Jesucristo se valió de una ilustración para representar ciertos desenvolvimientos en la obra que él había comenzado en la Tierra. Aquella obra de sembrar tenía por propósito producir la cosecha necesaria de cristianos verdaderos que habrían de estar asociados con él en el gobierno celestial que se conoce como “el reino de los cielos.” Así predijo que el enemigo Satanás el Diablo invadiría su buena siembra. El campo no solo produciría la siega deseada de cristianos verdaderos semejantes a trigo, sino también una cosecha de cristianos falsos parecidos a mala hierba. Se permitiría que ambos crecieran juntos hasta el tiempo de la siega, cuando se efectuaría el trabajo de separarlos. Además, esta obra de separarlos sería otro rasgo de los “últimos días,” la “conclusión de un sistema de cosas.”—Mat. 13:24-30, 36-43; compare con Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1.
El apóstol Pablo predijo en 2 Tesalonicenses 2:3 una apostasía entre los que profesaban ser cristianos.
"Que nadie los engañe de ninguna manera, porque ese día no vendrá sin que antes llegue la apostasía y sea revelado el hombre que desafía la ley, el hijo de la destrucción" (2 Tesalonicenses 2:3).
Mencionó específicamente a ciertos apóstatas, como Himeneo, Alejandro y Fileto. "manteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han rechazado, y como resultado su fe ha naufragado. Entre estos están Himeneo y Alejandro, a los que he entregado a Satanás para que por medio de la disciplina aprendan a no blasfemar". (1 Timoteo 1:19,20).
"Pero rechaza la palabrería inútil que desprecia lo que es santo, porque llevará a más y más irreverencia, y sus palabras se esparcirán como gangrena. Este es el caso de Himeneo y Fileto. Estos hombres se han desviado de la verdad, diciendo que la resurrección ya ha sucedido, y están arruinando la fe de algunos" (2 Timoteo 2:16-18).
El apóstol Juan, la última barrera contra la apostasía abierta, murió alrededor del año 100 E. C.
Las 7 congregaciones a las que visitó Jesús fueron: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea”.
Es evidente que en Apocalipsis ya se habla de intentos de la apostasía por entrar.
Cuando los antiguos superintendentes de las congregaciones, tanto de Jerusalén, como de cualquier otro lugar fueron muriendo junto al apóstol Juan, Satanás entró en juego engañando a los superintendentes y al mismo rebaño. Poco a poco, la excepción, fue convirtiéndose en la norma, y ya eran pocos los que se resistían y muchos los que imponían los puntos de vista y creencias equivocadas.
156 e. c- Persecución en Esmirna. Policarpo es asesinado.
El cristianismo había llegado a Lyon cuando Policarpo de Esmirna (en la Turquía moderna) envió a Potino como misionero a la Galia (Francia actual). A través de un trabajo diligente, Pothinus estableció grupos de iglesias en Lyon y la cercana Viena.
*Sotero (c. 103-175), "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 12 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 166 al 175.
*Dionisio de Corinto (c. 120-178), obispo de Corinto.
De sus cartas a las diócesis de Grecia no se conserva ninguna pero Eusebio de Cesarea da una lista y San Jerónimo unos fragmentos. Sabemos que escribió a las comunidades de Lacedemonia, hablando de la ortodoxia, la paz y la unión; y a los atenienses, exhortándolos a vivir según el Evangelio y no caer en la apostasía; a los de Nicomedia, hablando contra el marcionismo; a los de Gortina y otros lugares de Creta, loándolo el obispo Felipe; a los de Amastris, hablando del celibato y el matrimonio, y a Pinito de Cnossos, sobre el celibato. La más importante fue la carta a los romanos, la única de la que se conservan fragmentos. Era una respuesta a una carta del obispo de Roma, en la que había enviado limosnas. Murió supuestamente martirizado el 178.
Notamos cómo se empieza a cultivar el germen del celibato.
*Hegesipo de Jerusalén (c. 130-180), fue un escritor paleocristiano del s. II, nacido en Oriente, de familia muy probablemente judía y convertido al cristianismo. Emprendió un viaje que le llevó a Corinto y a Roma. En esta última ciudad vivió 20 años, durante el pontificado de Aniceto (154-165) y permaneció allí hasta el tiempo del obispo de Roma, Eleuterio (174-189).
El motivo de su viaje fue la difusión alarmante de la herejía gnóstica. Su intención era recoger información sobre la verdadera doctrina de algunas de las iglesias más principales y, sobre todo, escuchar la doctrina de Roma. Respecto a la visita que Hegesipo realiza a Corinto, Eusebio de Cesarea comenta, en su Historia eclesiástica que:
Y la iglesia de los corintios permaneció en la verdadera doctrina hasta que Primo fue obispo de Corinto. Cuando yo navegaba hacia Roma, conviví con los corintios y con ellos pasé bastantes días, durante los cuales me reconforté con su recta doctrina. Y llegado a Roma, hice un viaje hasta Aniceto, cuyo diácono era Eleuterio. En cada etapa del recorrido y en cada ciudad las cosas están tal como las predican la Ley, los Profetas y el Señor»
Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica.
Además, hizo notar con gran satisfacción que todas las herejías provenían de individuos, pero que ninguna de las Iglesias ni sedes episcopales habían caído en el error.
