por ello los lombardos no formaron parte de la confederación de germanos a las órdenes de Arminio en la batalla del bosque de Teutoburgo en el año 9. En el año 17, estalló la guerra entre Arminio y Marobod. Tácito dice:

No sólo los queruscos y sus confederados... cogieron las armas, sino los senones y los longobardos, ambos naciones suevas, se rebelaron contra él de la soberanía de Marobod... Los ejércitos... fueron estimulados por sus propias razones, los queruscos y los lombardos lucharon por su antiguo honor o su recién adquirida independencia...

En 47, estalló una lucha entre los queruscos y expulsaron a su nuevo caudillo, el sobrino de Arminio, de su país. Los lombardos aparecen en la escena con suficiente poder, al parecer, para controlar el destino de la tribu que, treinta y ocho años antes, había encabezado la lucha por la independencia, pues restauraron al depuesto jefe.​ A mediados del siglo II, los lombardos también aparecen en Renania. Según Ptolomeo, los lombardos suevos se asentaron en al sur de los sicambrios,​ pero también permanecieron en el Elba, entre los chauci y los suevos, que indican una expansión lombarda. El Codex Gothanus también menciona Patespruna (Paderborn) en relación con los lombardos.​ Dión Casio nos informa de que justo antes de las guerras marcomanas, seis mil lombardos y los ubios cruzaron el Danubio e invadieron Panonia.​ Las dos tribus fueron derrotadas, de ahí que desistieran de su invasión y enviaran a Ballomar, rey de los marcomanos, como embajador ante Elio Basao, quien estaba entonces administrando Panonia. Se hizo la paz y las dos tribus volvieron a su hogar, que en el caso de los lombardos estaba en las tierras del Elba inferior. Por esta época, Tácito, en su obra Germania (98 d. C.), describe a los lombardos de la siguiente manera:

A los langobardos, por el contrario, su escaso número los distingue. Aunque rodeados por una hueste de tribus más poderosas, están seguros, no sometiéndose, sino desafiando los peligros de la guerra.

Del siglo II en adelante, muchas de las tribus germánicas de la época del emperador Tiberio comenzaron a unirse en grandes uniones tribales, dando como resultado a los francos, alamanes, bávaros y sajones.​ La razón por la que los lombardos desaparecen como tales de la historia romana en el período 166–489 podría ser que habitaban tan profundamente en la Germania interior que sólo se les detectó cuando reaparecieron en las orillas del Danubio, o bien que los lombardos también se vieron sometidos a una tribu más grande, probablemente los sajones. Es, sin embargo, bastante probable que cuando el grueso de los lombardos emigraron, una parte considerable permaneció detrás y más adelante fueron absorbidos por las tribus sajonas en la región, mientras que sólo los emigrantes conservaron el nombre de lombardos.​ Sin embargo, el Codex Gothanus escribe que los lombardos fueron sometidos por los sajones alrededor del año 300, pero se alzaron de nuevo contra los sajones con su rey Agelmundo.​ En la segunda mitad del siglo IV, los lombardos dejaron su hogar, probablemente debido a cosechas difíciles, y se embarcaron en su migración.

La ruta de migración de los lombardos, desde su tierra natal a Rugiland en 489, abarcaba diversos lugares: Scoringa (que se cree que es su tierra en las orillas del Elba), Mauringa, Golanda, Anthaib, Banthaib, y Vurgundaib (Burgundaib).​ Según el Anónimo de Rávena, Mauringa era la tierra al este del Elba.

El cruce a Mauringa era muy difícil, los assipitti (usipetes) les denegaron el paso a través de sus tierras; se arregló una lucha entre el hombre más fuerte de cada tribu, el lombardo resultó victorioso, les permitieron el paso y los lombardos alcanzaron Mauringa.​ El primer rey lombardo, Agelmundo, de la raza de Guginger, gobernó durante treinta años.


Territorio lombardo en 526. Por entonces, los lombardos ocupaban aproximadamente las tierras de la moderna Eslovaquia (el mapa muestra en trazo oscuro las fronteras en el siglo XXI).


Los lombardos se fueron de Mauringa y alcanzaron Golanda. El erudito Ludwig Schmidt cree que esto era más al este, quizás en la orilla derecha del Oder. Schmidt considera que el nombre es el equivalente de Gotland y significa simplemente 'buena tierra'. Esta teoría es muy plausible, Pablo el Diácono menciona un episodio de los lombardos cruzando un río, y los lombardos podrían haber alcanzado Rugiland desde el Oder superior a través de la Puerta Morava.

Marchándose de Golanda, los lombardos pasaron a través de Anthaib y Banthaib hasta que alcanzaron Vurgundaib. Vurgundaib se cree que eran las tierras antiguas de los burgundios.44​45​ En Vurgundaib, los lombardos fueron derrotados en el campo por los «búlgaros» (probablemente hunos);​ el rey Agelmundo fue asesinado. Laimicho fue ascendido al reinado más tarde; estaba en su juventud y deseaba vengar la muerte de Agelmundo.​ Los lombardos mismos eran probablemente súbditos de los hunos tras la derrota, pero los lombardos se alzaron de nuevo contra ellos y los derrotaron con gran matanza.​ La victoria dio a los lombardos un gran botín y confianza pues ellos «...se hicieron más atrevidos a la hora de enfrentarse en la guerra».​

En los años 540, Alduino (que gobernó entre 546 y 565) guió a los lombardos al otro lado del Danubio de nuevo hacia Panonia Se establecieron allí gracias a un foedus de 540, ​pues Justiniano los animó a luchar contra los gépidos para tenerlos por aliados y servir de barrera a Italia contra las invasiones de otros pueblos bárbaros. Dado que Justiniano les había ayudado en una guerra contra los gépidos, lucharon a cambio contra los ostrogodos.

