EL HEBREO.
El primer idioma hablado por el hombre, fue el hebreo. Lo habló desde Adán (4026 a. E. C, hasta la gente del tiempo de Sem, Cam y Jafet y sus descendientes, hasta la confusión de lenguas sobre el 2100 a. E.C. Sem, nació en el 2468 a. E. C, y es evidente que él conservara el idioma original aún después de la confusión del lenguaje.
En el registro bíblico no se da la fecha en la que se intentó construir la Torre de Babel. Génesis 10:25 señala que la división que resultó de la confusión de lenguas ocurrió durante ‘los días de Péleg’. De esto no se infiere necesariamente que este acontecimiento ocurriera al tiempo del nacimiento de Péleg. La expresión “en sus días” indica en realidad que la división tuvo lugar, no al tiempo del nacimiento de Péleg o justo después, sino durante el transcurso de su vida, desde 2269 a 2030 a. E.C. Si cada varón postdiluviano hubiera empezado a tener hijos a los treinta años de edad a un promedio de uno cada tres años (lo que daría un hijo varón cada seis años) hasta la edad de noventa años, la población pudiera haber crecido hasta un total de 4.000 varones adultos en un período de ciento ochenta años desde el fin del Diluvio (es decir, en 2189 a. E.C.). Un cálculo moderado como el que acabamos de mencionar sería suficiente para explicar la construcción de la torre y la dispersión de la gente.
Las pruebas bíblicas e históricas muestran que Sem fue, por lo tanto, el progenitor de los pueblos semitas: los elamitas, los asirios, los caldeos primitivos, los hebreos, los arameos (o sirios), diversas tribus árabes y quizás los lidios de Asia Menor. Esto significaría que la población que descendió de Sem estaba concentrada principalmente en el ángulo sudoccidental del continente asiático, se extendía por casi toda la Media Luna Fértil y ocupaba una considerable porción de la península arábiga.
Evidentemente los lenguajes originales que resultaron de la acción divina en Babel con el transcurso del tiempo produjeron dialectos relacionados. A menudo estos dialectos se desarrollaron hasta formar lenguajes separados. Aun los descendientes de Sem, que evidentemente no figuraron entre la muchedumbre de Babel, llegaron a hablar, no solo hebreo, sino también arameo, acadio y árabe.
Abrahán fue la décima generación desde Noé por medio de Sem, nacido en 2018 a. E. C, no debió tener dificultad alguna en conversar con el pueblo de ascendencia camítica de Canaán, pues no se menciona que en sus contactos hubiese presente un intérprete, aunque lo mismo debe decirse de su visita a Egipto. Es probable que por haber vivido en Ur de los caldeos, Abrahán supiese acadio (asirobabilonio) (Gé 11:31), un idioma que por algún tiempo fue lengua internacional. Es posible que la gente de Canaán fuese hasta cierto punto bilingüe, pues vivía relativamente cerca de las comunidades semíticas de Siria y Arabia. Además, dado que en el alfabeto se aprecian indicios claros de su origen semítico, es posible que este hecho en sí mismo haya contribuido considerablemente a que personas de otros grupos lingüísticos, en particular gobernantes y funcionarios, empleasen también las lenguas de origen semítico.
Al parecer, Jacob tampoco tuvo dificultad alguna en comunicarse con sus parientes arameos, aunque en ocasiones se aprecian diferencias en el empleo de ciertos términos.
José, que seguramente aprendió egipcio cuando sirvió de esclavo en la casa de Potifar, se valió de un intérprete la primera vez que habló con sus hermanos hebreos cuando fueron a Egipto. Moisés, educado en la corte faraónica, debió aprender varios idiomas: el hebreo, el egipcio, probablemente el acadio y algunos otros.
Idioma acadio.
Con el tiempo, el acadio dejó de ser la lengua franca o de comunicación internacional y fue sustituido por el arameo, que se llegó a usar incluso en correspondencia oficial con Egipto. Sin embargo, cuando el rey asirio Senaquerib invadió Judá (732 a. E.C.), la inmensa mayoría del pueblo de Judá no entendía el arameo (sirio antiguo), si bien sus funcionarios sí lo entendían. De modo semejante, la lengua caldea de los babilonios de origen semita que conquistaron Jerusalén en 607 a. E.C. les pareció a los judíos como quienes “tartamudean con los labios”. Aunque Babilonia, Persia y otras potencias mundiales construyeron grandes imperios y dominaron sobre pueblos de muy diversos idiomas, no pudieron eliminar la barrera divisiva impuesta por las diferencias lingüísticas.
Su estabilidad. Hay numerosísimos ejemplos en la historia de idiomas que han ido evolucionando con el transcurso del tiempo. El español que se hablaba en la época del Cid Campeador (siglo XI E.C.) hoy les parecería a la mayoría de los hispanohablantes un idioma extranjero. Por lo tanto, bien pudiera ocurrir que el idioma que Adán hablaba hubiese cambiado considerablemente para cuando Moisés comenzó la redacción de las Escrituras Hebreas. Sin embargo, la larga duración de la vida durante esos dos mil quinientos años pudo ser un factor contrario a esa evolución. Solo se necesitó un eslabón entre Adán y los sobrevivientes del Diluvio: Matusalén. Además, Sem, que fue contemporáneo de Matusalén durante bastantes años antes del Diluvio, aún vivía para el tiempo de Isaac; y entre la muerte de Isaac (1738 a. E.C.) y el nacimiento de Moisés (1593 a. E.C.) transcurrieron menos de ciento cincuenta años. El que algunos personajes separados entre sí por varias generaciones fueran contemporáneos serviría para conservar la uniformidad del idioma hablado. No obstante, no siempre es posible saber lo cerca que vivieron unos de otros los hombres que sirvieron de eslabones humanos, como Sem y Abrahán. La comunicación habitual es un factor importante en la estabilidad de un idioma.
Las diferencias que fueron surgiendo entre las lenguas semíticas, como el hebreo, el arameo, el acadio y diversos dialectos árabes, hacen patente que no todos los descendientes de Sem conservaron la pureza del “un solo lenguaje” antediluviano. Ya en el siglo XVIII a. E.C. (hacia el año 1761 a. E.C.), el nieto y el sobrino nieto de Abrahán usaron términos diferentes para dar nombre al majano que sirvió de memoria o testimonio entre ellos; Jacob, el padre de los israelitas, lo llamó “Galeed”, mientras que Labán, residente en Siria o Aram (Labán no era descendiente de Aram), empleó la voz aramea “Jegar-sahadutá”. (Gé 31:47.) Ha de decirse, no obstante, que la diferencia entre estos dos términos no indica necesariamente que ya en esa época el hebreo y el arameo fuesen muy distintos, pues hay que tener en cuenta que al parecer Jacob no encontró en Siria dificultad alguna para comunicarse. Seguramente, la aparición de nuevas circunstancias y utensilios hizo que se fueran acuñando palabras nuevas para designarlos. Era de esperar que esos términos variaran de un lugar a otro entre grupos de una misma familia lingüística distanciados geográficamente, aun cuando la estructura gramatical de su idioma permaneciera más o menos igual.
Al parecer, el declive del idioma hebreo comenzó principalmente después del año 70 E.C., como resultado de la destrucción de Jerusalén y su templo y la consecuente dispersión de los sobrevivientes ocurrida en ese mismo año. No obstante, los judíos siguieron usando el hebreo en sus sinagogas en todos los lugares por donde los judíos se esparcieron. Aproximadamente desde el siglo VI E.C., doctos judíos conocidos como masoretas asumieron con gran dedicación la tarea de conservar la pureza del texto hebreo de las Escrituras. Y sobre todo a partir del siglo XVI E.C. se reavivó el interés en el hebreo antiguo. El siglo siguiente fue testigo del inicio de estudios intensivos de otras lenguas semíticas, lo que contribuyó a esclarecer el entendimiento del idioma antiguo y ha resultado en traducciones mejoradas de las Escrituras Hebreas.
EL IDIOMA UGARÍTICO.
EL ARAMEO.
En el siglo VIII a. E.C., la diferencia entre el hebreo y el arameo había llegado a ser tan grande que se les considera idiomas separados.
El arameo fue un antiguo idioma semita relacionado estrechamente con el hebreo y hablado en un principio por los arameos. Sin embargo, con el transcurso del tiempo llegó a abarcar varios dialectos (a algunos de los cuales se les considera idiomas independientes) y tuvo un uso extenso, sobre todo en el SO. de Asia. El arameo se empleó desde el II milenio a. E.C. hasta poco más o menos el año 500 E.C. Es uno de los tres idiomas en los que se escribió originalmente la Biblia. El término hebreo ʼAra·míth se emplea cinco veces en el texto bíblico y se traduce “en el lenguaje siríaco” o “en el lenguaje arameo”.
Por lo general, el arameo se divide en occidental y oriental, pero, desde un punto de vista histórico, se han reconocido los siguientes cuatro grupos: arameo antiguo, oficial, levantino y oriental. Algunos han indicado que es muy probable que durante el II milenio a. E.C., se hablaran varios dialectos arameos en la Media Luna Fértil, Mesopotamia y sus inmediaciones.
Con el tiempo, un nuevo dialecto arameo llegó a ser la lengua franca o idioma internacional auxiliar del Imperio asirio, sustituyendo al acadio en la correspondencia oficial gubernamental con las zonas remotas del imperio. Por el uso que se le dio, a esta forma de arameo se la conoce como “arameo oficial”, y se siguió utilizando durante la hegemonía babilonia (625-539 a. E.C.) y, después, bajo la dominación persa (538-331 a. E.C.). En ese tiempo en particular tuvo un amplio uso, siendo el idioma oficial del gobierno y el comercio en una extensa zona, como lo atestiguan los descubrimientos arqueológicos, puesto que aparece en los registros de tablillas cuneiformes, en ostraca, papiros, sellos, monedas, inscripciones sobre piedra y hallazgos similares. Se han encontrado estos objetos en lugares como Mesopotamia, Persia, Egipto, Anatolia, Arabia septentrional y regiones tan septentrionales como los montes Urales y tan orientales como Afganistán y el Kurdistán. El uso del “arameo oficial” continuó durante el período helenístico (323-30 a. E.C.).
¿En qué idioma habló Jesús? Existen bastantes diferencias de opinión respecto a este asunto entre los escriturarios. Sin embargo, el profesor G. Ernest Wright dice en cuanto a los idiomas que se hablaban en Palestina cuando Jesucristo estuvo sobre la Tierra: “En las calles de las ciudades más importantes se oiría hablar en diversos idiomas. Los más comunes eran, evidentemente, el griego y el arameo, y casi todos, incluso los habitantes de las ciudades ‘modernas’ u ‘occidentales’, como Samaria y Cesarea, serían capaces de entenderse en ambos, aunque el griego sería allí el más hablado. Los soldados y funcionarios romanos hablarían entre sí el latín, mientras que los judíos ortodoxos se entenderían en una variedad tardía del hebreo, un idioma que, según nuestros conocimientos, no era ni hebreo clásico ni arameo, a pesar de sus semejanzas con ambos”. A continuación, el profesor Wright pasa a comentar sobre el idioma que debió hablar Jesús: “Se ha discutido mucho en qué lengua se expresaría Jesús. No contamos con medio alguno para saber si era capaz de hablar en latín o en griego, pero en su predicación al pueblo se serviría del arameo o del hebreo popular, fuertemente teñido de aramaísmo. Cuando Pablo se dirigió al tumulto en el templo, se afirma que lo hizo en hebreo (Hch 21:40). Los investigadores, en general, entienden que se trata del arameo, pero también es muy posible que el idioma hablado por entonces entre los judíos fuese una forma popular del hebreo”. (Arqueología bíblica, 1975, págs. 349, 350.)
Por consiguiente, durante su vida humana, Jesús habló un tipo de hebreo propio de su época y un dialecto arameo.
IDIOMA EGIPCIO.
Los eruditos modernos tienden a clasificar la lengua egipcia como “semítico-camítica”. Aunque era básicamente camítica, se dice que hay muchas analogías entre su gramática y la de las lenguas semíticas, así como algunas similitudes en el vocabulario. A pesar de estas aparentes semejanzas, se reconoce que “el egipcio difiere de todas las lenguas semíticas mucho más que estas entre sí, de modo que, al menos hasta que se defina mejor su relación con las lenguas africanas, se le debe excluir del grupo semítico”. (Egyptian Grammar, de A. Gardiner, Londres, 1957, pág. 3.)
Hay muchos factores que hacen extremadamente difícil llegar a conclusiones definitivas sobre el idioma primitivo utilizado en Egipto. Uno de ellos es el sistema egipcio de escritura. Las inscripciones antiguas usan signos pictográficos (representaciones de animales, pájaros, plantas u otros objetos) combinados con algunas formas geométricas, sistema de escritura que los griegos llamaron jeroglífico. Aunque algunos signos representaban sílabas, estas solo se emplearon para complementar los jeroglíficos, nunca para sustituirlos. Además, en la actualidad se desconocen los sonidos que aquellas sílabas representaban. Algunos escritos cuneiformes de mediados del II milenio a. E.C. que hablan de Egipto han aportado datos de interés. Las transcripciones griegas de nombres egipcios y de otras palabras, de aproximadamente el siglo VI E.C., y algunas transcripciones arameas de un siglo más tarde, también han ayudado a deletrear las palabras egipcias transcritas. No obstante, la reconstrucción de la fonología del antiguo egipcio aún se basa en el copto, el egipcio hablado a partir del siglo III E.C. De modo que solo se puede tener un conocimiento aproximado de la estructura original del vocabulario antiguo en su forma más primitiva, en particular anterior a la estancia israelita en Egipto.
Por otra parte, el conocimiento de otros idiomas camíticos africanos es muy limitado en la actualidad, por lo que es difícil determinar la relación del egipcio con estos. No se conoce ninguna inscripción de idiomas africanos no egipcios anterior a nuestra era. Los hechos apoyan el relato bíblico de la confusión de las lenguas, y parece claro que los egipcios primitivos, en tanto descendientes de Cam por medio de Mizraim, hablaban un idioma separado y distinto de las lenguas semíticas.