A su regreso al Oriente publicó un relato de su viaje en sus «memorias», que comprendía cinco libros. Hypomnémta lo tituló y estaban destinadas a referir «la tradición sin error de la predicación apostólica en evidente polémica contra el gnosticismo. Sus escritos sólo nos han llegado de manera fragmentaria (se conservan unos cuantos capítulos de los cinco libros de la Historia de la Iglesia que escribió y que comprendían desde la Pasión de Cristo hasta la época del autor), lo que resulta lamentable, porque en ellos se atestigua el carácter polémico de esta obra con las siguientes palabras: «Y, sin embargo, en los tiempos de que hablamos, la verdad sacó de nuevo al medio numerosos defensores suyos, que no solamente lucharon contra las impías herejías con argumentos no escritos, sino también con demostraciones escritas. Entre éstos destacaba Hegesipo… algunos hechos de los tiempos de los apóstoles. Efectivamente, en cinco libros comentó la tradición limpia de error en la predicación apostólica, con un estilo sencillísimo» .
La mayoría de los fragmentos conservados se refieren a los primeros tiempos de la iglesia de Jerusalén, especialmente a la Iglesia primitiva. Tratan por ejemplo de la leyenda sobre la muerte de Santiago el hermano del Señor, de Simeón, segundo obispo de aquella ciudad, y de los parientes de Jesús . Hegesipo afirma que varios grupos gnósticos tuvieron su origen en sectas judías.
*Eleuterio, "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 13 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 175 al 189.
Este obispo, cuyo nombre en griego significa "hombre libre" y parece indicar que fue un esclavo liberado, llegó a Roma acompañando al obispo romano Aniceto y durante el pontificado de este fue diácono de la Iglesia de Roma y actuó como secretario "papal" en el encuentro que Aniceto tuvo con Policarpo de Esmirna.
Sus primeros cinco años de pontificado tuvieron lugar durante el mandato del emperador Marco Aurelio quien ya había relajado su ímpetu perseguidor contra los cristianos, pero será a la subida al trono de su hijo Cómodo cuando cesen las persecuciones y la Iglesia pueda dedicarse a solucionar las divisiones que las doctrinas gnósticas, montanista y marcionita habían provocado en su seno.
Alrededor del 177, Ireneo, nativo de Esmirna, acompaña a varios confesores de Lyon a ver al obispo "papa" Eleuterio para discutir con él la cuestión de los efectos de la herejía Montanista. Ireneo es portador de una carta en la que la iglesia (congregación) de Lyon ruega al obispo de Roma que preserve la unidad de la comunidad.
Más tarde, también por motivos de la controversia montanista, vino a Roma a reunirse con Eleuterio, el obispo Abercius de Hierápolis en Frigia. También en tiempos de Eleuterio tiene lugar en Roma el cisma de Blasto debido a la cuestión pascual.
Durante el pontificado de Eleuterio, Ireneo escribe una gran obra contra los gnósticos, el Adversus haereses, donde estudia todas las escuelas heterodoxas.
Eleuterio mandó a Fugacio y Damián a convertir a los bretones. Suprimió algunas costumbres hebraicas sobre la pureza e impureza de las viandas de las cuales los cristianos daban gran importancia.
177 e. c- Algunos cristianos fueron encarcelados a la espera de la llegada del gobernador a la región.
Pothinus, el obispo de Lyon de 92 años, murió en su celda después de la tortura.
Entre ese grupo estaba la esclava Blandina, que ya había soportado todas las torturas y crueldades imaginables. Fue suspendida en una estaca y expuesta a las fieras.
Sanctus, un diácono de Vienne también se mantuvo firme en su fe, incluso cuando se colocaron placas al rojo vivo en las partes más tiernas de su cuerpo. Fue un ejemplo para las otras víctimas, mostrando que "nada es terrible donde está el amor del Padre, y nada es doloroso donde está la gloria de Cristo".
180 e. c- Los mártires de Scillitan eran una compañía de doce cristianos norteafricanos que fueron ejecutados por sus creencias el 17 de julio de 180 d.C. Los mártires toman su nombre de Scilla (o Scillium ), una ciudad de Numidia, cerca de Cartago .
*Víctor I, "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 14 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 189 al 199.
Proveniente de África e hijo de Félix, fue el primer "papa" que afirmó la existencia de un magisterio moral del obispado de Roma sobre los otros obispados de la Iglesia y comienza a sustituir el griego utilizado en la liturgia por el latín, aunque la misa seguirá celebrándose en griego hasta 230.
Durante su pontificado, Víctor sentó las bases para la celebración de los concilios al ordenar a los obispos del orbe cristiano que se reunieran en sínodos para considerar —confiaba él— la condena de la celebración de la Pascua según la costumbre judía que la celebraba el día 14 del mes de Nisán aunque no coincidiera en domingo.
Los obispos de Asia Menor, encabezados por Polícrates obispo de Éfeso, rehusaron abandonar la práctica que, según ellos y tal y como le expresó Polícrates al papa en una carta que le envió hacia 190, esta práctica, conocida como cuartodecimal fue la de los apóstoles Felipe y Juan, y la de Policarpo de Esmirna y Melitón de Sardes. Como respuesta, Víctor envió una carta a los obispos declarando excluidos de la comunión a las iglesias de Asia. Esta decisión trajo un gran revuelo entre los obispos. Entonces intervino Ireneo de Lyon y, después de afirmar que él personalmente mantenía el domingo para la celebración de la Pascua, le rogaba al papa Víctor a seguir la posición de sus predecesores y que aceptara la duplicidad de costumbre.
Parece ser que Víctor quiso imponer su voluntad sobre la celebración dominical de la Pascua, pues Blasto, que era un fuerte defensor de la práctica cuartodecimal se separó de la Iglesia creando un cisma.
Aproximadamente en 198, Víctor excomulgó a Teodoto, un curtidor de Bizancio por practicar la doctrina adopcionista, aunque no pudo impedir que sus discípulos siguieran propagando sus ideas en Roma.