El reino de los lombardos en Italia.

En 560 surgió un nuevo y enérgico rey: Alboíno, que derrotó a sus vecinos gépidos, les hizo sus súbditos y en 566, se casó con la hija de su rey Cunimundo, Rosamunda. En la primavera del año 568, Alboíno invadió Italia al forzar el limes del Friuli junto a un ejército en el que había lombardos y otras tribus germánicas como bávaros, gépidos, sajones51​ y búlgaros. Entre cuatrocientos y quinientos mil lombardos cruzaron los Alpes Julianos e invadieron el norte de Italia (la población romana en el norte de Italia era aproximadamente de dos millones de personas) debido a la presión de los ávaros.​ En aquel momento Longino, que había sucedido a Narsés en el gobierno de Italia con el título de exarca, no esperaba esta invasión. En el verano de 569, los lombardos conquistaron el centro romano del Norte de Italia, Milán. La zona estaba entonces recuperándose de las terribles guerras góticas, y el pequeño ejército bizantino dejado para su defensa no pudo hacer nada.

Posteriormente cayó Pavía, tras un asedio de tres años, en 572, convirtiéndose en la primera capital del nuevo reino lombardo de Italia. Al año siguiente, los lombardos penetraron más al sur, conquistando la región de Toscana. Posteriormente, las tribus lombardas también se instalaron en el centro y el sur de Italia estableciendo los ducados de Spoleto y Benevento, que pronto se hicieron semi-independientes. Los bizantinos consiguieron conservar el control de la región de Rávena y Roma, unidos por un estrecho corredor que discurría a través de Perugia.

Cuando entraron en Italia, algunos lombardos conservaron su forma nativa de paganismo, mientras que algunos eran cristianos arrianos. De ahí que no tuvieran buenas relaciones con la Iglesia católica, a la que persiguieron con el celo de neófitos. Gradualmente, adoptaron títulos romanos, nombres y tradiciones, y en parte se convirtieron a la ortodoxia (siglo VII), no sin una larga serie de conflictos religiosos y étnicos.

A consecuencia de estos sucesos, se formaron en el territorio conquistado por los lombardos treinta y seis ducados independientes, pero esta desmembración fue perjudicial para ellos y funesta para Italia. Sus dirigentes se asentaron en las ciudades principales. El rey gobernaba sobre ellos y administraba la tierra a través de emisarios llamados gastaldi. Esta subdivisión, sin embargo, junto con la independiente falta de docilidad de los ducados, privó al reino de su unidad, debilitándolo incluso en comparación con los bizantinos, especialmente después de que empezaron a recuperarse de la invasión inicial. Esta debilidad se hizo todavía más evidente cuando los lombardos tuvieron que enfrentarse con el creciente poder de los francos. En respuesta a este problema, los reyes intentaron centralizar el poder a lo largo del tiempo; pero perdieron el control sobre Spoleto y Benevento definitivamente en el intento.


La invasión lombarda, por otro lado, destruyó el limes de Friuli y las plazas fuertes del Véneto. En consecuencia, esta zona quedó abierta a que otros bárbaros cruzaran los Alpes y la invadieran. Así lo hicieron los ávaros y los eslavos, que atacaron las llanuras llegando en ocasiones hasta el mar Adriático.

Estructura social.

Idioma

El idioma lombardo está extinto. El idioma germánico declinó a partir del siglo VII, pero pudo seguir conservando un uso disperso hasta alrededor del año 1000. El idioma sólo se conserva fragmentariamente, siendo la principal evidencia palabras individuales citadas en textos latinos. En ausencia de textos lombardos, no es posible llegar a ninguna conclusión sobre la sintaxis y morfología del idioma. La clasificación genética del lenguaje está basada necesariamente de forma total sobre la fonología. Puesto que hay evidencia de que el lombartico participó en él, y de hecho muestra algo de la evidencia más antigua para, el cambio consonante alto-alemán, está clasificado como un germánico del Elba o dialecto alemán superior.

Fragmentos longobárdicos están conservados en inscripciones rúnicas. Entre los textos de fuentes primarias se encuentran breves inscripciones en futhark antiguo, entre ellos la «cápsula de bronce de Schretzheim» (h. 600). Hay un número de textos latinos que incluyen nombres lombárdicos, y textos legales lombardos contienen términos tomados del vocabulario legal vernáculo. En 2005, hubo algunas pretensiones de que la inscripción de la espada Pernik pueda ser lombarda.

Sociedad del período de la migración.

Los reyes lombardos pueden remontarse hasta alrededor del año 380 y por lo tanto a comienzos de la Gran Migración. El reinado se desarrolló entre los pueblos germánicos con la unidad de un solo mando militar se consideró necesario. Schmidt creía que las tribus germánicas se dividieron por cantones y que el gobierno más antiguo fue una asamblea general que seleccionaba los jefes de los cantones y los caudillos guerreros de los cantones (en tiempos de guerra). Tales figuras probablemente estaban seleccionados entre una casta de nobles. Como resultado de las guerras de su vagabundeos, el poder real se convirtió en tal manera que el rey se convirtió en representante del pueblo; pero la influencia del pueblo sobre el gobierno no desapareció completamente.​ Pablo el Diácono da un relato de la estructura tribal lombarda durante la migración:

...para poder incrementar el número de sus guerreros, conferir libertad a muchos de aquellos a los que liberan del yugo de la esclavitud, y que la libertad de estos puede considerarse establecida, ellos confirmaron en su forma acostumbrada por una flecha, pronunciando ciertas palabras de su país en confirmación del hecho.


La completa emancipación parece haberse garantizado sólo entre los francos y los lombardos.












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