La escritura jeroglífica se usó sobre todo para inscripciones en monumentos y pinturas murales, en las que los símbolos se trazaban con gran detalle. Aunque continuó empleándose hasta el principio de la era común, en particular en textos religiosos, los escribas idearon una escritura menos incómoda, de formas cursivas y más simplificadas, que impresionaban con tinta sobre cuero y papiro. A este sistema se le denominó hierático. Le siguió otro todavía más fácil de escribir, llamado demótico, en especial a partir de la “dinastía XXVI” (siglos VII y VI a. E.C.). No se logró descifrar los textos egipcios hasta después del descubrimiento de la Piedra Rosetta, en el año 1799. Esta inscripción, actualmente en el Museo Británico, contiene un decreto en honor a Tolomeo V Epífanes que data del año 196 a. E.C. La escritura está en jeroglífico egipcio, demótico y griego; gracias al texto en este último idioma fue posible descifrar el egipcio.
EL IDIOMA PERSA.
El persa antiguo o persa aqueménida es una lengua irania suroccidental hablada hace dos milenios y medio en el antiguo Irán, siendo el antecesor directo del persa medio o persa sasánida (pahlavi). El persa antiguo refleja arcaísmos y estructuras gramaticales típicas del antiguo iranio, también testimoniadas en el antiguo avéstico (iranio nororiental).
EL IDIOMA ELAMITA.
Sin embargo, estas inscripciones halladas en Elam no prueban que los verdaderos elamitas no fuesen de origen semita, pues hay muchos ejemplos históricos de pueblos que adoptaron un idioma distinto al suyo debido a la dominación o infiltración de elementos extranjeros. Por otro lado, algunos pueblos antiguos, además de hablar su propia lengua, usaban otro idioma en sus relaciones comerciales o internacionales (como en el caso del arameo, que llegó a ser lingua franca de varias naciones). A los “hititas” de Karatepe se deben unas inscripciones bilingües (probablemente del siglo VIII a. E.C.) en escritura jeroglífica “hitita” y en fenicio antiguo. Otro ejemplo de la práctica común entre pueblos antiguos de registrar hechos y acontecimientos en más de un idioma lo hallamos en Persépolis, donde se encontraron unas 30.000 tablillas de arcilla del tiempo del rey persa Darío I. Estaban escritas en su mayor parte en el idioma “elamita”. Sin embargo, Persépolis no era una ciudad elamita.
Una prueba más de que no es apropiado considerar la mención de Elam en Génesis capítulo 10 como una referencia puramente geográfica y no genealógica la suministran las esculturas de los reyes elamitas, esculturas que datan, según los arqueólogos, del tiempo de Sargón I (cuya gobernación sitúan hacia el fin del III milenio). Estas esculturas no solo representan figuras típicamente acádicas (asirobabilonias semíticas), sino que también llevan inscripciones acádicas. (The Illustrated Bible Dictionary, edición de J. D. Douglas, 1980, vol. 1, pág. 433.)
El elamita también fue una lengua oficial del Imperio persa de siglo VI a. E. C. al siglo IV a. E. C. Los últimos textos escritos en elamita son de la época de la conquista del Imperio persa por Alejandro Magno.
A lo largo de los siglos, se desarrollaron tres escrituras sucesivas para el elamita.
El protoelamita es el sistema de escritura más antiguo de Irán. Sus primeros testimonios son realizados en Susa, capital de Elam. Se cree que la escritura protoelamita se desarrolló a partir de la escritura sumeria naciente. Las tablillas más antiguas con pictogramas elamitas proceden del nivel 16 de Susa y son contemporáneas del periodo Uruk IV de Sumer, donde se halló el primer descubrimiento de escritura. Mientras que el protocuneiforme está escrito en jerarquías visuales, el protoelamita está escrito en un estilo en-línea: signos numéricos siguen a los objetos que cuentan; algunos signos no numéricos son imágenes de los objetos que representan, aunque la mayoría son totalmente abstractos. Dicha escritura consiste en aproximadamente 1000 signos y se cree que es parcialmente logográfica. Debido a que no ha sido descifrada, no se sabe si la lengua es elamita o no.
Elamita lineal.
El elamita lineal es un silabario derivado del protoelamita, llamado así a causa de sus registros similares a los del lineal cretense. Es conocida por unas 1400 inscripciones relacionadas con transacciones económicas, encontradas sobre todo en Susa. El elamita lineal solo ha sido descifrado en parte, principalmente por Walther Hinz. Consiste en unos 80 símbolos y se escribía en columnas verticales de arriba abajo y de izquierda a derecha.
El elamita cuneiforme se usó desde el ¿2000? hasta el 331 a. E. C. y se adaptó del cuneiforme acadio. Consiste en unos 130 símbolos (en su mayoría silábicos) y representa una simplificación de los viejos pictogramas protoelamitas. Es principalmente un lenguaje que utiliza los ideogramas o logogramas. La polifonía estaba reducida al máximo, de tal modo que el elamita era en la práctica un sistema silábico.
LENGUA HITITA.
El luvio, el palaico y el hitita (los tres fechados antes del primer milenio 1000 a. C.), así como el lidio y el licio (éstos dos entre los años 500 y 200 a. C.) forman la subfamilia anatolia, de las lenguas indoeuropeas. Al norte de Hatti, en la región llamada Pala se hablaba el palaico; el luvio tanto en Arzawa al oeste, como en Cilicia, al sur; el lidio se hablaba al noroeste de la región de Anatolia, y el licio, que procedía del luvio, en el suroeste. Los hititas llamaron a la lengua hitita nesio, más tarde nesa, como la primera ciudad donde se asentaron, que estuvo cerca de la actual población turca de Kayseri.
El hitita es la lengua muerta hablada en la antigüedad por los hititas, pueblo que creó un imperio centrado en la antigua Hattusa (actual Bogazköy) en el norte de Anatolia central (hoy Turquía). La lengua se habló aproximadamente entre 1600 a. E. C. (y probablemente antes) y 1100 a. E. C. Hay algunos testimonios de que la lengua hitita y lenguas cercanas a ella continuaron hablándose en Anatolia durante varios siglos después de la caída del Imperio Hitita y el último de los textos hititas conocido.
El hitita es la más antigua lengua indoeuropea conocida. Debido a marcadas diferencias en su estructura y fonología, en un primer momento algunos filólogos, el más notable de ellos Warren Cowgill, argumentaron que debería ser clasificada como hermana de las lenguas indoeuropeas, en vez de como lengua hija. Sin embargo, más recientemente, muchos investigadores han llegado a aceptar al hitita como lengua descendiente del protoindoeuropeo, y algunos estudios han mostrado que sus características inusuales son fruto principalmente de innovaciones posteriores.
El material hitita antiguo se puede hallar en nombres propios y en algunos préstamos del dialecto local recogidos en las tablillas de Capadocia (correspondencia comercial en asirio de los colonos asirios que vivieron en Anatolia, especialmente en el emporio de Kültepe, cerca de la actual Kayseri, entre c. 1900 a. C. y 1720 a. C.).
Las tablillas de otros lugares fuera de la capital hitita son raras, solo algunos ejemplos se han encontrado, como en Tarso, Alalakh, Ugarit y Amarna. Esos hallazgos atestiguan el crecimiento de un gran Imperio hitita, especialmente entre c. 1400 a. C. y 1190 a. C. El antiguo hitita, el corpus de escritos más antiguos de una lengua indoeuropea, es conocido por algunas tablillas preservadas en un "antiguo ductus" de escritura que era típico de copias del Reino antiguo (c. 1700 a. C.-1500 a. C.) La etapa intermedia llamada edad oscura entre c. 1500 a. C. y c. 1400 a. C. es descrita como el periodo de la denominada lengua hitita media. La mayor parte de los textos hititas medios y antiguos están preservados en copias del periodo imperial posterior.
Los archivos de Bogazköy-Hattusa han sido descubiertos en varios lugares de la ciudadela, en el complejo del Gran Templo y en la 'Casa sobre la loma'. Aunque la mayoría de los textos tratan sobre asuntos religiosos (oráculos, himnos, oraciones, mitos, rituales y festividades) también contienen material histórico, político, administrativo, literario y legal. Aparte de esos géneros, hay un material usado por los escribas para su trabajo de enseñanza, que incluye listas de palabras, nombres y prescripciones rituales, en los que se refleja un exhaustivo conocimiento de los asuntos tratados. Los textos sumerios hallados en esos archivos pertenecen a esta clase de literatura. Para los tratados y correspondencia con potencias extranjeras, se usó el acadio como lengua diplomática del periodo, lo que significa que tanto el sumerio como el acadio fueron lenguas obligatorias de conocimiento para los escribas, siendo dos de las ocho lenguas halladas en los archivos hititas.
Al principio, la identidad indoeuropea del hitita fue oscurecida por dos factores: la presencia de un abundante número de palabras no indoeuropeas y la ausencia de inflexión que se hubiera esperado en una lengua indoeuropea más antigua que el sánscrito védico o que el griego homérico. Pero el elemento exótico en el vocabulario es fácilmente explicable como el sustrato de un periodo prolongado de exposición a un medio no indoeuropeo, aunque no hay explicación convincente para la sorprendente simplicidad del sistema morfológico.
Para escribir se utilizó el cuneiforme, lo cual ha pasado a denominarse cuneiforme hitita; es decir, el hitita se escribió en un sistema ideado para anotar un sistema fonológico radicalmente diferente. El cuneiforme adoptado por los hititas es una variante del sistema de escritura originario de Mesopotamia, que se parece mucho al ductus y forma de las tablillas del siglo xvii a. C. de Alalakh. Es posible que el cuneiforme haya sido introducido como resultado de la inducción hitita a los escribas asirios para que desarrollaran sus actividades en la capital hitita durante la primera parte del antiguo Reino, poco después de 1650 a. C. También se ha afirmado que la escritura fue usada para escribir acadio y solo luego empleado para el hitita también.
El hitita es una de las lenguas anatolias. El hitita propiamente dicho es la lengua encontrada en inscripciones cuneiformes en tablillas realizadas a instancia de los reyes hititas. Las inscripciones conocidas como "hitita jeroglífico" contienen realmente textos en una lengua con parentesco cercano, el luvio, en lugar del hitita. Las lenguas licia y lidia también se han atestiguado en territorio hitita. El licio es descendiente del luvio, mientras que el lidio es bastante distinto y no puede ser descendiente ni del hitita ni del luvita. El palaico, hablado asimismo en territorio hitita, se ha encontrado únicamente en textos rituales citados en documentos hititas. La rama anatolia incluye igualmente el cario, el pisidio y el sidético.
El profesor Daniel Schwemer, director de la Cátedra de Estudios del Próximo Oriente Antiguo de la Universidad Julius-Maximilians de Wurzburgo (Alemania), trabaja en los hallazgos cuneiformes de la excavación. Informa de que el texto ritual hitita se refiere al nuevo idioma como la lengua de la tierra de Kalašma. Se trata de una zona situada en el extremo noroccidental del corazón hitita, probablemente en la zona de las actuales Bolu o Gerede.
El descubrimiento de otra lengua en los archivos de Boğazköy-Hattusa no es del todo inesperado, como explica Daniel Schwemer: Los hititas estaban singularmente interesados en registrar rituales en lenguas extranjeras.
Estos textos rituales, escritos por escribas del rey hitita, reflejan diversas tradiciones y medios lingüísticos anatolios, sirios y mesopotámicos. Los rituales proporcionan valiosos atisbos de los paisajes lingüísticos poco conocidos de la Anatolia de la Edad del Bronce Tardío, donde no sólo se hablaba hitita. Así, los textos cuneiformes de Boğazköy-Hattusa incluyen pasajes en luvita y palaico, otras dos lenguas anatolio-indoeuropeas estrechamente relacionadas con el hitita, así como en hático, una lengua no indoeuropea. A ellas se añade ahora la lengua kalasma.
Según Rieken, a pesar de su proximidad geográfica a la zona donde se hablaba el palaico, el texto parece compartir más rasgos con el luvita.
En las lenguas hitita y luvita hay numerosos préstamos, vocabulario religioso en particular, de las lenguas no indoeuropeas hurrita y hatti. El hatti era la lengua de los hatti, los habitantes de la tierra de los hititas antes de ser absorbidos o desplazados por estos. Textos sagrados y mágicos hititas fueron escritos con frecuencia en hatti, hurrita y acadio, incluso después de que el hitita se convirtiera en la lengua habitual para otro tipo de escritos.
La lengua hitita se ha clasificado tradicionalmente en tres etapas: Antiguo Hitita, Hitita Medio, y Nuevo Hitita, correspondientes al Antiguo (1750 a. C.-1500 a. C.), Medio (1500 a. C.-1430 a. C.) y Nuevo (1430 a. C.-1180 a. C.) Reino del Imperio Hitita. Estas etapas están diferenciadas en parte por aspectos lingüísticos y en parte por aspectos paleográficos. Puesto que la noción del Reino Medio ha sido ampliamente desacreditada, Melchert (Middle Hittite revisited) sostiene que el hitita medio como término lingüístico no está claramente definido y debería entenderse como un período de transición entre antiguo y nuevo hitita.
Como la lengua indoeuropea más antigua documentada, el hitita resulta interesante en gran medida por la carencia de bastantes características gramaticales que exhiben otras lenguas indoeuropeas antiguas, como el sánscrito, latín, griego antiguo, persa antiguo y avéstico. Cabe destacar que el hitita no presenta el sistema de género indoeuropeo masculino-femenino; en su lugar, tiene un sistema de clase nominal rudimentario, basado en la oposición animada-inanimada más antigua, como el protoindoeuropeo.
La gramática hitita presenta un sistema de declinación nominal complejo y un sistema verbal altamente conservador. El idioma está documentado en cuneiforme, y es una de las lenguas indoeuropeas más antiguas en haber sido registradas, aparte del sánscrito védico.
De la numeración hitita solo se conocen cuatro números: 2 da-, 3 tri-, 4 meiu-, 7 sipta-.
Textos sagrados y mágicos hititas fueron escritos con frecuencia en hatti, hurrita y acadio, incluso después de que el hitita se convirtiera en la lengua habitual para otro tipo de escritos.
GE'EZ.
Es una lengua extinta perteneciente al grupo de lenguas semíticas meridionales. Se hablaba en la Antigüedad en el Reino de Aksum, en el norte de la actual Etiopía. La Biblia fue traducida a este idioma en el siglo IV, y durante muchos siglos, después de que dejara de ser lengua viva usada en la comunicación cotidiana, continuó siendo el idioma oficial de la Corte Imperial de Etiopía.