A finales del siglo II fueron instalándose en Roma representantes de todas las tendencias. Roma va a ser la arena donde se enfrentan al cristianismo distintas ideas y vertientes de un gran número de escuelas heterodoxas que habían proliferado a todo lo largo del imperio. En Roma se encuentran individuos procedentes de Asia, de Siria, de Egipto, de Mesopotamia. Roma es ahora una gran ciudad cosmopolita donde se dan citas todas las razas y religiones. En ella se habla griego lo mismo que latín. La Iglesia se vio afectada por la influencia de la urbe en ella en el aspecto de cultura y civilización.
Por otra parte, estableció que, en casos de emergencia, se pudiese utilizar cualquier agua para el bautismo.
Falleció el 28 de julio de 199, tras sufrir martirio.
200-202 e. c- Cuando Orígenes (c. 184-c. 253)«aún no tenía diecisiete años», el emperador romano Septimio Severo ordenó la ejecución de ciudadanos romanos que practicaban abiertamente el cristianismo. El padre de Orígenes, Leónidas (c. 150-202), fue detenido y encarcelado. Eusebio informa que Orígenes quería entregarse a las autoridades para que también lo ejecutaran, pero su madre escondió toda su ropa y no pudo ir ante las autoridades ya que se negó a salir de casa desnudo. Según McGuckin, incluso si Orígenes se hubiera entregado, es poco probable que hubiera sido castigado, ya que el emperador solo tenía la intención de ejecutar a los ciudadanos romanos. El padre de Orígenes fue decapitado, y el Estado confiscó todas las propiedades de la familia, dejándola destrozada y empobrecida. Orígenes era el mayor de nueve hijos y, como heredero de su padre, asumió la responsabilidad de mantener a toda la familia.
En estos años se nos habla de un tal Demetrio en Alejandría. Demetrio era un líder carismático que gobernó la congregación cristiana de Alejandría con mano de hierro, y fue el principal responsable de la elevación de la dignidad del obispo de Alejandría; antes de Demetrio, el obispo de Alejandría había sido considerado simplemente como un sacerdote elegido para representar a sus compañeros, pero después de Demetrio, el obispo fue considerado claramente como un rango superior a sus compañeros sacerdotes.
Orígenes huyó de Alejandría y viajó a la ciudad de Cesarea Marítima en la provincia romana de Palestina, donde los obispos Teoctistus de Cesarea y Alejandro de Jerusalén se convirtieron en sus devotos admiradores y le pidieron que pronunciara discursos sobre las Escrituras en sus respectivas iglesias. Esto efectivamente equivalía a dejar que Orígenes ofreciera homilías, a pesar de que no estaba formalmente ordenado.
Los cristianos del Mediterráneo oriental continuaron reverenciando a Orígenes como el más ortodoxo de todos los teólogos, y cuando los jerarcas palestinos se enteraron de que Berilio (obispo de Bostra y uno de los líderes cristianos más enérgicos de la época) había estado predicando el adopcionismo (es decir, la creencia de que Jesús nació humano y solo se hizo divino después de su bautismo), enviaron a Orígenes para convertirlo a la ortodoxia. Orígenes involucró a Berilio en una disputa pública, que fue tan exitosa que Berilio prometió enseñar solo la teología de Orígenes a partir de ese momento. En otra ocasión, un líder cristiano en Arabia llamado Heracleides comenzó a enseñar que el alma era mortal y que perecía con el cuerpo. Orígenes refutó estas enseñanzas, argumentando que el alma es inmortal y nunca puede morir.
BAUTISMO DE INFANTES.
Los cristianos primitivos no bautizaban a infantes.
El primero que habla sobre ello es Orígenes(185-284 E.C.) cuando dice: "Es la costumbre de la Iglesia que se administre el bautismo incluso a los infantes". (Selectiones From the Commentaries and Homilies of Origen, Madrás, India, 1929, pág. 211.)
La práctica fue confirmada por el Tercer Concilio de Cartago (253 E.C.).
Cipriano de Cartago (200 - 258) - pastor de Cartago, dice: “A los niños se les bautizaba al octavo día, o antes, por temor a que se condenaran”. (Epístola LVIII,2).
El Concilio de Cartago (253 Ad) da por aceptado el bautismo a infantes y discute si deben ser bautizados antes de ocho días.
San Agustín de Hipona (354 -430) - obispo de Hipona es otro defensor del bautismo infantil y señala que Cristo es el verdadero ministro del bautismo, nunca sugiere que los infantes necesitaran o tuvieran fe para recibir el bautismo, sino que la fe de los padres y de la iglesia los beneficiaba.
202 e. c- Durante la persecución del emperador Septimio Severo, una joven mujer rica de 22 años, llamada Perpetua, fue arrestada y acusada por cristianismo junto con su esclava Felicidad (también conocida como Felícitas), y otras tres personas más. Ante su negativa a adorar a los dioses paganos, fueron condenadas a muerte en el anfiteatro.
Perpetua pertenecía a una rica e influyente familia cartaginesa que se había iniciado en la religión cristiana por medio de un diácono llamado Sáturo. Con ella se convirtieron también sus esclavos: Felicidad, Revocato, Saturnino y Segundo.
Como declara Wolfson: “Los Padres [de la iglesia] empezaron a buscar en el almacén de la terminología filosófica dos buenos términos técnicos; uno de estos se usaría para designar la realidad de lo distintivo de cada miembro de la Trinidad individualmente, y el otro se usaría para designar la unidad común subyacente de esos miembros”. Sin embargo, tuvieron que admitir que “el concepto de un Dios trino y uno es un misterio que no puede ser resuelto por la razón humana”. Por contraste, Pablo había reconocido claramente el peligro de tal contaminación y ‘perversión de las buenas nuevas’ cuando escribió a los cristianos gálatas y colosenses: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía [griego: fi·lo·so·fí·as] y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”. (Gálatas 1:7-9; Colosenses 2:8; 1 Corintios 1:22, 23.)