El ge'ez sigue siendo la lengua litúrgica de la Iglesia ortodoxa etíope, Iglesia ortodoxa de Eritrea, Iglesia católica etiópica, Iglesia católica eritrea y la comunidad judía Beta Israel. Se estudia en todos los monasterios y seminarios de las iglesias católicas y ortodoxas de Etiopía y Eritrea, del mismo modo que el latín es aprendido y empleado por el clero católico de rito latino. Asimismo, el ge'ez fue, hasta mediados del siglo xix, la principal lengua administrativa, legal y literaria de Etiopía (entonces llamada Abisinia). En este sentido, su uso como lingua franca entre las diversas etnias del Imperio Etíope también es comparable con el empleo del latín en la Europa medieval.
Los idiomas modernos más importantes que descienden del ge'ez son el tigriña (el idioma más hablado en Eritrea y en la región etíope de Tigray) y el tigré. Otras lenguas como el amárico (idioma nacional de Etiopía) o el gurage (guraguiña, el habla semítica más austral de Etiopía) están estrechamente relacionados con él, pero no son descendientes directos del ge'ez.
El ge'ez se escribe con la misma abugida que sigue utilizándose en la actualidad para todos los idiomas descendientes del ge'ez, incluidos los tres arriba mencionados.
Una de las series del Corpus Scriptorum Christianorum Orientalium está específicamente dedicada a la literatura cristiana oriental escrita en ge'ez (Scriptores Aethiopici).
IDIOMA LUVITA O LUVIO.
El idioma luvita o luvio forma parte de la extinta rama anatolia de la familia lingüística indoeuropea. El luvita está estrechamente relacionado con el hitita, y estaba entre los idiomas hablados en Arzawa, al oeste o suroeste del área central hitita. Los textos más antiguos, por ejemplo el Código Hitita, se referían a las zonas de habla luvita, incluidas Arzawa y Kizzuwatna, como Luvia, la región donde habitaban los luvitas. Mucho más tarde, esta misma área llegó a ser conocida como Lidia (o Ludia), la Luddu asiria o la Λυδία griega. Es o bien el directo antecesor del licio o un pariente próximo del antecesor del licio. El luvio es el candidato más probable para ser el idioma hablado por los troyanos, junto a un posible idioma tirsénico relacionados con el lemnio.
Desde su tierra de origen, los hablantes de luvita se extendieron gradualmente hacia el este por Anatolia y llegaron a ser un factor que contribuyó a la caída, alrededor del 1180 a. E. C., del Imperio hitita, donde también parece haber sido ampliamente hablado durante esta época. El luvita fue también el idioma de los estados luvio-arameos de Siria tales como Milid y Carchemish, y también del reino de la Anatolia central Tubal que floreció alrededor del 900 a. E. C.
El luvita se ha conservado en dos formas, denominadas según los sistemas de escritura utilizados para su representación:
Luvita cuneiforme
Luvita jeroglífico.
Luvita cuneiforme
El luvita cuneiforme es la forma de la lengua luvita atestiguada en los archivos de las tablillas de Hattusa; esencialmente es el mismo sistema de escritura cuneiforme utilizada en hitita. En el Catálogo de Textos Hititas del lingüista Emmanuel Laroche, su Corpus lingüístico va del CTH 757-773, en su mayoría compuesto por rituales.
Luvita jeroglífico
El jeroglífico es una forma de luvita escrito en una escritura nativa, conocida como jeroglífico anatolio. Antiguamente se consideraba una variedad de la lengua hitita, y se conocía como jeroglíficos hititas a la lengua de la misma inscripciones, pero este término hoy en día está obsoleto. El primer documento de una inscripción monumental es de 1850, cuando un habitante de Nevşehir informó de las actividades de socorro en Fratkin. En 1870 se encontró en Aleppo otra inscripción insertada en la pared sur de la mezquita de el-Qiqan durante su construcción. En 1884 el erudito polaco Maryan Sokolowski descubrió una inscripción cerca de Köylütolu, en Turquía occidental. La inscripción más grande conocida fue excavada en 1970 en Yalburt, al noroeste de Konya. El luvita jeroglífico pudo haber sido influido en su momento por el hitita y quizá también por el griego, que se había extendido en el período Minoico Cretense Tardío II en el siglo XV a. E. C.
Luvita en Creta
Hay pruebas escritas de que el luvita fue la primera lengua indoeuropea hablada en la isla de Creta.
IDIOMA PALAÍTA O PALAICO.
El idioma palaíta o palaico es una lengua indoeuropea perteneciente al grupo anatolio, según lo señalado por el nombre de los palaico en la zona denominada Pala por los textos hititas.
En los antiguos textos hititas, al igual que las viejas leyes hititas, la palabra Pala se utiliza para designar un área del imperio. Se encuentra ubicado en la región central del reino hitita en Anatolia, en el centro, cerca de la región de Hattusa, el Hatti. Puede corresponder a una parte de la Paflagonia. Los hablantes de la lengua palaíta vivieron en esta zona a principios del reino hitita, en los siglos XVII-XVI a. C., entonces desaparece de la documentación. Esta zona se convierte en un asentamiento de los kaskas, un pueblo no indoeuropeo.
Nuestro conocimiento de la lengua palaíta (palaumnili en hitita) es muy limitado, ya que no está bien documentado: solo se conocen unos pocos pasajes en textos escritos en escritura cuneiforme en palaíta, o pasajes en los textos hititas permiten su estudio. Todos los textos palaítas conocidos son de naturaleza religiosa (CTH 750-754 de acuerdo con la clasificación de E. Laroche), puesto que los hititas conservaron algunos rituales de los pueblos vecinos en sus tradiciones de culto. Por lo general dichos textos son fragmentarios, el texto más largo se dedica a un antiguo dios del ritual Hatti, Ziparwa (CTH 750).
Muchos pasajes en idioma palaíta se caracterizan por contener préstamos léxicos de la lengua hática, lengua no indoeuropea, y no podemos saber si se trataba de la misma lengua. Por lo que conocemos, el palaíta se ajusta claramente a las características típicas de las lenguas indoeuropeas, y en general es cercano a su vecinos y contemporáneos, los idiomas hitita y luvita.
IDIOMA LICIO.
El licio era un idioma indoeuropeo, una de las lenguas anatolias, habladas durante la Edad del Hierro en la antigua región de Licia, en Anatolia, la actual Turquía. Algunos especialistas creen que se trata de una lengua descendiente del luvita (a su vez emparentado con el hitita). Hacia el siglo I a. C. fue reemplazado por el griego.
El licio fue la lengua autóctona de la región histórica de Licia (griego Λυκία [lü'kia]), durante el I milenio a. C. y posiblemente antes. Durante el II milenio a. C. los textos cuneiformes hititas se referían a la región como el territorio de los Lukka, aunque sin evidencia textual directa no puede saberse si el licio o un antecesor del mismo ocupaba ya ese territorio.
Existen unas 150 inscripciones epigráficas y unas 200 inscripciones monetales (muchas todavía inéditas), así como algunas inscripciones más sobre objetos. La gran mayoría de los textos conocidos son estelas funerarias, altamente formularias y repetitivas. Además existen algunos decretos administrativos generalmente en mal estado de conservación. La estela de Janto (Xanthos) y la inscripción trilingüe licio-griego-arameo de Létôon son dos textos importantes excepcionalmente conservados. Este último texto registra el inicio del culto a la diosa Leto por parte de los ciudadanos de Janto en un templo unas pocas millas al sur de la ciudad. Está formado por 41 líneas y su descubrimiento permitió un avance sustancial en la comprensión de la gramática del licio. Por el contrario, la estela de Janto sigue siendo de difícil comprensión ya que en ella aparece vocabulario muy específico relacionado con las hazañas militares y las infraestructuras construidas por una dinastía local.
Dialectos y variantes
El licio se conoce a través de algunas inscripciones de cierta longitud, que se dividen en Licio A y B según su gramática. Este idioma tenía su propio alfabeto, que era muy parecido al alfabeto griego, pero incluía al menos un carácter tomado del alfabeto cario.
Las inscripciones han permitido a los estudiosos identificar al menos dos dialectos: uno se considera el licio estándar (Licio A); el otro, encontrado en la cara D de la estela trilingüe de Letoon, se denomina milio (Licio B).
IDIOMA CARIO.
El cario es un lengua indoeuropea, de la rama luvita, perteneciente al extinto grupo anatolio, hablada en la región de Caria, en el sur de Anatolia (la actual Turquía). Hacia el siglo II a. C. o un poco más tarde esta lengua habría sido sustituida en la zona por el griego.
La región de Caria estaba situada entre Licia y Lidia. El cario parece haber sido la lengua autóctona de Caria (gr. Καρία Karía) y cario se debió hablar en ella durante el I milenio a. E. C.; los textos documentados abarcan cuatro siglos, del IV a. E. C. al II a. E. C. Es posible que todavía algún tiempo después se siguiera hablando en la región.
Existen una docena de inscripciones en alfabeto epicórico, la mayor parte cortas o fragmentarias, encontradas en Caria o en objetos procedentes de esa región. La mayor parte están datadas entre los siglos IV y III a. E. C. Existe además una inscripción bilingüe en cario y griego procedente de Atenas, datada en el siglo VI a. E. C. Sin embargo el mayor número de textos en cario proceden de epitafios y grafitis dejados por mercenarios carios en Egipto, datados entre los siglos VII y V a. E. C. El descubrimiento de una larga inscripción bilingüe en 1996 en el sitio de Kaunos revolucionó el conocimiento que se tenía de esta lengua.
El cario usaba un alfabeto propio, con algunas semejanzas con el griego. Como muchas escrituras antiguas, se escribía indiferentemente de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, sin separación de palabras como norma. El desciframiento, después de los trabajos de Ray (1981), Adiego y Schürr está casi completado.
IDIOMA LIDIO.
El idioma lidio fue una lengua indoeuropea del grupo anatolio hablada en Lidia, antiguo reino de Anatolia occidental. Utilizaba un alfabeto específico considerado de base griega. Su estudio es complicado, ya que sólo se ha encontrado una escasa serie de 64 inscripciones (unas pocas en verso) y grafitis datados entre los siglos VI y IV a. E. C., la mayoría en una necrópolis cercana a Sardes, además de las leyendas en diversas monedas. A pesar de todo, el idioma ha podido ser traducido en gran parte. Utilizado entre los siglos VIII y II a. E. C., Estrabón escribió que en el s. I a. E. C. ya apenas quedaban trazas residuales de su existencia. Se conservan una serie de textos bilingües de la Antigüedad que ayudaron en gran medida a descifrarlo.
Los lidios escribían con un sistema de escritura alfabético derivado del alfabeto griego, si bien los símbolos griegos no significaban los mismos sonidos que los lidios. La mayoría de los textos lidios conservados están escritos de derecha a izquierda, mientras que otros lo están a la inversa, por lo que ambos métodos debieron de ser válidos. Los textos posteriores muestran exclusivamente este último. El uso de palabras-divisores es variable. Los más de 100 textos de Lidia se encuentran principalmente en la antigua capital de Sardis. Incluyen decretos y epitafios, algunos de las cuales fueron compuestos en verso; la mayoría fueron escritos durante los siglos quinto y cuarto a. E. C., aunque algunos pueden haber sido creados ya en el siglo VII a. E. C.
Una inscripción en lidio-arameo, que estuvo entre las primeras de las encontradas por investigadores estadounidenses a comienzos del siglo XX, proporcionó un equivalente limitado de la Piedra de Rosetta y permitió una primera penetración del idioma. La primera línea fue destruida, las ocho restantes son:
[o]raλ islλ bakillλ est mrud eśśk [wãnaś]
laqrisak qelak kudkit ist esλ wãn[aλ]
bλtarwod akad manelid kumlilid silukalid akit n[ãqis]
esλ mruλ buk esλ wãnaλ buk esνaν
laqirisaν bukit kud ist esλ wãnaλ bλtarwo[d]
aktin nãqis qelλk fẽnsλifid fakmλ artimuś
ibśimsis artimuk kulumsis aaraλ biraλk
kλidaλ kofuλk qiraλ qelλk bilλ wcbaqẽnt
Ejemplos de palabras
- ora - mes
- laqrisa - muro
- - bira - casa
- qira - tierra, suelo, bien inmuebles
Palabras lidias todavía en uso
Una palabra lidia que entró en la terminología internacional moderna podría ser labrys, "doble-hacha'", una palabra no griega no atestiguada aún en cualquiera inscripción lidia pero en el tema de que Plutarco declara: «Los lidios llaman al hacha labrys». Otro préstamo lidio ahora usado internacionalmente podría ser tirano "mezquino gobernante", primero utilizado en fuentes de la Antigua Grecia, sin connotaciones negativas, para finales del VIII-VII a. C. El rey Giges de Lidia, fundador de la dinastía mermnada. El nombre se deriva posiblemente de su ciudad natal, llamado Tyrrha en la antigüedad clásica (actual Tire en Turquía).
También otro es el elemento molibdeno, tomado del griego antiguo mólybdos, "plomo", del griego micénico mo-ri-wo-do, presumiblemente un préstamo lingüístico del lidio mariwda- "oscuro".
IDIOMA PISIDIO.
El pisidio es una lengua muerta de la familia indoeuropea. Era hablada en la región de Pisidia, en Anatolia, en la Antigüedad. El pisidio pertenece a la rama de las lenguas anatolias y es conocido por una treintena de inscripciones funerarias (nombres propios) de los siglos III y II a. E. C.. Estaría cercanamente al sidético y en menor medida al licio.
IDIOMA SIDÉTICO.
El sidético es una lengua muerta de la familia indoeuropea, de la rama de las lenguas anatolias, del siglo III a. E. C., muy mal conocida (únicamente por seis inscripciones). Se hablaba en la antigua Panfilia, región de la actual Turquía.
El nombre actual de este idioma proviene de la ciudad de Side, cuyo nombre en sidético se ignora.
El alfabeto sidético es uno de los más divergentes de entre los alfabetos de Asia Menor y se halla en su mayor parte sin descifrar.
IDIOMA HATTI.
El hatti o hático fue una lengua no indoeuropea hablada en Asia Menor probablemente en el segundo milenio a. E. C., antes de la aparición de los hititas. En tiempos de los hititas siguió siendo usada como lengua sacra en textos de tipo religioso.
Los hititas, que hablaban una lengua indoeuropea (ver idioma hitita), finalmente absorbieron o reemplazaron a los hablantes de hatti, pero continuaron usando la lengua en asuntos religiosos.
Los nombres "hatti" e "hitita" son modernos, y ambos derivan de la misma palabra: el antiguo nombre de la región en la que ambas culturas florecieron, que ha sido reconstruido como Hatti en la lengua hitita. El término "hitita", tomado del hebreo de la biblia, le fue dado a principios del siglo XX (de forma correcta o no) a la cultura más reciente y su lengua indoeuropea; el nombre de "hatti" se comenzó a emplear décadas más tarde para la cultura más antigua y su lengua no indoeuropea. Aún se desconoce como se llamaban los hatti a sí mismos o a su lengua.
Pueden encontrarse raíces de origen hatti en los topónimos referidos a montañas, ríos, ciudades y dioses. algunos otros antropónimos hatti pueden encontrarse en textos mitológicos. El más importante de esos textos es el mito de "el dios lunar que cayó desde el cielo", escrito tanto en hatti como en hitita.
Textos
No existen documentos escritos íntegramente en hatti, en que sus hablantes escribieran su propia lengua. Todos los testimonios de esta lengua se encuentran como parte de inscripciones más amplias en idioma hitita, en medio de las cuales aparecen algunos textos en hatti. Por esa razón la lengua se conoce sólo fragmentariamente, y los textos en hatti son predominantemente de temática religiosa escritos por sacerdotes hititas, entre los siglos XIV a. E. C. y XIII a. E. C. Estos pasajes generalmente van acompañados de la explicación "el sacerdote habla ahora en hattili".
Entre los documentos procedentes de Hattusa los que contienen textos o fragmentos en hatti son los catalogados entre CTH 725 y CTH 745. DE estos CTH 728, 729, 731, 733 y 736 son textos bilingües en hatti y en hitita. CTH 737 conjuro en hatti usado para la festividad de Nerik. Un texto importante es la historia bilingüe de "El dios lunar que cayó del cielo". Además existen textos en Hatti procedentes de Sapinuwa, que en 2004 aún permanecían inéditos.
Entre las palabras conocidas en lengua hatti están las siguientes:
alef = 'palabra'
ašaf = 'dios'
fa-zari = 'humanidad, población'
fel = 'casa'
*findu = 'vino' (palabra reconstruida, no atestiguada, encontrado en el compuesto findu-qqaram 'cucharón para el vino')
fur = 'tierra'
Furun-Katte = 'Rey de la tierra', dios hatti de la guerra
Furu-Semu = Diosa solar
Hanfasuit = Diosa del trono
hilamar = 'templo'
Kasku = Dios lunar
katte = 'rey'
-nifas = 'sentarse'
pinu = 'niño'
zari = 'mortal'
-zi = 'poner'
Los hititas usaron una escritura cuneiforme sumero-acadia para su propia lengua, y aplicaron el mismo sistema a los fragmentos escritos en hatti. En esta versión hitita de escritura cuneiforme todas las sibilantes se escriben mediante el fonograma acadio usado para Š7.
La opinión menos especulativa sostiene que el hatti es una lengua aislada sin parentescos probados. La propia estructura revela que no está relacionada con las lenguas indoeuropeas o semíticas habladas históricamente en Anatolia y las regiones adyacentes. Aunque se han señalado ciertas características similares a las encontradas en las lenguas caucásicas noroccidentales (familia circasiana) y las lenguas caucásicas meridionales (familia kartveliana), no existen pruebas incotrovertibles de parentesco. De la misma manera que los intentos de relacionar el idioma hurrita con las lenguas caucásicas son inconcluyentes.
IDIOMA AVÉSTICO.
El avéstico es una de las lenguas más antiguas de la familia indoeuropea. El material textual se divide en dos clases: el que contiene textos religiosos del zoroastrismo, que datan de mediados del primer milenio antes de Cristo, y el que contiene el cuerpo poético que engloba la mitología y las tradiciones del antiguo Irán; algo de este último material es prezoroástrico. Curiosamente, ninguna de estas dos clases de material fue registrado en escritura avéstica hasta que la lengua avéstica desapareció, lo cual ocurrió entre los siglos IV y VI de la Era Cristiana.
Para registrar estas tradiciones literarias se recurrió al alfabeto pahlavi, adaptándolo y ampliándolo para recoger la riqueza fonológica de la antigua lengua avéstica. A esta codificación se le dio el nombre de avesta. El alfabeto pahlevi tenía 16 letras, que con las adiciones y modificaciones se convirtieron en las 48 del avéstico, si bien algunas de las grafías son variantes posicionales. Hay 14 signos vocálicos, siendo el resto consonantes. Algunas ligaduras pahlevi fueron adoptadas.
Pahlaví, pahlevi, pehlvi o pelvi son términos que provienen de pahlawīg (parto), se refiere a una forma escrita del idioma persa, principalmente de la época sasánida, con las siguientes características esenciales:
uso del alfabeto arameo,
gran incidencia del idioma arameo expresado como logogramas e ideogramas.
Las composiciones en pelvi se han hallado para dialectos del parto, persa, sogdiano, escita y saka. Independientemente de la variante lingüística para la que se use, la forma escrita solo califica como pelvi si se dan las características ya indicadas.
Pahalavi es en consecuencia una mezcla de:
Escritura aramea, de la que derivan su alfabeto, ideogramas y algo de su vocabulario.
Habla irania, de la que derivan sus terminaciones, reglas simbólicas y la mayor parte de su vocabulario.
El avéstico es una de las dos antiguas lenguas iraníes mejor atestiguadas junto con el antiguo persa, pues otras como el medo o el escita son conocidas solo por palabras ocasionales y nombres trasmitidos en otras lenguas. El material textual en avéstico se puede dividir en dos categorías por su contenido:
Los textos religiosos del zoroastrismo, que proceden en parte de mediados del primer milenio a. E. C.
El corpus de textos poéticos impregnados de mitología y tradiciones épicas del antiguo Irán, siendo algo de este material anterior al zoroastrismo.
Ninguna de estas dos partes fue recogida por escrito hasta mucho después de que el avéstico había dejado de ser una lengua viva, siendo trasmitidos ambos cuerpos de literatura por vía oral hasta su codificación por escrito entre los siglos IV al VI a. E. C., durante el período sasánida. Con el fin de registrarlos se usó el alfabeto pahlevi, si bien con adaptaciones y amplificaciones para acomodarlo a los sonidos de la lengua avéstica. A esta codificación se le dio el nombre de Avesta, mientras que a la traducción que la acompañaba y al comentario se le dio el nombre de Zand-avesta. Es muy posible que todo este material fuera más extenso de lo que actualmente es, debido a la pérdida de una parte del mismo durante las invasiones musulmanas. El contenido del Avesta tal como ahora es conocido comprende:
El canon zoroástrico: el Yasna, incluyendo los Gathas y los Homyašt. El Yasna, 'ofrecimientos (oblation)',12 o adoración es la principal pieza litúrgica del canon. Consiste de alabanzas y oraciones donde van insertadas los Gathas o 'himnos', que contienen enseñanzas y doctrinas de Zoroastro.
El Vispered, que consiste de adiciones al Yasna y contiene invocaciones y ofrendas de adoración a 'todos los señores' (vispe ratavo), de ahí el nombre vispered.
Textos menores, Nyaishes, Gahs, Sirozahs, Afringans, que consisten de porciones breves, alabanzas y bendiciones para ser recitadas diariamente o en ocasiones especiales.
El Vendidad o 'ley contra los daevas o demonios' (vidaeva data). El primer capítulo contiene un relato dualista de la creación, el segundo el relato de Yima, la edad dorada, y la venida de un viento destructivo, el diluvio iranio. El resto de los capítulos tratan mayormente sobre cuestiones ceremoniales, rituales y legales.
Los Yašts (yešti, 'adoración por la alabanza') contienen himnos de alabanza y adoración a las divinidades o ángeles (yazatas).
Además hay un número de fragmentos, citas y glosas.
IDIOMA EBLAÍTA.
El eblaíta es un extinto idioma semítico oriental que se habló en el segundo milenio a. E. C. en la antigua ciudad de Ebla, en Siria. Está considerado uno de los idiomas semíticos más antiguos.
El idioma, estrechamente relacionado con el acadio, es conocido por las aproximadamente 17.000 tablillas escritas en escritura cuneiforme y que fueron encontradas entre 1974 y 1976 en las ruinas de la ciudad de Ebla. Las tablillas fueron descifradas en primer lugar por el italiano Giovanni Pettinato.
En 1964, arqueólogos italianos de la Universidad de Roma La Sapienza, dirigidos por Paolo Matthiae comenzaron a excavar en Tell Mardikh. En 1968 recobraron una estatua dedicada a la diosa Ishtar portando el nombre de Ibbit-Lim, un rey de Ebla. Esto identificó la ciudad, largo tiempo conocida por las inscripciones egipcias y acadias.
En la siguiente década el equipo descubrió un palacio de aproximadamente del 2500–2000 a. E. C. Unas 20.000 bien preservadas tablillas cuneiformes (denominadas “textos de Ebla”) fueron descubiertas en las ruinas. Las tablillas estaban escritas en la escritura sumeria del período dinástico arcaico IIIA, si bien inicialmente no parecía sencillo traducirlas. Tras meses de investigación pudo aclararse que estaban escritas en un dialecto semítico llamado desde entonces “eblaíta”, además del sumerio, manifestando las estrechas relaciones de Ebla con el sur de Mesopotamia, donde fue desarrollada la escritura. Una lista de vocabulario fue hallada con las tabillas, permitiendo traducirlo.
No era la biblioteca del palacio, la cual no ha sido descubierta, sino un archivo de provisiones y tributos, casos legales y diplomáticos y contactos comerciales, y un scriptorium con textos copiados por aprendices. Las tablillas fueron originalmente almacenadas en estantes, pero cayeron al suelo cuando el palacio fue destruido. La ubicación donde las tabillas fueron descubiertas permitieron a los excavadores reconstruir su posición original en los estantes: fueron colocadas en los estantes según el tema.
En el archivo se han encontrado los primeros tratados diplomáticos internacionales de la historia. Un ejemplo es el Tratado de Ebla - Abarsal. Este tratado se encontró en los archivos de las tablillas de Ebla, datados en el III milenio a. C., que sobrevivieron al incendio del palacio real.
IDIOMA MARIOTA.
Idioma hablado en algunas partes de Mesopotamia, pero que rivalizaba minoritariamente con el acadio.
IDIOMA MEDO.
Sobre el 600 a. E. C.El idioma medo fue la hablada por los medos en la meseta iraní. Es una lengua irania antigua clasificada como parte de la subfamilia noroccidental, que incluye a muchas otras lenguas como el antiguo azerí, guilakí, mazandaraní, zazaki, gorani, kurdo, y baluchi.
El medo está atestiguado solo por numerosos préstamos en persa antiguo. No se sabe nada de su gramática, pero comparte isoglosas fonológicas importantes con el avéstico, en lugar del persa antiguo. Bajo el dominio medo, el medo debe haber sido hasta cierto punto la lengua irania oficial en el oeste de Irán.
No se han conservado documentos que datan de la época media, y no se sabe en qué escritura podrían haber estado estos textos ". Hasta ahora, solo se ha encontrado una inscripción de la época pre-aqueménida (una placa de bronce) en el territorio de Media. Este es una inscripción cuneiforme compuesta en acadio, quizás en el siglo VIII a. E. C., pero no se mencionan nombres medos en ella ".
Algunas investigaciones modernas sugieren que el llamado elamita lineal, que aún no ha sido descifrado, puede haber sido escrito en el idioma de los medos, asumiendo que Kutik-Inshushinak era el nombre iraní original de Ciáxares el Grande y no un rey elamita mucho anterior.
IDIOMA PARTO.
El idioma parto, también conocido como pahlavi arsácida, es una lengua extinta del grupo noroccidental de la familia irania cuyo origen se sitúa en el Imperio parto (ubicado en el actual noreste de Irán, más en concreto en la provincia de Jorasán y otros territorios limítrofes como el sur de Turkmenistán). Este idioma fue la lengua oficial de este imperio bajo la dinastía arsácida (248 a. E. C.-224 d. E. C.)
El idioma parto era el más oriental de las lenguas iranias noroccidentales. Este hecho provocó que retuviera muchos arcaísmos propios de las lenguas iranias orientales, a lo que también ayudó que la dinastía fuera fundada por la tribu parni que había migrado desde las estepas de Asia central a Partia. En un principio los parni hablaban una lengua irania nororiental relacionada con otras de la misma zona como el escita y el bactriano. El estudio de las tribus indoiranias desvela que no era inusual que al migrar adoptaran la lengua local además de las costumbres y creencias de los pueblos en los que se asentaban, ya fuera por mera migración o conquista.
En el 224 d. E. C., Ardashir I, el soberano local de Pars depuso y sustituyó a Ardaván IV, el último emperador parto, fundando al mismo tiempo la cuarta dinastía irania, y la segunda dinastía persa, la dinastía sasánida. En muchos usos el idioma parto substituido por el persa medio, que en su forma escrita fue conocido como pahlavi sasánida. El parto no desapareció de inmediato, y siguió estando testimoniado por unas pocas inscripciones bilingües de la era sasánida.
El parto es una lengua del grupo iranio noroccidental del periodo iranio medio, que como lengua por contacto de lenguas, tiene algunas características típicas del grupo iranio oriental, esta influencia se hace más notoria en ciertos préstamos léxicos. Algunos restos de la influencia oriental sobreviven en préstamos del parto al armenio.
Taxonómicamente, el parto es una lengua irania noroccidental mientras que el persa medio de los sasánidas pertenece al grupo suroccidental.
El idioma parto fue escrito mediante escritura pahlavi, que tiene dos características definitorias. En primer lugar, esta escritura deriva de la escritura aramea, el tipo de escritura usada durante la cancillería aqueménida. En segundo lugar, tiene una alta incidencias de palabras arameas, representadas como ideogramas o logogramas, es decir, se escribían palabras arameas pero eran leídas como palabras partas.
El idioma parto era la lengua de la antigua satrapía de Parthia y se usó en la corte de la dinastía arsácida. Las fuentes principales de conocimiento de esta lengua son las pocas inscripciones procedentes de Nisa y Hecatómpolis (Hecatompylos), los textos maniqueos, las inscripciones multilingües sasánidas, y algunos restos de literatura parta conservados en textos en persa medio. Entre estos, los textos maniqueos, compuestos poco tiempo de la caída de la dinatía arsácida tienen un papel destacado en la reconstrucción del idioma parto. Estos textos maniqueos no contienen ideogramas.
IDIOMA ESCITA.
Distribución aproximada de las lenguas iranias orientales hacia el año 100 a. C. (en naranja).