En el primer siglo estos hombres no constituían una clase clerical separada. No usaban vestidura distintiva. Su espiritualidad era lo que los distinguía. De hecho, cada congregación tenía un cuerpo o grupo de ancianos (superintendentes), no una gobernación monárquica por un solo hombre.
Fue solo a medida que pasó el tiempo que la palabra e·pí·sko·pos* (superintendente) fue convertida en “obispo”, con el significado de un sacerdote que tiene jurisdicción sobre otros miembros del clero de su diócesis.
Como lo explica el jesuita español Bernardino Llorca: “Primero, no se hacía distinción suficiente entre los obispos y presbíteros, y se atendía solamente a la significación de las palabras: obispo equivale a superintendente; presbítero equivale a más anciano. [...] Mas poco a poco se marcó la distinción, designando con el nombre de obispo a los superintendentes mayores, que poseían la suprema autoridad sacerdotal y facultad de imponer las manos y conferir el sacerdocio” (Historia de la Iglesia Católica). De hecho, los obispos empezaron a funcionar en un sistema de tipo monárquico, especialmente desde el principio del siglo IV. Se estableció una jerarquía o cuerpo gobernante de clérigos, y con el tiempo el obispo de Roma, que alegó ser sucesor de Pedro, fue reconocido por muchos como el obispo supremo y papa.
Michael Walsh, ex jesuita, explica: “Parece que fue en el siglo III cuando por primera vez se llamó ‘papa’ a un obispo de Roma, y el título se dio al papa Calixto [...] Para fines del siglo V ‘papa’ solía significar el obispo de Roma y nadie más. Sin embargo, solo en el siglo XI podía un papa insistir en que el título aplicaba solamente a él” (An Illustrated History of the Popes [Historia ilustrada de los papas]).
Tras la muerte del último apóstol, algunos individuos lucharon por alcanzar mayor prominencia. La obra The Cambridge History of Christianity señala que “probablemente no existió un único y ‘monárquico’ obispo en Roma sino hasta mediados del siglo segundo”. Ya en el siglo tercero, el obispo de Roma se había autoproclamado la máxima autoridad de la Iglesia, por lo menos en algunas regiones.* Con el fin de probar la afirmación de que el obispo de Roma ostenta la autoridad suprema, suele aportarse una lista de sucesores de Pedro.
Uno de los primeros obispos de Roma que impuso su autoridad fue el papa León I (papa: 440-461 E.C.). Michael Walsh sigue explicando: “León tomó para sí el título de Pontifex Maximus, que era un título pagano que llevaron los emperadores romanos hasta cerca del fin del siglo IV y que todavía usan los papas hoy”. León I basó sus acciones en la interpretación católica de las palabras de Jesús en Mateo 16:18, 19. (Véase la página 268.) León I “declaró que porque San Pedro era el primero entre los Apóstoles, la iglesia de San Pedro debería recibir primacía entre las iglesias” (Man’s Religions [Las religiones del hombre]). Por este acto León I manifestó claramente que mientras el emperador tenía poder temporal en Constantinopla, en Oriente, él ejercía poder espiritual desde Roma en Occidente. Este poder se ilustró también cuando el papa León III coronó emperador del Santo Imperio Romano a Carlomagno en 800 E.C.
*Ceferino, "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 15 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 199 al 217.
Conocemos mucho más de Ceferino que de cualquier otro pontífice de los primeros años de la Iglesia, aunque esta información está posiblemente sesgada al proceder del teólogo romano Hipólito, quien, en su obra Philosopheumena, acusaba al papa de adepto al monarquianismo modalístico o modalismo, doctrina que negaba la Trinidad y que posiblemente aceptó Ceferino, influenciado por su consejero Calixto, como respuesta al montanismo. En dicha obra, Hipólito describe a Ceferino como torpe e ignorante, lo cual puede ser cierto, ya que no gozaba de los conocimientos teológicos de su archidiácono y consejero.
Ceferino estableció que los jóvenes, cumplidos los 14 años, hiciesen la comunión por Pascua y que los cálices no fueran de madera, sino de vidrio. Introdujo, además, el uso de la patena. También excomulgó a Tertuliano.
Ordenó que los sacerdotes y diáconos se ordenasen públicamente en presencia de muchos clérigos y legos para que fuera manifiesta la inocencia y que fueran dotados para estos oficios personas de vida irreprensible.
Durante su pontificado, iniciado bajo el gobierno del emperador Septimio Severo, se reanudaron las persecuciones contra los cristianos, persecuciones que se suavizaron a su muerte y durante el mandato de su sucesor, Caracalla, pero que se reactivaron al ascender, en 217, al trono del imperio Macrino, lo que hace afirmar a ciertas fuentes que Ceferino murió en ese mismo año tras sufrir martirio, aunque, al no existir pruebas documentales de tal afirmación, lo más probable es que falleciera de muerte natural
Notamos el germen de la creencia trinitaria posterior.
*Noeto, un presbítero católico de la iglesia de Asia Menor aproximadamente del año 230 DC, era nativo de Esmirna, donde (o tal vez en Éfeso) se convirtió en un representante destacado del tipo particualar de cristología que ahora se llama monarquianismo modalista o patripasianismo.
Sus puntos de vista, los cuales lo condujeron a su excomunión de la Iglesia de Asia, son conocidos principalmente a través de los escritos de Hipólito, su contemporáneo en Roma, donde él se estableció y tuvo un gran seguimiento. Aceptó el cuarto Evangelio, pero consideró sus declaraciones acerca del Logos como alegóricas. Su discípulo Cleomenes sostuvo que Dios es a la vez invisible y visible, siendo visible como Hijo.