Las lenguas escitas o escito-sármatas incluyen varias lenguas iranias del grupo nororiental habladas desde Europa Oriental hasta el norte de India desde la antigüedad tardía hasta finales de la Edad Media en esa área. El territorio histórico comprende la región llamada Escitia que se extendía desde el río Vístula en Europa oriental al Sakastán y Mongolia en Asia Central. Actualmente queda sólo el osetio, que es hablado en el Cáucaso y es un moderno superviviente de las lenguas escitas.
Los iranios orientales primigenios se pueden identificar con los artífices de la cultura yaz (c. 1500-1100 a. E. C.) en Asia central. Se estima que los escitas migraron desde Asia central a Europa oriental entre los siglos VIII y VI a. E. C. ocupando el sur de Rusia y Ucrania, así como la cuenca carpática y partes de Moldavia y Dobruja. Los escito-sármatas serían el resultado del desarrollo autóctono de esos pueblos iranios asentados en Europa oriental.
Los griegos denominaron como skythai (escitas) a los hablantes de algunas de estas lenguas que habitaban Europa oriental. Además de los escitas, los sármatas, los sakas de la India y los kushán de Asia Central también hablaban lenguas de este grupo. El modo de vida de estos pueblos variaba desde grupos sedentarios que practicaban la agricultura a otros nómadas de pastores que eran guerreros y mercaderes.
Los escitas occidentales parecen haber desaparecido como unidad étnica en Europa oriental tras las invasiones de los hunos, ávaros, pechenegos y de eslavos que tuvieron lugar a partir del siglo V d. E. C. Sin embargo, en el Cáucaso sobrevivieron grupos de hablantes de lenguas escitas que son el origen del moderno idioma osetio. Los escitas orientales, denominados śakas o kuṣāṇas, llegaron a formar un imperio de corta duración. En esa región es posible que las lengua escitas estuvieran en uso hasta tal vez el siglo IX d. E. C y más tarde, tal como evidencia la presencia del idioma sogdiano en la región hasta por lo menos esa época.
Testimonios
Se conservan testimonios de estas lenguas en inscripciones y palabras citados por autores antiguos, además numerosos topónimos y antropónimos han permitido clasificar estas lenguas dentro de las lenguas iranias, más específicamente las lenguas escitas se clasifican dentro del iranio nororiental. Alexander Lubotsky resume las evidencias conocidas como sigue:
Desafortunadamente, no conocemos casi nada sobre el escita del período iranio antiguo -conocemos un par de nombres personales y nombres tribales por las fuentes griegas y persas de que disponemos- y no podemos determinar con seguridad hasta qué punto era una única lengua.
Clasificación
La gran mayoría de los especialistas coinciden en que las lenguas escito-sármatas (y el osetio) pertenecen a las lenguas iranias orientales, como el extinto idioma sogdiano. Esta conjetura de filiación descansa en el hecho de que las inscripciones giregas de la costa norte del Mar Negro contienen centenares de nombres sármatas mostrando claras afinidades con el moderno osetio, que es claramente una lengua irania oriental.
Algunos especialistas postulan la existencia de una división de las lenguas escito-sármatas en dos variedades: una variedad occidental más conservadora y una variedad oriental más innovadora (el escita sería la variedad conservadora y el sármata la variedad más innovadora). Los historiadores normalmente clasifican las lenguas escito-sármatas conforme a parámetros cronológicos, en vez de utilizar criterios geográficos. Los grupos serían los siguientes:
Escito-sármata occidental: estos grupos habrían migrado desde Asia central al sur de Rusia y Ucrania entre los siglos VII y VIII a. E. C. las variedades derivadas de estos grupos serían:
Escita (c. 800-300 a. E. C.), documentado sobre todo en autores griegos.
Sármata (c. 300 a. C.-400 d. E. C.), documentado en inscripciones romanas y helenísticas.
Alánico (c. 400-1000 d. E. C.), documentado sobre todo en los autores bizantinos.
Moderno osetio, esta lengua está claramente emparentada con la lengua de las inscripciones escito-sármatas, aunque podría derivar de una variedad históricamente diferente de las variedades antiguas documentadas.
Escito-sármata oriental:
Śaka o escito-khotanés hablado en el reino de Khotán (localizado en lo que actualmente es Xinjiang en China). Incluye como variedades el khotanés de Khotan y el tumshuqés de Tumshuq.
IDIOMA SOGDIANO.
El sogdiano fue una lengua irania media, hablada en Sogdiana, en el valle del río Zarafshan, en lo que hoy en día es Tayikistán y Uzbekistán.
El sogdiano es una de las más importantes lenguas iranias, junto con el persa medio y el parto, y posee un amplio corpus literario. Pertenece a la rama nororiental de las lenguas iranias, y aunque no existe evidencia directa de un antiguo sogdiano, se cree por alusiones epigráficas en antiguo persa que pudo existir desde la época aqueménida. Su gramática y morfología es más conservadora que la del persa medio.
Durante la dinastía Tang, el sogdiano fue la lingua franca a lo largo de la Ruta de la Seda, y su importancia política y económica garantizó su supervivencia hasta el siglo IX, al tiempo que muchas palabras de este idioma entraron en el persa moderno, al escribirse muchas obras persas durante la época samánida en Sogdiana.
Diversos documentos cristianos y maniqueos, hallados en Turfán, se encuentran en sogdiano. Un dialecto del sogdiano, el idioma yagnobi ha llegado hasta la actualidad, en las montañas de Tayikistán.
La escritura sogdiana (llamada también abyad sogdiano o alfabeto sogdiano, ya que posee también algunos elementos propios para un alfabeto) fue un sistema de escritura utilizado originalmente para el idioma sogdiano, una lengua de la familia iraní hablada por las gentes de Sogdia. El alfabeto deriva del alfabeto siríaco, un descendiente del alfabeto arameo. Este sistema es uno de los tres utilizados para el idioma sogdiano, los otros dos son: el alfabeto siríaco y el alfabeto maniqueano. Fue utilizado en los terrenos del Asia Central en los años 100-1200 d. E. C.
Estructura
La escritura sogdiana, igual que los sistemas de escritura de los que deriva, es un abyad, aunque también muestra algunos elementos propios para un alfabeto. El sistema constistía de 17 consonantes, muchas de ellas tenían formas distintas dependiendo de la posición dentro de la palabra donde aparecían.2 Igual que en el alfabeto arameo, las vocales largas eran generalmente escritas utilizando matres lectionis, las consonantes alef, yod y waw. Sin embargo, estos símbolos podían también representar a veces vocales cortas (al contrario que en el alfabeto arameo y otros abyades. Para diferenciar las vocales cortas y largas se podía escribir una letra alef adicional. El sistema también incluía varios símbolos diacríticos. La dirección de escribir era de la derecha hacia la izquierda.
Los logogramas arameos también aparecían en este sistema como restos de intentos de adaptar el alfabeto arameo al idioma sogdiano. Estos logogramas eran utilizados principalmente para palabras funcionales como pronombres, artículos, preposiciones, y conjunciones.
IDIOMA SAKA O JOTANÉS.
El jotanés fue una lengua hablada en el reino budista de Jotán hacia el siglo VIII. Es una de las lenguas indoeuropeas de la familia indo-aria, concretamente de la rama iránica, y se calcula que se extinguió desde el año 1000. Se conoce por manuscritos religiosos encontrados en la zona de Xinjiang.
Los documentos en madera y papel se escribían en escritura Brahmi modificada con la adición de caracteres adicionales a lo largo del tiempo y conjunciones inusuales como la y para la z. Los documentos datan del siglo iv al xi. El tumshuqés era más arcaico que el jotanés, pero es mucho menos conocido porque aparece en menos manuscritos en comparación con el jotanés. Se cree que el dialecto jotanés comparte rasgos con la moderna Wakhi y el pashto. Saka era conocido como "Hvatanai" en documentos contemporáneos. Muchos términos prakrit fueron tomados prestados del jotanés a las lenguas tocarias.
Historia
Los dos dialectos conocidos de Saka están asociados a un movimiento de los escitas. No se registra ninguna invasión de la región en los registros chinos y una teoría es que dos tribus de los Saka, que hablaban los dos dialectos, se asentaron en la región en torno al año 200 a. E. C. antes de que comenzaran los relatos chinos.
El dialecto jotanés está atestiguado en textos entre los siglos VII y X, aunque algunos fragmentos están datados en los siglos V y VI . El material del dialecto tumesco, mucho más limitado, no puede datarse con precisión, pero se cree que la mayor parte data de finales del siglo VII o del VIII.
La lengua saka se extinguió después de que los musulmanes turcos invasores conquistaran el Reino de Khotan en la islamización y turquización de Xinjiang.
En el siglo XI, se observó por Mahmud al-Kashgari que la gente de Khotan todavía tenía su propia lengua y escritura y no conocía bien el turco. Según Kashgari algunas lenguas no turcas como el kanchaki y el Sogdiano todavía se utilizaban en algunas zonas. Se cree que el grupo lingüístico Saka era al que pertenecía Kanchaki. Se cree que la cuenca del Tarim se turquizó lingüísticamente a finales del siglo XI.
LENGUA AMORREA.
El amorreo es una lengua semítico-occidental que se conoce únicamente a través de nombres propios no acadios transmitidos por escribas acadios durante la época de dominio amorrita en Mesopotamia.
Se trata de un idioma de gran semejanza con las lenguas cananeas. Además de ser poco conocida, fue una lengua de escasa importancia ya que los amorritas con el tiempo usaron el acadio, que en aquella época se parecía mucho a su idioma y era el idioma principal de Mesopotamia.
Esto queda demostrado en unas tablillas encontradas en la ciudad de Mari fechadas entre el 1800 y el 1750 a. E. C., en las que los amorreos hablaban un dialecto del acadio y mostraban muchas formas y construcciones semitas del noroeste.
En el año 2022, se publicaron dos grandes tablillas bilingües amorrita-acadio de 3.800 años de antigüedad, lo que produjo el primer ejemplar escrito en la lengua amorrita. El texto destaca por presentar similitudes con el hebreo clásico, y muestra que a principios del segundo milenio a. E. C., ya existía una lengua hablada muy cercana al hebreo, que hasta ahora solo se ha atestiguado a partir del siglo X a. E. C.
IDIOMA MOABITA.
El moabita fue un antiguo dialecto hebraico utilizado por los moabitas. Se ubicaban al oeste de la actual Jordania. Se escribía mediante una variante del alfabeto fenicio.
Aspectos históricos, sociales y culturales
La principal fuente de conocimiento sobre el moabita proviene de la estela de Mesa, que es el único texto extenso conocido en este idioma. Además, se halló una inscripción de tres líneas en El-Kerak, así como unos cuantos sellos.
Descripción lingüística
Las principales características que distinguen al moabita de otras lenguas cananeas como el hebreo son: marca de plural en -în en lugar de -îm (p. ej. mlkn, «reyes» para el hebreo bíblico məlākîm), como ocurre en arameo y árabe; retención de la marca de femenino -at que en hebreo bíblico se reduce a -āh (p. ej. qryt, «ciudad» para el hebreo bíblico qiryāh, que no obstante la retiene en el estado constructo nominal: p. ej. qiryát yisrael, «ciudad de Israel»); y retención de una forma verbal con -t- infija, también encontrada en árabe y acadio (p. ej. w-’ltḥm, «comencé a luchar», de la raíz lḥm).
De acuerdo con Glottolog no era un idioma diferenciado del hebreo.
IDIOMA AMONITA.
El amonita fue un antiguo dialecto hebraico utilizado por los amonitas. Se ubicaban al norte de la actual Jordania (cuya capital, Amán, ha tomado de ellos su nombre).
Aspectos históricos, sociales y culturales
Del idioma amonita sobreviven solo algunos fragmentos. Destaca sobre todo la inscripción de la ciudadela de Amán, del siglo XI a. C., la botella de bronce de Tell Siran (siglo VII-VI a. C.) y unos pocos óstraca.
Descripción lingüística
Hasta donde puede determinarse en función del reducido corpus hallado, el amonita era extremadamente similar al hebreo bíblico, con ciertas posibles influencias arameas. Estas incluirían el uso del verbo ʿbd (עבד) en lugar del más común ʿśh (עשה). La única diferencia notable con el hebreo bíblico es la retención esporádica de la marca -t de femenino singular (p. ej. ʾšħt, «cisterna» pero ʿlyh «elevada»).
De acuerdo con Glottolog no era un idioma diferenciado del hebreo.
IDIOMA EDOMITA.
El edomita fue un antiguo dialecto hebraico utilizado por los edomitas, ubicados al sudoeste de la actual Jordania y parte de Israel. Se escribía originalmente mediante una variante del alfabeto fenicio y en el siglo VI a. E. C. adoptó el alfabeto arameo.
Aspectos históricos, sociales y culturales
El idioma edomita se conoce solo por un pequeño corpus, mayormente formado por breves inscripciones y óstraca.
Descripción lingüística
La principal característica que distingue al moabita de otras lenguas cananeas como el hebreo es la retención de la marca de femenino -at que en hebreo bíblico se reduce a -āh (p. ej. qryt, «ciudad» para el hebreo bíblico qiryāh, que sin embargo la retiene en el estado constructo nominal: p. ej. qiryát yisrael, «ciudad de Israel»), como ocurría también en moabita. Con el tiempo, influencias arameas o árabes como el verbo whb («dar») o el término tgr («mercader») se introdujeron en la lengua, siendo whb un término especialmente común en nombres propios.
De acuerdo con Glottolog no era un idioma diferenciado del hebreo.
IDIOMA BACTRIANO.
Bactria, hoy ese territorio corresponde a varias naciones, el norte de Afganistán, el sur de Uzbekistán y Tayikistán.
El idioma bactriano es una extinta lengua irania oriental que fue hablada en la región del Asia Central de Bactriana. Lingüísticamente, es clasificada como perteneciente al periodo medio de las lenguas iranias nororientales.
Debido a que el bactriano fue escrito predominantemente con el alfabeto griego, es a veces señalado como "grecobactriano", "kushán" o "kushano-bactriano". En épocas medievales, Bactriana fue también conocida como Tocaristán, luego de su conquista por tribus tocarias, y hasta mediados de los años 1970, el idioma bactriano fue a veces llamado "eteo-tocario", pero en la actualidad resulta claro que el bactriano no está relacionado con las lenguas tocarias, las cuales no pertenecen al grupo iranio de lenguas. Una antigua idea de que el idioma avéstico representaba al antiguo bactriano ha caído en el descrédito desde finales del siglo XIX.
Después de la conquista de Bactriana por Alejandro Magno en el 323 a. E. C., el griego fue utilizado como idioma administrativo de sus sucesores seléucidas y grecobactrianos por cerca de dos siglos. En algún momento posterior al 124 a. E. C., Bactriana fue invadida por las tribus tocarias y, posteriormente, alguna de estas crearon el Imperio kushán en el siglo I a. E. C.
IDIOMA SUTEANO.
El idioma suteo ( Sutû ) es una lengua mencionada en una tablilla de arcilla del Imperio Asirio Medio , presumiblemente originaria de la ciudad de Emar en lo que ahora es el noreste de Siria , entre una lista de idiomas que se hablan en la región. Los otros idiomas son el acadio , el amorreo , el gutian , el " subareano " ( hurrita ) y el elamita . El pueblo Sutean pudo haber vivido en la región de Suhum . Su idioma solo se conoce por nombres, la mayoría de los cuales son acadios o amorreos. Los pocos que tampoco lo son también parecen serlo semíticos ; es posible que fuera un arameo temprano .
IDIOMA AMALEQUITA.
Idioma hablado por los habitantes de la región. Muy parecido al hebreo al igual que los otros ya citados.
LENGUA GUTIANA.
Gutian ( / ˈ ɡ uː ti ən / ;) es un idioma extinto no clasificado que fue hablado por el pueblo gutian , que gobernó brevemente Sumeria como la dinastía gutian en el siglo XXII a. Los gutianos vivían en el territorio entre las montañas Zagros y el Tigris . No se sabe nada sobre el idioma excepto su existencia y una lista de nombres de gobernantes gutianos en la Lista de reyes sumerios , que pueden reflejar elementos del idioma.
El idioma gutiano carece de un corpus textual y las fuentes contemporáneas brindan pocos detalles sobre el idioma, brindando solo una lista de nombres.
Diferentes manuscritos registran diferentes reyes gutianos en diferentes órdenes. Algunos nombres pueden ser de otros grupos y la transmisión de los nombres no es confiable.
Thorkild Jacobsen sugirió que la terminación recurrente -(e)š puede haber tenido una función gramatical en gutian, quizás como un marcador de caso .
El gutian está incluido en una lista de idiomas que se hablan en la región que se encuentra en la tableta Sag B, un texto educativo del período babilónico medio que posiblemente se originó en la ciudad de Emar . Este texto también enumera el acadio , el amorreo , el suteano , el " subareano " ( hurrita ) y elamita . También hay una mención de "un intérprete de la lengua gutea" en una tablilla de Adab .
IDIOMA CARTAGINÉS.
La inscripción púnica inferior procede de una tumba y su traducción dice: "Tumba de Shibbolet, mercader de la ciudad".
El idioma púnico o cartaginés (en púnico 𐤃𐤁𐤓𐤉𐤌 𐤊𐤍𐤏𐤍𐤉𐤌, dabarīm kanaʿnīm o 𐤃𐤁𐤓𐤉𐤌 𐤐𐤍𐤉𐤌, dabarīm pōnīm)1 fue una lengua semítica hablada en el Norte de África, sur de la península ibérica y algunas islas del Mediterráneo de la zona controlada por la antigua ciudad de Cartago. Filológicamente es considerado un dialecto del fenicio.
Las fuentes para el estudio del púnico, al igual que del fenicio, se basan principalmente en las inscripciones que se han conservado, dado que la mayor parte de la literatura fenicio-púnica se ha perdido. La obra Poenulus de Plauto contiene unas cuantas líneas en púnico que han sido intensamente estudiadas porque, al contrario que las inscripciones realizadas con el alfabeto fenicio, contienen las vocales.
Se suele considerar a Agustín de Hipona como el último escritor importante de la Antigüedad que tuvo conocimientos de púnico. De acuerdo con sus comentarios, el púnico todavía se hablaba en su región (Norte de África) en el siglo v y sus hablantes todavía se referían a sí mismo como chanani («cananeos», es decir, «fenicios, cartagineses)». Alrededor del año 401, Agustín escribía en una de sus cartas:
Quae lingua si improbatur abs te, nega Punicis libris, ut a viris doctissimis proditur, multa sapienter esse mandata memoriae. Poeniteat te certe ibi natum, ubi huius linguae cunabula recalent.
Si rechazas esta lengua, estás negando lo que han admitido muchos hombres eruditos: son muchas las cosas que han sido sabiamente preservadas del olvido gracias a libros escritos en púnico. Hasta avergonzado debieras estar de haber nacido en el país en que la cuna de este idioma todavía sigue caliente.
Epistola XVII
La idea de que el púnico ejerció cierta influencia en el idioma maltés se propuso por primera vez en 1565. Esta teoría se considera totalmente desacreditada; las principales teorías lingüísticas defienden que el maltés deriva del árabe sículo, con gran cantidad de préstamos del italiano. Con todo, es seguro que el púnico se habló en Malta durante parte de su historia, como demuestran los Cipo de Melqart y otras inscripciones halladas en el archipiélago.
El púnico es en principio el dialecto fenicio de las colonias occidentales, destacando la de Cartago por su papel centralizador. Desde aproximadamente el siglo v a. C. siguió evolucionando con cierta independencia de los dialectos orientales. Sus principales divergencias, no obstante, pueden deberse a la interacción del elemento fenicio con el sustrato lingüístico de los pobladores originales: bereber, ibero, etc. Una de las diferencias entre el fenicio y el púnico es el artículo, 𐤄𐤀 (ha-) en fenicio y 𐤀 (ʿa) sin aspiración, en púnico.9 Sin embargo, las diferencias fonéticas tendían a no representarse en la escritura, más conservadora que la lengua oral, por lo que son en gran medida desconocidas. Morfológicamente, destaca el pronombre de 3.ª persona singular en 𐤌- (-im) a diferencia del pronombre fenicio, sin reflejo en la escritura pero pronunciado (o(:) en masculino y -a(:) en femenino); también se da el uso del pronombre determinativo -𐤔 (ši-), desconocido en fenicio estándar, que indicaba el genitivo indirecto y en el constructo 𐤔𐤋𐤉 (šillī) tomaba el carácter del pronombre posesivo independiente («mío»). También existían diferencias de tipo sintáctico, sobre todo en la formación de los diversos tiempos verbales.
Tras la caída de Cartago se desarrolló el llamado «neopúnico» o «púnico tardío» que, ya sin la influencia cultural conservadora de la capital ni de las metrópolis fenicias, evolucionó más rápido y acusando muchas veces influencias locales no semíticas.
LENGUA HARAPANA.
Diez caracteres jarapanos (del 2000 a. E. C. aprox.), descubiertos cerca de la entrada norte de la ciudad de Dholavira.
Durante su apogeo, se estima que el lenguaje de la civilización del valle del Indo (Oriente Medio) pudo ser hablado por más de 5 millones de personas. Esta sociedad sorprendentemente avanzada existió aproximadamente desde el 2.100 a. E. C. aproximadamente hasta el 1.300 a. E. C.
El idioma, así como la civilización del valle del Indo, entraron en un periodo de decadencia sin explicación aparente, haciendo que su idioma desapareciera de la faz de la tierra para siempre.
El idioma harapano (también conocido como idioma protoíndico o idioma de Mohenjo-Daro) es un idioma desconocido de la cultura del valle del Indo (cuyas ciudades más conocidas son Harapa y Mohenjo-Daro (civilización del valle del Indo), de la Edad del Bronce (en el II milenio a. E. C.). El idioma no se encuentra atestiguado en ninguna fuente contemporánea legible. Las hipótesis en cuanto a su naturaleza se reducen a supuestos préstamos y la influencia del sustrato, sobre todo el sustrato en el sánscrito védico y unos pocos términos registrados en cuneiforme sumerio (como la región que los sumerios llamaban Meluja, que podría tratarse de la cultura del Indo), junto con el análisis de los signos indos, aún sin descifrar.
Hay una serie de hipótesis sobre la naturaleza de este idioma desconocido:
Podría tratarse de un idioma indoeuropeo, cercano o idéntico a los idiomas protoindoiraníes; sugerido por Shikaripura Ranganatha Rao.
La hipótesis elamo-drávida lo coloca en la vecindad ya sea del elamita o del drávida, quizás idéntico al propio protodrávida. Esto es respaldado por Iravatam Majadevan, Asko Parpola y Kamil Zvelebil.
Michael Witzel (2001), como una alternativa a la hipótesis elamo-drávida sugiere un idioma subyacente, prefijado, que sería similar al austroasiático, en particular el khasi, al que él llama paramunda (es decir, un idioma relacionado con el subgrupo de los idiomas munda u otros idiomas austroasiáticos, pero no estrictamente descendientes del último antecesor común de la familia contemporánea munda).
Un "phylum perdido", es decir, un idioma sin continuantes vivos (o tal vez el último reflejo del moribundo idioma nijali). En este caso, el único rastro dejado por el lenguaje IVC sería la influencia en el sustrato histórico, en particular, el sustrato en el sánscrito védico (mediados del II milenio a. E. C.).
Un idioma semítico: Malati Shendge (1997) identificó la cultura harappa con un imperio asura, y éste con los asirios.
LENGUA ETRUSCA.
Lo que sí sabemos es que los etruscos desarrollaron su propio alfabeto basándose en el de los habitantes de la isla de Eubea.
El lemnio fue una lengua hablada en el siglo VI a. E. C. en la isla de Lemnos. Su principal testimonio es una inscripción encontrada en una estela funeraria, conocida como estela de Lemnos, descubierta en 1885 cerca de Kaminia; en 2009 se hizo pública otra inscripción de Hefestia. Además, los fragmentos de inscripciones en cerámica local muestra que era la lengua de la comunidad local. El lemnio es académicamente aceptado como una lengua estrechamente relacionada con el etrusco. Después de que Atenas conquistara la isla en la segunda mitad de ese siglo, fue sustituido por el griego ático.
La estela fue hallada incrustada en la pared de la iglesia en Kaminia y ahora se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. La datación del siglo VI a. E. C. se basa en que en el 510 a. E. C. el ateniense Milcíades invadió Lemnos, helenizando la isla. La estela muestra un bajorrelieve con un busto de un hombre con casco y la inscripción está escrita en un alfabeto similar al alfabeto griego occidental (calcídico). La inscripción asimismo está escrita a modo bustrofedon y había sido transliterado, pero no fue traducido con éxito hasta un análisis lingüístico serio comparándolo con el etrusco en combinación con los avances en la propia traducción de los textos etruscos.
Vocabulario[editar]
Muestra de vocabulario venético | ||||||||||||
Español | Venético | Latín | Osco-umbro | Proto-itálico | Celta | Germánico | *Proto-Indoeuropeo | |||||
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yo | ego | ego | eho (umbro) | ego | - | ich (alemán) | *eghom | |||||
me | mego | me | mehe (umbro) | mego | mé (irlandés) | mich (alemán) | *me(gho) | |||||
caballo | ekvom | equus | - | ekwos | each (irlandés) | eoh (anglosajón) | *ekwos | |||||
hermano | fraterei | frāter | frater (umbro) | frater | bráthair (irlandés) | brother (inglés) | *bhrāter | |||||
libre | louderobos | līberis | lovfreis (osco) | louderos | llysiau (vegetales) (galés) | liudan (crecer) (gótico) | *leudh- (crecer, prole) | |||||
tener/haber | habeit | habere | habe (umbro) | xabeo | gafael (agarrar) (galés) | give (dar) (inglés) | *gʰebʰ | |||||
bosque sagrado | louko | lūcus | vuku (umbro) | loukos | loukus (blanco) (galo) | loh (campo) (antiguo alto alemán) | *leuko | |||||
sanante | sainatei | sananti | sanis (umbro) | sanos | saneti (galo) | zoen (beso) (neerlandés) | *sāno-s (salud) | |||||
hijo | filea | filius | feliuf (umbro) | feilios | - | - | *dehjlios | |||||
y (conjunción) | ke | que | pe (umbro) | kwe | cé (irlandés) | - | *kwe | |||||
así | sselboi | sibī | seifi (peligno) | seibei | - | selbo (antiguo alto alemán) | *se-, *suēdh- | |||||
vivo | vivoi | vīvus | bivus (osco) | gwiwos | byw (galés) | qius (gótico) | *gweī (vivir) | |||||
hecho | fagsto | factum | fito (umbro) | faktom | déanta (irlandés) | done (inglés) | *dēh- | |||||
este/esto | eik | hic | eice (osco) | xeike | - | - | *geike | |||||
terminó | termonios | terminus | teremenniu (osco) | termenios | - | - | *termene | |||||
sexto | segsto | sextus | - | sekstos | seisear (irlandés) | saihsta (gótico) | *sweks-to | |||||
regalo/don | donom | dōnum | dunum (osco) | donom | dán (irlandés) | - | *dō- | |||||
huir | fougontai | fugere | - | fougo | - | - | *bheug- | |||||
muerto | murtuvo | mortuus | - | mortwos | marw (galés) | - | *mr̥tuo |
El fenicio (en fenicio 𐤃𐤁𐤓𐤉𐤌 𐤊𐤍𐤏𐤍𐤉𐤌, dabarīm kanaʿnīm o 𐤃𐤁𐤓𐤉𐤌 𐤐𐤍𐤉𐤌, dabarīm pōnīm) fue una lengua semítica del subgrupo cananeo (semítico noroccidental), hablada en Fenicia (en fenicio 𐤊𐤍𐤏𐤍 kanaʿan o 𐤐𐤕 Pūt), en el territorio de los actuales Líbano y Siria al menos desde la segunda mitad del II milenio a. C. La colonización fenicia lo llevó también a Chipre, Sicilia, Cerdeña, Baleares, África noroccidental y el sur de la península ibérica. En oriente, el fenicio resistió la expansión del arameo en Palestina más que ninguna otra lengua de la región debido a su amplio uso en el comercio con las colonias de Cartago. Lingüísticamente es una lengua muy cercana al hebreo antiguo y amorreo, probablemente existía un buen grado de inteligibilidad entre esas lenguas. De hecho el alfabeto hebreo consta precisamente de los mismos 22 grafemas consonánticos que fueron tomados directamente del alfabeto fenicio. Frecuentemente se reserva el término púnico para designar a las variedades de fenicio occidentales del siglo IV a. C. al final del período.