*Práxeas, teólogo católico que abogaba por la trinidad. "Práxeas fue el primero que trajo de Asia a Roma este género de perversidad herética. Era hombre de carácter inquieto, hinchado por el orgullo de haber sido confesor, solo por algunos momentos de fastidio que padeció durante algunos días en la cárcel. En aquella ocasión, aun cuando «hubiese entregado su cuerpo al fuego, de nada le habría servido» (1 Cor. 13,3), porque no tenía caridad. Había resistido a los dones de Dios y los había destruido. El obispo de Roma había reconocido los dones proféticos de Montano, de Frisca y de Maximila. Con este reconocimiento había devuelto su paz a las iglesias de Asia y de Frigia, cuando Práxeas, urdiendo falsas acusaciones contra los mismos profetas y contra sus iglesias y recordándole la autoridad de los obispos que le habían precedido en la sede (de Roma), le obligó a revocar las cartas de paz que había expedido ya y le hizo renunciar a su propósito de reconocer los carismas. Práxeas, pues, prestó en Roma un doble servicio al demonio: echó afuera la profecía e introdujo la herejía; puso en fuga al Paráclito y crucificó al Padre" (c.1).
*Sabelio, fue un sacerdote y teólogo cristiano del siglo III que enseñó en Roma.
Tal vez fuera originario de Libia. Basilio y otros lo presentan como natural de la Pentápolis libia, pero según Dionisio de Alejandría (ca. 260) esto parece basarse en el hecho de que Pentápolis fue un lugar donde las enseñanzas que compartía Sabelio prosperaron. Lamentablemente, actualmente no contamos con copias de los escritos de Sabelio.
Sabelio, con el fin de no debilitar la monarquía divina (unidad), enseñó que el mismo y único Dios se manifestaba y operaba en tres modos distintos, por lo que era ‘‘Padre’’ en el Antiguo Testamento, ‘‘Hijo’’ en la encarnación y ‘‘Espíritu Santo’’ en Pentecostés. Esta teología se alinea con el ya conocido ‘‘modalismo’’, y fue condenado hacia el 220 por el papa Calixto. El éxito de la enseñanza de Sabelio fue tal que, en las polémicas trinitarias posteriores, el nombre de ‘‘sabelianismo’’ se aplicaba casi indistintamente para todo tipo de modalismo.
*Calixto I (c. 155-222), "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 16 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 217 al 222.
El primero al que se le denomina Papa, pero solo era un término para indicar que era el obispo de Roma.
Calixto, nacido como esclavo en el seno de una familia pagana de origen griego residenciada en Roma, en el barrio Trasteveres (según uno de sus rivales y biógrafos, Hipólito de Roma) aproximadamente en el 155, y en cuya lengua nativa su nombre significa "el más bello" (kallistos), no abrazó el cristianismo hasta la edad adulta. Al parecer su padre, llamado Domicio o Carpóforo, era un cristiano encubierto.
Como administrador de los bienes de un alto funcionario del emperador Cómodo, un cristiano llamado también Carpóforo (es decir, su hijo Carpóforo-Calixto) se vio implicado en una malversación de fondos que le valió ser condenado a muerte en un molino. Sin embargo Calixto huyó, pero fue capturado en Portus, en las afueras de Roma, cuando intentaba arrojarse por la borda del puerto. Al parecer esos fondos los destinó para ayudar a mujeres viudas y huérfanos cristianos.
Los acreedores de Calixto permitieron su liberación con el fin de que el joven buscara la forma de recobrar el dinero extraviado y así satisfacer sus acreencias, cosa que nunca sucedió. Al parecer volvió a estar preso por generar escarnio público en una sinagoga, cuando intentaba solicitar un crédito a la fuerza.
Fue enviado a las minas de azufre de Cerdeña, para realizar trabajos forzados, cuando fue denunciado como cristiano. Allí permaneció durante tres años hasta que, alrededor del 190, logró ser liberado gracias a la intercesión de Marcia, una concubina del emperador Cómodo, y de Jacinto, un eunuco emisario de Marcia.
Tras su liberación, el papa Víctor I lo destinó a Antium otorgándole una pensión, puesto que su salud se debilitó estando en Cerdeña.1 Allí vivió hasta su traslado a Roma reclamado por el papa Ceferino, quien haciéndolo su secretario personal, le nombró diácono y administrador del cementerio cristiano en la Vía Apia, convirtiéndose propablemente en el primer territorio de la iglesia de Roma.
Prácticamente todo lo que se sabe de su pontificado procede de los escritos de Hipólito de Roma quien, en su obra Philosophumena, lo acusa de herético, ambicioso y corrupto. Estos calificativos deben considerarse como totalmente sesgados, ya que la opinión de Hipólito carece de objetividad pues se opuso desde el primer momento a la elección de Calixto y llegó, apoyado por sus seguidores, incluso a hacerse nombrar Pontífice, lo que le convierte en el primer antipapa de la historia de la Iglesia.
Hipólito acusó a Calixto de monarquiano y de admitir que fueran ordenados hombres con hasta tres matrimonios simultáneos. También fue motivo de enfrentamiento la negación de Hipólito a la validez de matrimonios entre personas libres y esclavas, y el hecho de que Calixto permitiera el retorno a la Iglesia de los fornicarios, con tal que expresaran su arrepentimiento y cumplieran la penitencia que se les impusiere, mediante un decreto que expidió en el 217.
Hipólito también afirmó que el papa era propagador de la herejía del modalismo. En definitiva el enfrentamiento de estos dos hombres supuso la lucha entre el rigorismo de Hipólito y la visión pastoral de Calixto.
Calixto también tuvo que enfrentarse a Tertuliano, el teólogo que abrazó y difundió por el norte de África las doctrinas de Montano.