El fenicio solo se conoce actualmente por una serie de inscripciones breves y uniformes de carácter oficial y religioso, y glosas ocasionales de libros escritos en otros idiomas. Autores romanos, como Salustio, aluden a ciertos libros escritos en púnico, pero ninguno ha llegado a nuestros días a excepción de algunas traducciones (v. g. el Tratado de Magón) o en fragmentos (v. g. en obras de Plauto). Los Cippi de Melqart, descubiertos en Malta en 1694, estaban escritos en dos idiomas, griego antiguo y púnico. Este hecho permitió al erudito francés Abbé Barthelemy descifrar y reconstruir el alfabeto cartaginés. A su vez, en 1964 se halló un tratado comercial realizado entre los etruscos y un grupo de fenicios, que permitió descifrar más el etrusco.
El fenicio (kanaʿnīm o pōnīm) está testimoniado más o menos desde el siglo XI a. C. y no se dejó de hablar totalmente antes del siglo VI. Ya en la antigua Historia de Unamón (1090-1064) se menciona cómo un capitán de barco podía leer fenicio (Historia de Wenamun II: 9-11).Originalmente el dialecto de una pequeña región de Canaán, Pūt (la franja costera alrededor de Tiro y Sidón), hacia el siglo X a. C. emergió como una lengua de prestigio debido a la hegemonía comercial y política de Tiro y Sidón. Desde aquí, el fenicio llegó a finales del segundo milenio a Cerdeña y a principios del primer milenio a Chipre, donde aparecieron numerosos reinos fenicios de pequeño tamaño, destacando entre ellos la ciudad-estado de Kition. Entre los siglos IX y VIII a. C., el fenicio llegó a convertirse en la lingua franca de Oriente Próximo. Sin embargo, la presencia fue mayor y más duradera hacia occidente, extendiéndose hasta Marruecos y el suroeste de la península ibérica. Con el auge de Cartago en el siglo V a. C., el fenicio se convirtió en una lengua de prestigio en el Mediterráneo, compitiendo con el latín y el griego. Se sabe que durante esta época se tradujeron obras de la literatura griega al fenicio, aunque apenas han quedado fragmentos de estas. De la literatura fenicia en sí no ha quedado más que una serie de inscripciones y monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón, la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto.
Como toda lengua difundida por un territorio extenso, el fenicio siempre contó con una gran cantidad de dialectos, divergentes en mayor o menor grado del fenicio estándar, que en primera instancia se considera el de Tiro y Sidón y, posteriormente, el de Cartago, bajo la denominación convencional de púnico. A lo largo de todo el periodo en que se habló el fenicio experimentó, como es natural, un cambio lingüístico notable. Los cambios fonéticos son los más reconocibles en las inscripciones porque dejan un reflejo claro en la ortografía.
OTROS IDIOMAS.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), en la actualidad se hablan unas 6.000 lenguas por toda la Tierra. Hay idiomas hablados por centenares de millones de personas; otros, por solo unos cuantos centenares.
En estas fechas (sobre 2100 a. E.C), comenzaron otros idiomas, además del hebreo. Estos idiomas o lenguajes nuevos, fueron hablados por los descendientes de Cam y de Jafet. Evidentemente, a día de hoy, no se puede determinar cuáles fueron esos primeros lenguajes, o cuáles dejaron de existir. También es evidente, que muchos de los lenguajes de la actualidad son descendientes de estos primeros.
Los idiomas más antiguos conocidos, además del hebreo y el arameo ya citados, son, el sumerio, el acadio (asirobabilonio) y el egipcio.
Parece ser que con el transcurso del tiempo las lenguas originales que resultaron de la acción divina en Babel produjeron dialectos emparentados. Estos dialectos se desarrollaron hasta formar idiomas separados, y su relación con los otros dialectos “hermanos” o con la “lengua fundamental común” se hizo en ocasiones prácticamente imperceptible. Incluso los descendientes de Sem, que al parecer no figuraron entre la muchedumbre de Babel, no solo hablaron hebreo, sino también arameo, acadio y árabe. Diversos factores han contribuido históricamente al cambio en los idiomas: separación por distancia o barreras geográficas, guerras y conquistas, deterioro de las comunicaciones e inmigración de otros grupos lingüísticos. Debido a estos factores, las principales lenguas de la antigüedad se han fragmentado; algunas se han fusionado parcialmente con otras, mientras que otras lenguas han desaparecido por completo, reemplazadas por las de los pueblos conquistadores.
Entre las “familias” principales que mencionan los filólogos modernos están: la indoeuropea, la chinotibetana, la afroasiática, la japonesa y la coreana, la dravídica, la malayopolinesia y la negroafricana. Hoy día todavía es imposible clasificar muchos idiomas. Dentro de cada una de las familias principales hay muchas subdivisiones o familias más pequeñas. Por ejemplo, la familia indoeuropea incluye ramas como la germánica, la románica, la baltoeslava, la indoirania, la griega, la céltica, la albanesa y la armenia. A su vez, la mayoría de estas familias más pequeñas constan de varios idiomas. Por ejemplo, entre las lenguas románicas están: el francés, el español, el portugués, el italiano y el rumano.
LENGUA DE LOS HUNOS.
Podrías pensar que conquistar la mayor parte de Eurasia, y lograr que el mismísimo Imperio Romano hincase la rodilla (procurándose el apodo «azote de Dios») debería ser suficiente para hacer que la gente al menos intentase entender tu lenguaje.
Por desgracia, los hunos no se molestaron en cuidar y guardar su idioma por escrito. Sólo unas pocas palabras han logrado sobrevivir gracias a que unos pocos eruditos romanos se encargaron de recogerlas a tiempo.
El huno ha sido considerado como una lengua relacionada con la lengua turca hablada por los antiguos búlgaros y con el chuvasio moderno. Hoy en día, todas estas lenguas son clasificadas, junto con el jázaro y el turco-ávaro, como integrantes de la rama ogúrica de las lenguas túrquicas.
La teoría de que el huno pertenece a la rama ogúrica proviene de la identificación de algunos de los nombres hunos como turcos, algunos registrados en la escasa literatura que aún subsiste y otros procedentes de los artefactos recuperados por los arqueólogos.
Otros nombres fueron clasificados como germánica e iranios. Las palabras medos, kamos, strava y, posiblemente, cucurun no parecen ser túrquicas. Se han estudiado estos registros durante más de un siglo y medio, y ningún intento de conectar con el resto de los nombres de cualquier idioma conocido grupo ha logrado un consenso académico. La inscripción en la placa de Khan Diggiz ha sido interpretada como una forma turca del nombre Dengizik, conocido como rey huno, hijo de Atila.
Así, esta conclusión se fundamenta en el razonamiento de que el vocabulario conocido de lengua huna muestra que ésta pertenece al tipo r- y l- de lenguas túrquicas y que la migración huna fue responsable de la aparición de esta lengua en el occidente.
El caso de idiomas de tipo r- y l- ("lir" túrquico) actualmente solo es observado en el chuvasio, el único miembro de la rama turca ogúrica que no ha desaparecido. Los demás idiomas túrquicos ("túrquico común" o "shaz"-túrquico) son de tipo z- y š-.
Las teorías más extendidas enlazan a los hunos con los nómadas xiongnu, los cuales eran vecinos del grupo étnico chino de los Han. Al igual que los hunos, los xiongnu probablemente también fueron analfabetos. Todo lo que sabemos de ellos es gracias a los registrado realizados por sus aterrorizados vecinos chinos.
LENGUA XIONGNU.
Al igual que sucede con el idioma de los hunos se desconoce todo absolutamente de la lengua de estos nómadas de las estepas orientales, generalmente diseminados a lo largo del territorio de la actual Mongolia.
IDIOMA OSETIO.
El osetio, osético u oseta es una lengua de la familia irania que se habla en Osetia (en osetio: Ирыстон, romanizado: Iryston), en las laderas centrales de las montañas del Cáucaso, en una zona fronteriza entre Rusia y Georgia. El área en Rusia es conocida como Osetia del Norte-Alania, mientras que el área sur de la frontera se llama Osetia del Sur, reconocida por Rusia, Nicaragua, Venezuela y Nauru como un Estado independiente, pero considerada por el resto de la comunidad internacional como parte de Georgia. El número de hablantes de osetio es de alrededor de 525 000, el 60 % de los cuales vive en Osetia del Norte y el 10 %, en Osetia del Sur. El osetio es pariente y posiblemente descendiente de las extintas lenguas escitas, sármata y alánica.
Historia
La lengua osetia pertenece a la rama irania nororiental de lenguas indoeuropeas. Es considerada la heredera de los dialectos escitas de la Antigüedad (de los que conserva y desarrolla las características fonéticas fundamentales que las separan de otras lenguas iranias antiguas) y de los alanos de la Edad Media.
Existe una tradición escrita en osetio (en ambas variedades, iriano y digorés) desde finales del siglo XVIII muchas epopeyas en osetio, siendo las más famosas las de los guerreros narts. La lengua literaria quedó establecida por el poeta Kostá Jetagúrov (1859-1906).
Extensión
El osetio es la lengua nacional y literaria de la nación osetia, que se extiende por el territorio de la República Autónoma de Osetia del Norte-Alania y en la autoproclamada República de Osetia del Sur.
A la región rusa se le llama Osetia del Norte-Alania (familiarmente Alania), con la capital Vladikavkaz), mientras que el lado georgiano es Osetia del Sur (capital en Tsjinval). Hay unos 500 000 hablantes del idioma osetio, de los cuales un 60 % vive en Osetia del Norte y un 15 % en Osetia del Sur.
IDIOMA SÁRMATA, ALANO.
Los sármatas fueron un grupo de pueblos nómadas que hablaban lenguas iranias vinculados con los escitas. Dominaron la llanura póntica durante los siglos III y IV d. E. C., correspondiente al área de las actuales Ucrania, Rumanía y sur de Rusia.
Los sármatas (en latín sarmatæ o sauromatæ —la segunda forma utilizada sobre todo por los antiguos escritores griegos y la primera por los romanos—) fueron un pueblo iranio al que Heródoto (Historias 4.21-117) ubica en el siglo V a. E. C. en la frontera occidental de Escitia, más allá del Tanais (actual río Don).
IDIOMA VÁNDALO.
El idioma vándalo fue una lengua germánica oriental y probablemente muy relacionada con el idioma gótico. Fue hablado por el pueblo vándalo, con sus ramas de asdingos y silingos, desde su origen en la costa báltica entre el río Vístula y el Óder, pasando por su migración a través de la Galia e Hispania junto con otros pueblos (visigodos, alanos y suevos), hasta su establecimiento en el reino vándalo en el norte de África en 429, en los territorios del antiguo Estado púnico.
Muy poco se sabe sobre la lengua vándala que no sea un pequeño número de nombres propios de origen vándalo en español.
El epigrama De conviviis barbaris contiene un fragmento en una lengua germánica que algunos autores estiman que podría ser vándalo, a pesar de que el fragmento mismo dice estar en gótico. Esto pudo deberse a que ambos idiomas eran germánicos orientales y estaban muy relacionados. El fragmento dice:
«Inter eils Goticum scapia matzia ia drincan! non audet quisquam dignos educere versus»
(entre los viva de los godos [y] vamos a comer y beber ninguno se atreve a proponer versos dignos).
En la Collatio Beati Augustini cum Pascentio ariano del seudo Augustín encontramos la frase: Froja armes ('Señor, ten piedad').
Durante los siglos XVI, XVIII y XIX, se creía que los eslovenos de Prekmurje, Somogy y Vas eran descendientes de los vándalos. En húngaro, latín y otros documentos, el Idioma prekmuro (dialecto del esloveno) se denomina idioma vándalo.
IDIOMA DE LOS SUEVOS.
Hablaban una lengua germánica, en general se acepta que los suevos hablaban una o más lenguas germánicas. Tácito se refiere a las lenguas suevas, lo que implica que había más de una a finales del siglo I. En particular, los suevos se asocian con el concepto de un grupo "germánico del Elba" de dialectos primitivos hablados por los irminones, que habían llegado a Alemania desde el este y que se originaban en el Báltico. A finales de la época clásica, estos dialectos, situados ya al sur del Elba y que se extendían por el Danubio hasta el imperio romano, experimentaron el cambio consonántico del alto alemán que define a las lenguas modernas del alto alemán y, en su forma más extrema, del altogermánico superior.
Los suevos tenían su propia cultura y lengua. Hablaban una lengua germánica conocida como el suevo. Esta lengua fue utilizada por la élite de la tribu, mientras que la mayoría de la gente hablaba dialectos celtas, francos o eslavos.
Dado que los suevos casi de inmediato adoptaron como idioma el latín vulgar local, quedan algunos restos del idioma germánico hablado anteriormente. Ha habido una cierta influencia sobre la lengua gallega y la lengua portuguesa, como lawerka (laverca en gallego y en portugués, con el significado de 'alondra').
Las lenguas germánicas son un subgrupo de la familia de lenguas indoeuropeas habladas principalmente por los pueblos germánicos. Todas derivan de un antecesor común, tradicionalmente denominado idioma protogermánico. La primera lengua germánica documentada con cierta extensión es el gótico (siglo IV, «Biblia de Wulfilas»), hablada por los godos y que prevaleció en la península de Crimea hasta la Edad Moderna. También son muy antiguas (s. II a IV) varias las Inscripciones de Vimose en alfabeto rúnico, grabadas en armas o joyas, que dan información sobre el germánico protonórdico de Escandinavia. El número de hablantes que hablan alguna lengua germánica como lengua materna supera los 550 millones.
Las lenguas germánicas se dividen comúnmente en tres ramas: la germánica oriental, la germánica septentrional (lenguas nórdicas) y la germánica occidental. La rama oriental está extinta en su totalidad; a ella pertenecían idiomas como el gótico, el vándalo y el burgundio. Las lenguas germánicas existentes en la actualidad son el inglés, el escocés, el alemán, el bajo alemán, el sueco, el islandés, el danés, el neerlandés, el afrikáans, el noruego, el luxemburgués, el frisón, el feroés y el yidis, además de otras hablas que podrían considerarse bien idiomas bien dialectos, como el austro-bávaro y el sajón de Transilvania, derivados de distintas ramas del alto alemán.