Murió asesinado en Roma, en el 222, con 67 años, probablemente en un levantamiento popular.
*Urbano I, "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 17 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 222 al 230.
*Ponciano, "obispo" o superintendente de Roma, nominado falsamente como el 18 Papa de la Iglesia Católica. Al parecer, fue superintendente desde el 230 al 235.
Procedió a confirmar la condena que Demetrio de Alejandría lanzó sobre los textos de Orígenes sobre la Resurrección y ordenó el canto de los Salmos en las iglesias y la recitación del Confiteor antes de morir y el uso del saludo Dóminus vobiscum (‘El Señor esté con vosotros’).
Al igual que sus antecesores, se enfrentó al antipapa Hipólito que mantuvo el cisma que había iniciado al negarse a reconocer a Ponciano como obispo legítimo. Ponciano formaba parte de los amigos del emperador Alejandro Severo, cuya destitución, muerte y la consiguiente subida al trono del imperio de Maximino el Tracio, reactivó las persecuciones contra los cristianos y provocó que tanto Ponciano como Hipólito fueran deportados a las minas de sal de Cerdeña donde lograron reconciliar sus posturas, poniendo fin al primer cisma que había sufrido la Iglesia al renunciar ambos, con lo cual fue posible la elección de Antero.
Poco después de la renuncia, Ponciano e Hipólito fueron martirizados.
*Antero, fue el decimonoveno papa de la Iglesia católica, ejerciendo entre los años 235 y 236.
*Fabián (c. 200-250), fue el vigésimo papa de la Iglesia católica, ejerciendo entre los años 236 y 250.
Debido al crecimiento de Roma dividió la ciudad en siete distritos poniendo a cargo de cada uno de ellos a un diácono para su gobierno y administración. Consagró a varios obispos, entre ellos a Dionisio de París al que envió a misionar las Galias, y según la tradición, Fabián instituyó las cuatro órdenes menores. Estableció que todos los años el Jueves Santo fuese renovado el Santo Crisma y que se quemara el del año anterior. También reguló que el Santo Crisma debería prepararse con aceite mezclado con bálsamo.
Fabián murió mártir el 20 de enero de 250, bajo la persecución de Decio y fue enterrado en la catacumba de San Calixto.
*Dionisio de París, también llamado el Apóstol de las Galias, el Santo sin Cabeza o simplemente San Denis, fue el primer obispo de París donde fue martirizado junto con sus dos compañeros Rústico y Eleuterio, durante una persecución anterior a la de Diocleciano.
Dionisio de París habría llegado a Francia hacia el 250 o 270 desde Italia con seis compañeros con el fin de evangelizarla. Fue el primer obispo de París, y apóstol de las Galias.
Dionisio fundó en Francia muchas iglesias y fue martirizado en 272, junto con Rústico y Eleuterio, durante la persecución de Aureliano. Según creen algunos es en Montmartre (mons Martyrum), o en el sur de la Isla de la Cité, según otros, donde se eleva, en la actualidad, la ciudad de Saint-Denis lugar en el que fueron condenados a muerte.
*Cornelio (c. 180-253), fue el 21.er papa de la Iglesia católica, de 251 a 253.
Después del martirio de su predecesor el papa Fabián, arreció la persecución del emperador Decio, lo que provocó que hubiera que esperar dieciocho meses hasta que, fallecido aquel, resultase elegido Cornelio como nuevo pontífice.
Las persecuciones de Decio habían provocado entre los cristianos un elevado número de apostasías al renunciar a su fe. Estos cristianos apóstatas fueron conocidos como lapsi (que en latín significa «caídos») y provocarían un nuevo cisma durante el pontificado de Cornelio.
En efecto, mientras el papa Cornelio, apoyado por el obispo de Cartago Cipriano, era partidario de la readmisión en el seno de la Iglesia de los apóstatas, el presbítero romano Novaciano quien fue el primer teólogo en escribir sus tratados en latín, era totalmente opuesto a dicho perdón ya que opinaba que la Iglesia tenía que estar compuesta de santos y por tanto aquellos que hubieran pecado mortalmente tenían que ser excluidos (Novacianismo).
El enfrentamiento de ambas posturas provocó que Novaciano se hiciera nombrar por tres obispos como papa y fundara la Iglesia de los puros (katharoi) que perduraría hasta el siglo VII. Esto hizo que se convocara un sínodo en otoño de 251 en el que se condenó y excomulgó a Novaciano.
En el año 252 las persecuciones contra los cristianos se reiniciaron y Cornelio fue desterrado a Civitavecchia por el emperador Treboniano Galo, quien al parecer le acusó de ofender a los dioses romanos y provocar con ello una epidemia en Roma, fue posteriormente encarcelado y falleció, tras sufrir martirio, en junio de 253.
*Lucio I, fue el papa n.º 22 de la Iglesia católica de 253 a 254.
Hijo de Porfirio, Lucio, que al igual que muchos cristianos se encontraba sufriendo pena de destierro por orden del emperador Treboniano Galo, pudo regresar a Roma tras la muerte de este en mayo de 253 y ser elegido sucesor del papa Cornelio.
Su pontificado fue muy breve ya que falleció el 5 de marzo de 254 y durante el mismo continuó la política de su predecesor contra los novacianos.
*Esteban I, (Roma, c. 200 - 2 de agosto de 257) fue el 23.er papa de la Iglesia católica (de 254 a 257). Se le atribuye la prohibición de que las vestiduras eclesiásticas fueran empleadas para usos mundanos.
Hijo de un tal Jovius, era archidiácono cuando sucedió a Lucio I. Su pontificado se inserta entre dos olas de persecuciones contra los cristianos. Esto, aunque supuso un periodo de tranquilidad respecto a sus relaciones con el Imperio romano, suscitó un recrudecimiento en el seno de la Iglesia acerca del problema de los lapsi, cristianos que renegaban de su religión.
En efecto, rompiendo con la postura de sus dos predecesores, Esteban I era contrario a la readmisión en el seno de la Iglesia de los cristianos que habían apostatado de su fe durante los periodos de persecución sufridos.
La postura rigorista respecto a los antiguos apóstatas, defendida también por los novacianos, unida a su defensa de la validez del bautismo administrado por clérigos que habían apostatado, supuso su enfrentamiento con la Iglesia de África, encabezada por el obispo de Cartago San Cipriano, y con la Iglesias de Alejandría y Cesarea que sostenían tanto la readmisión de los lapsi como la necesidad de un nuevo bautismo para los bautizados por estos.
Para imponer su opinión en la controversia desatada respecto a los lapsi (Novacianismo), Esteban hizo uso —por primera vez en la historia de la Iglesia— de la pretensión de que la Iglesia de Roma no sólo tenía una autoridad moral sobre las restantes Iglesias de la cristiandad, sino de que además poseía una autoridad jurídica que le permitía imponerse sobre el resto de las iglesias del mundo.
Esto llevó a una ruptura de las iglesias africanas con Roma que se mantuvo hasta la muerte de Esteban, que según la tradición se debió al martirio al ser degollado sobre la misma silla pontificia durante las nuevas persecuciones ordenadas por el emperador Valeriano.
Es evidente aquí cómo de nuevo se intenta dar preminencia a la figura de Roma y su obispo como autoridad general.
*Sixto II, fue el papa n.º 24 de la Iglesia católica de 257 a 258.
Durante el pontificado de Esteban I se había producido la ruptura entre la Iglesia de Roma con las Iglesias de África y Asia Menor. Los primeros defendían la validez de los bautismos oficiados por los lapsi, siempre que se hubieran hecho en nombre de la santísima Trinidad, mientras que los segundos negaban su validez por considerarlos herejes. Sixto II logró poner fin a la disputa que enfrentaba a la cristiandad al renunciar a imponer la postura defendida por Roma. Las relaciones con Cipriano de Cartago, obispo de Cartago volvieron a ser amistosas, sin duda porque fue aceptada la postura de este: que fuera competencia de cada obispo, en su propia Iglesia, la toma de decisiones sobre el caso que se presentara. En lo que las dos partes estaban absolutamente conformes era en que la legitimidad de cada sede episcopal venía de su fundador o patriarca, que era siempre, directamente o por jerarquía, un apóstol: a las enseñanzas impartidas por él se les debía obediencia.
*Dionisio, fue el papa n.º 25 de la Iglesia católica de 259 a 268.
Tras la muerte del papa Sixto II, la sede papal permaneció vacante durante casi un año debido a las persecuciones que contra los cristianos había desatado el emperador Valeriano.
Sacerdote de gran reputación en la Iglesia de Oriente, Dionisio se trasladó a Roma como presbítero durante el pontificado de Esteban I destacando en esta etapa en la controversia que vivía la Iglesia por la cuestión de los lapsi, aquellos cristianos que por miedo al martirio habían apostatado de su fe en Cristo.
Combatió el Modalismo, doctrina que siguiendo las enseñanzas de Sabelio proponía que las tres personas de la Trinidad no eran sino una cuestión de nombres, distintos modos de nombrar a un único Dios. También se enfrentó a los subordinacionistas, quiénes presentaban al Hijo como un ser creador.
Pero el hecho más relevante de su pontificado fue su enfrentamiento con su homónimo, el obispo de Alejandría, Dionisio, a quien exigió que aclarase su posición sobre la acusación que pesaba contra él de haber hecho unas declaraciones heréticas respecto a la doctrina trinitaria al defender el triteísmo, doctrina que propugnaba la separación de la tres personas de la Trinidad en tres deidades distintas. Este enfrentamiento que se conoce en la historia como "la controversia de los dos Dionisios", dio lugar a un intercambio de correspondencia entre Roma y Alejandría en la que Dionisio de Alejandría escribió su “Apología y Refutación”, defendiendo la ortodoxia de sus ideas al reducir el problema a una simple cuestión semántica entre los cristianos orientales que usaban como lengua litúrgica el griego y los cristianos occidentales que usaban el latín.
Dionisio reorganizó las parroquias romanas y obtiene de Galieno libertad para los cristianos.
*Félix I, (Roma, ¿202? -íbidem, 30 de diciembre de 274) fue el papa 26 de la Iglesia católica desde el 5 de enero de 269 al 30 de diciembre del 274.
Se le atribuyó la institución de la costumbre de celebrar las misas católicas sobre altares construidos sobre las tumbas de los primeros mártires. También enfretó la herejía samósata, la cual predicaba que Jesús era un simple ser humano que estaba bajo el control de Dios.
En los comienzos de su pontificado llegaron a Roma noticias del sínodo que se había celebrado en Antioquía y que había depuesto al obispo antioquiano Pablo de Samosata por enseñar una doctrina contraria a las enseñanzas de la Iglesia sobre la Trinidad.
La cuestión había tomado un carácter meramente político, por el apoyo que Pablo de Samosata le dio al emperador Aureliano. Pese a ello, Félix emitió un decreto indicando que ningún cristiano podría optar por ser consagrado como obispo si no estaba en comunión con la sede de Roma, con lo que ratificó la deposición del obispo de la ciudad, aprobada en el concilio de Antioquía del 269, afirmando la "divinidad y humanidad de Jesucristo" y las "dos naturalezas distintas en una sola persona".
*Eutiquiano, fue el papa n.º 27 de la Iglesia católica de 275 a 283.