El nombre de «Alamannia» es la latinización de una frase en alto alemán antiguo: Alle Mannen («todos los hombres»), que engloba a todos los pueblos que habitaban esa zona en tiempos de Julio César (teutones, bucinobantes, cuados, hermiones, etc.) y fue transmitido a varias lenguas modernas, como el árabe (ألمانيا), catalán (Alemanya), galés (Yr Almaen), córnico (Almayn), francés (Allemagne), gallego (Alemaña), portugués (Alemanha), español (Alemania), y turco (Almanya), frente a los derivados del latino Germania, como el inglés (Germany). Aunque, el etnónimo Alamanni ya aparece en las fuentes clásicas y deriva del protogermánico *allai manniz («todos los hombres») El nombre «Germani» es la latinización de una palabra en lenguas renanas: Germanen («de este lado del Rin»), que fue usada por Julio César para referirse específicamente a los eburones de la Galia Bélgica (al oeste del Rin).
Clasificación
Lenguajes germánicos en el siglo X:
Nórdico antiguo occidental
Nórdico antiguo oriental
Gútnico antiguo
Idioma anglosajón
Lenguas germánicas occidentales
Gótico de Crimea
El grupo germánico se divide en tres ramas o grupos:
El grupo occidental es el que cuenta con más hablantes. A su vez se distingue entre:
Germánico del Mar del norte (anglofrisio) que incluye, entre otras lenguas, al inglés.
Germánico del Rin-Weser que dieron lugar al neerlandés, al afrikáans y el bajo alemán. Existen numerosos creoles de base neerlandesa en todo el mundo.
Germánico del Elba que es el origen del alto alemán antiguo, el moderno alemán estándar, el luxemburgués (variedad de alto alemán con rango de lengua oficial en Luxemburgo) y el vilamoviciano (una variedad local del alemán hablado en Polonia, con menos de 100 hablantes nativos al iniciarse el siglo xxi). También pertenece a este grupo el pensilfaanisch, alemán hablado en Pensilvania (EE. UU.), es discutido considerarlo una lengua independiente -ya que el mismo criterio se podría aplicar a otras comunidades alemanas en otros lugares del mundo, como los influyentes menonitas en Paraguay-.
El grupo nórdico comprende el sueco, danés, noruego, feroés e islandés. De ellas, el islandés se destaca por lo arcaizante de sus estructuras gramaticales y por el purismo léxico.
El grupo oriental está extinto, y a él pertenecía la lengua hablada por los godos, que hacia el S. II d. E. C. abandonaron sus sedes en el sur de la península escandinava. Un último vestigio de la lengua gótica prevaleció hasta el siglo XVI en la península de Crimea (hoy en Ucrania).
El papiamento, hablado en las Antillas Neerlandesas, es un criollo en el cual se mezclan fuertes influjos españoles y portugueses con mucha influencia neerlandesa.
Las lenguas germánicas, a excepción del gótico, mantuvieron una situación de contacto fluido hasta al menos el siglo V d. E. C., en que se acelera la diferenciación.
Germánico occidenta
La zona occidental y meridional de la actual Alemania se encontraba en manos de las tribus celtas hasta la llegada de los pueblos germánicos a consecuencia de las grandes migraciones, entre las más importantes, la de los teutones y la de los cimbrios entre los años 120 y 116 a. E. C.. En época de Tácito, hacia el año 100 d. E. C., los germanos ya se habían asentado a las orillas del Rin y del Danubio y se habían dividido en tres grandes grupos compuestos por diferentes tribus. Más adelante se daría nombre a estos grupos: francos, sajones y suevos, pero los historiadores romanos los denominan istveones, ingueones y (h)erminones.
Germánico del mar del Norte (grupo anglofrisio):
Anglosajón: kéntico, sajón y ánglico
Antiguo frisio
Germánico del Rin-Weser (grupo bajogermánico)
Antiguo bajo franconio
Antiguo sajón (antiguo bajo alemán).
Germánico del Elba (grupo altogermánico)
Alto alemán antiguo
Alto alemán medio
Alemán estándar
Germánico nórdico
Las lenguas germánicas nórdicas habladas en la actualidad son: el danés, el sueco, el dalecarliano, el noruego, el islandés y el feroés. Todas ellas y otras ya extinguidas (como el norn y el gútnico) derivan del protonórdico y del nórdico antiguo, y son habladas en Dinamarca, Noruega, Suecia, las Islas Feroe, Åland, Islandia y Groenlandia, así como por una significativa minoría sueca en Finlandia y por grupos de inmigrantes en América del Norte y Australia. Aproximadamente 20 millones de personas de los países nórdicos tienen una lengua escandinava como lengua materna.
Germánico oriental
La única lengua razonablemente bien documentada de este grupo es el gótico. El resto de lenguas germánicas orientales están pobremente documentadas. Sobre la lengua de los gépidos, los burgundios, los cuados, los vándalos y otros pueblos que presumiblemente habrían hablado lenguas germánicas orientales no existe una documentación extensa que permita describir sus dialectos. La mayor parte de la información está basada en antropónimos y topónimos.
IDIOMA GÓTICO.
Fragmento del Codex Argenteus, una traducción parcial al gótico de la Biblia griega.El gótico (autoglotónimo *gutiska razda, *gutisk o *gutrazda) es una lengua germánica extinta hablada por el pueblo godo y sus dos ramas: ostrogodos en Italia y visigodos en España.
Es la lengua germánica atestiguada más antigua y actualmente no existen lenguas derivadas de ella. El texto más antiguo que se conserva es una parte de la traducción de la Biblia realizada por el obispo godo Ulfilas en el siglo IV, por lo que es la única lengua germana oriental con un corpus significativo. De todas las otras, burgundio y vándalo inclusive, se tienen indicios de su existencia únicamente por antropónimos que han subsistido en relatos históricos.
El gótico fue decayendo a mediados del siglo vi debido en parte a la derrota militar que sufrieron los visigodos a manos de los francos, la eliminación de los ostrogodos en la península itálica y la conversión masiva al catolicismo romano de habla latina de los visigodos de España, así como por su aislamiento geográfico.[cita requerida] La lengua sobrevivió en España no más allá del siglo viii y el autor franco Walafrido Strabo escribió que todavía se hablaba en la zona baja del Danubio y en regiones montañosas aisladas en Crimea a principios del siglo ix (el gótico de Crimea, descendiente moderno, perduró hasta el siglo xviii). En manuscritos posteriores al siglo IX han aparecido expresiones parecidas al gótico, pero que presentan notables diferencias en morfología y fonética.
En los valles del Tirol italiano se hallaron inscripciones germánicas datadas hacia el siglo X, las cuales, aunque corruptas, no pertenecen ni al lombardo ni a la lengua de los colonos germánicos procedentes de Baviera que poblaron posteriormente la región. Por lo tanto, se ha especulado que, salvando la posibilidad de que se tratara de colonos góticos supervivientes, las inscripciones provendrían de letrados que aprendieron el gótico para leer o traducir los por entonces aún extensos libros escritos en esta lengua.
Fuentes para su conocimiento
Solo han sobrevivido unos pocos documentos en gótico, lo que no es suficiente para una reconstrucción completa del idioma. La mayoría de las fuentes en lengua gótica son traducciones o glosas de otros idiomas (sobre todo del griego), por lo que elementos lingüísticos extranjeros influyeron en los textos. El grueso del corpus lingüístico es la traducción gótica de la Biblia, realizada en la región de los Balcanes por personas en estrecho contacto con la cultura griega. Este texto fue llevado por los visigodos cuando se desplazaron hacia el oeste, y se mantuvo en uso en su reino hasta, probablemente, el siglo VII. También fue utilizado por los ostrogodos en Italia hasta la guerras con los romanos del este. Aparte de los textos bíblicos, el único documento gótico extenso que aún existe, y el único que se compuso originalmente en lengua gótica, son los Skeireins, unas pocas páginas de comentarios sobre el Evangelio de Juan.
Muy pocas fuentes secundarias medievales hacen referencia a la lengua gótica después de aproximadamente 800. En De incrementis ecclesiae Christianae (840–842), Walafrido Strabo, un monje franco que vivía en Suabia, informa sobre ciertos asentamientos en Scythia (Dobruja), especialmente alrededor de Tomis, hablaban un sermo Theotiscus («lenguaje germánico») que usaban en la liturgia, lo que ha hecho pensar en una supervivencia del gótico.
Estas son las fuentes primarias que han sobrevivido:
El cuerpo más grande de documentación sobreviviente consta de varios códices, en su mayoría del siglo VI, que copian la traducción de la Biblia que fue realizada por el obispo arriano Ulfilas (311–382), líder de una comunidad de cristianos visigodos en la provincia romana de Mesia,quien además creó un alfabeto para el gótico. De esta traducción han sobrevivido aproximadamente las tres cuartas partes del Nuevo Testamento y algunos fragmentos del Antiguo Testamento. Los textos existentes, se hallan en los siguientes códices:
Codex Argenteus (Upsala), incluido el fragmento de Speyer: 188 hojas
Es el manuscrito gótico mejor conservado, data del siglo VI, fue transmitido por los ostrogodos del reino de Italia. Contiene una gran parte de los cuatro evangelios. Dado que es una traducción del griego, el lenguaje del Codex Argenteus está repleto de palabras griegas prestadas y con una sintaxis calcada de esta lengua.
Codex Ambrosianus (Milán) y Codex Taurinensis (Turín), con un total de 193 hojas. Contiene pasajes dispersos del Nuevo Testamento (incluyendo partes de los evangelios y las Epístolas), del Antiguo Testamento (Nehemías) y algunos comentarios conocidos como Skeireins. El texto probablemente había sido algo modificado por los copistas.
Codex Gissensis (Gießen): una hoja con fragmentos de Lucas 23–24 (aparentemente un texto gótico-latino) hallado en una excavación en Antinoë en Egipto en 1907 y fue destruida por daños por agua en 1945, después de que ya se habían hecho copias.
Codex Carolinus (Wolfenbüttel): cuatro hojas, fragmentos de Romanos 11–15 (un texto bilingüe gótico-latino).
Codex Vaticanus Latinus 5750 (Ciudad del Vaticano): tres hojas, páginas 57–58, 59–60 y 61–62 de los Skeireins. Este es un fragmento del Codex Ambrosianus E.
Gothica Bononiensia (también conocido como Codex Bononiensis), un fragmento de palimpsesto, descubierto en 2009, de dos folios con lo que parece ser un sermón, que contiene además de texto no bíblico una serie de citas y alusiones directas, ambas de partes previamente atestiguadas, de la Biblia gótica (el texto está claramente tomado de la traducción de Ulfilas) y de otras no testificadas anteriormente (por ejemplo, Salmos, Génesis).
Fragmenta Pannonica (también conocidos como fragmentos Hács-Béndekpuszta o Tabella Hungarica), los cuales consisten en fragmentos de una placa de plomo de 1 mm de espesor con restos de versos de los Evangelios.
Una dispersión de documentos antiguos: dos escrituras (las escrituras de Nápoles y Arezzo, en papiros), alfabetos (en la Gothica Vindobonensia y la Gothica Parisina), un calendario (en el Codex Ambrosianus A), glosas encontradas en varios manuscritos y un pocas inscripciones rúnicas que se sabe o sospecha que son góticas, lo que es negado por algunos expertos. Además, se han encontrado en Mangup, en Crimea, inscripciones cristianas de finales del siglo IX que utilizan el alfabeto gótico, no runas, y que copian o imitan la ortografía gótica bíblica.
Un pequeño diccionario de más de 80 palabras y una canción sin traducir, compilado por el flamenco Ogier Ghiselin de Busbecq, el embajador de los Habsburgo en la corte del Imperio Otomano de 1555 a 1562. Busbecq tenía curiosidad por conocer el idioma gótico y por acuerdo se reunió con dos hablantes de dicha lengua procedentes de Crimea; en base a sus informes realizó un listado que incluyó en su libro: C Cartas turcas. Estas palabras, mil años después de Ulfilas, no son representativas del idioma que aparece en la Biblia de este obispo; por lo que la investigación de Busbecq es difícil de interpretar.
Los informes sobre el descubrimiento de otras partes de la Biblia de Ulfilas no han sido corroborados.
LENGUAS INDOEUROPEAS.
Con el nombre de lenguas indoeuropeas se conoce a la mayor familia de lenguas del mundo en número de hablantes. La familia indoeuropea, a la que pertenecen la mayoría de las lenguas de Europa y Asia meridional, incluye más de 150 idiomas hablados por alrededor de 3200 millones de personas (aproximadamente un 45 % de la población mundial). De estas, unos 1200 millones corresponden a hablantes de las lenguas indoiranias, unos 950 millones de hablantes de las lenguas románicas y unos 820 millones de hablantes de las lenguas germánicas.
Lengua(s) IE(s) habladas mayoritariamente.
Alguna lengua IE es oficial.
Lengua (s) IE(s) habladas por una minoría importante pero sin reconocimiento oficial.
Distribución actual aproximada de las diferentes ramas de las lenguas indoeuropeas en Eurasia:Las áreas rayadas indican áreas multilingües.
Eslavo oriental | Eslavo occidental | Eslavo meridional |
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Estela funeraria en idioma aquitano, de la época romana con los nombres UMMESAHAR, NARHUNGESI y ABINSUNHARI (encontrada en Lerga, Navarra).
No indoeuropeas: Idioma tartesio Idioma turdetano Idioma ibero Idioma aquitano | Indoeuropeas: Celtas / Celtíbero Idioma lusitano |
Período | Lenguas muertas |
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Edad Antigua | Osco (290 a. C.), latín (circa siglo vii), griego antiguo (c. siglo iii), íbero (c. s. i), celtibérico (c. s. i), etrusco (c. s. i), hitita (c. s. xi a. C.), egipcio clásico (c. s. vii a. C.), huno (c. s. vi y V d. C.), acadio (c.s. iii a. C.), galo (vi d. C.), Nórdico antiguo (XIV d. C.) |
Edad Media | Idioma gótico (c. s. ix), mozárabe (c. s. xii), tocario (c. s. x), picto (c. s. ix), |
Edad Moderna | Guanche (s. xvi), arameo medio (c. s. xiii), copto (c. s. xv), antiguo prusiano (c. s. xviii), polabo (c. s. xviii), córnico (la última hablante, Dolly Pentreath, murió en 1777). |
Edad Contemporánea | Dálmata (el último hablante: Antonio Udina, murió en 1898), manés (el último hablante, Ned Maddrell, murió en 1977), ubijé (el último hablante, Tevfik Esenç, murió en 1992), livonio (la última hablante: Grizelda Kristiņa, murió en 2013), yagán (la última hablante: Cristina Calderón, murió en 2022) |
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