Como pontífice estableció que los mártires no fuesen enterrados cubiertos con una simple sabana blanca sino con la «dalmática», una vestidura muy parecida al manto de los emperadores romanos y que hoy es usada por los diáconos en las ceremonias solemnes.
Se le atribuye la práctica de la bendición de la recolección de los campos.
*Cayo, fue el papa n.º 28 de la Iglesia católica de 283 a 296.
Sobrino del emperador romano Diocleciano, este parentesco le permitió trasladarse a Roma bajo la protección imperial, donde la tradición dice que residió en una casa lindante con la de su hermano San Gabino y la hija de este, la virgen romana Santa Susana.
Aprovechando que su pontificado se desarrolló en un período libre de persecuciones, Cayo dedicó sus esfuerzos a delimitar las instituciones de la Iglesia y así apoyó el desarrollo de las escuelas de Alejandría y Antioquía. Asimismo estableció que nadie podía ser nombrado obispo sin antes haber pasado por los grados de ostiario, lector, acólito, exorcista, subdiácono, diácono y sacerdote.
Murió poco antes de desatarse la última y más terrible persecución que habría de abatirse contra los cristianos. Aunque Cayo no murió como mártir, parece que sí sufrió grandes hostilidades por parte de los oficiales romanos, posiblemente dado su parentesco con el emperador.
*Marcelino, fue el papa n.º 29 de la Iglesia católica de 296 a 304.
Hijo de Proyecto, fue elegido papa durante el gobierno del emperador Diocleciano. Durante el pontificado de Marcelino, Diocleciano fue persuadido por su césar Galerio para emitir un edicto contra la cristiandad por el que se expulsó a los cristianos del ejército, se confiscaron las propiedades de la Iglesia, se cerraron o destruyeron sus templos, y se profanaron y quemaron los libros y vasos sagrados. Finalmente, tras dos incendios en el palacio del emperador cuya autoría se atribuyó a los cristianos, se sentenció a muerte a los que no apostataran de su fe.
Durante esta persecución Marcelino fue acusado por los donatistas de haber ofrecido sacrificios e incienso a los dioses paganos y de haber entregado los libros sagrados a las autoridades romanas. Estas acusaciones fueron posteriormente rebatidas por Agustín de Hipona.
Algo interesante que se nos resalta en tiempos de este obispo de Roma es que los cristianos entraron a formar parte del ejército romano. De esta forma vemos lo alejados que ya estaban de las enseñanzas sanas de Jesús y de los primeros apóstoles.
*Marcelo, fue elegido como papa N.º 30 de la Iglesia católica, después de cuatro años de la muerte del papa Marcelino debido a la persecución del emperador Diocleciano (303 al 305). Le tocó hacerle frente a la crisis dejada entre los cristianos por dicha persecución y que por miedo al martirio habían apostatado de su fe o simplemente abandonado las prácticas religiosas, pero ahora querían regresar a la Iglesia. Decretó que aquellos que deseaban volver a la Iglesia tenían que hacer penitencia por haber renegado de la fe durante la persecución. Los que estaban en contra de esta decisión consiguieron que el emperador Majencio lo desterrara.
Murió en el exilio el 16 de enero de 309. Su cuerpo fue devuelto a Roma y sepultado en el cementerio de Priscila.
Durante su pontificado se dedicó a volver a edificar los templos destruidos en la persecución. Dividió Roma en veinticinco sectores con un presbítero o párroco al frente de cada uno de ellos. De carácter enérgico, ordenó que los obispos no se pudieran reunir en concilio sin su autorización explícita.
*Eusebio, fue el papa número 31.er papa de la Iglesia católica, en 309. Su pontificado, en el 309, fue muy breve.
Tuvo que enfrentarse al problema de los lapsi'ː los cristianos que por la persecución habían abandonado la fe y ahora querían regresar. Los esfuerzos del papa por abrir las puertas de la Iglesia nuevamente a los que habían salido, encontraron una fuerte oposición en Heraclio. La lucha entre ambos fue tan intensa que el propio emperador Majencio desterró a los dos. Eusebio murió en Sicilia poco después. Está enterrado en la catacumba de Calixto I en Roma.
*Melquíades, fue el trigésimo segundo papa de la Iglesia católica. Probablemente, procedía del norte de África, a pesar de su nombre griego, aunque no se poseen datos fidedignos sobre su biografía.
El historiador español del siglo XVIII José Antonio Álvarez Baena señala que era: «De padres africanos, emigrados a España, fue natural de Mantua de los Carpetanos (después Madrid), viajó a Italia en 299, y padeció mucho en la persecución de Diocleciano y Maximiano, con peligro de perder la vida».1 No obstante, el resto de las fuentes lo consideran como natural del Norte de África.23
Durante el pontificado del papa Melquíades, ocurrió el triunfo del emperador Constantino I el Grande sobre Majencio en la batalla del Puente Milvio sobre el río Tíber, batalla en la cual Majencio murió ahogado cuando huía del avance de Constantino.
Poco tiempo después, en el (313) en Milán, Constantino proclamó el Edicto de Milán, con el cual garantizaba la paz y libertad de la Iglesia. El nuevo emperador, obsequió al pontífice una finca en el palacio imperial Lateranense, la cual comenzó a ser desde entonces la residencia oficial de los papas. En solar contiguo, el propio Constantino ordenará edificar la primera basílica romana; la basílica Laterana, sede oficial del papa. Hoy se la conoce como San Juan de Letrán.
Melquíades reunió un concilio para condenar a los donatistas y, según el Liber Pontificalis, comenzó con la práctica de repartir en las iglesias de Roma la eucaristía consagrada por el propio papa,4 práctica atestiguada en Roma pero que la Enciclopedia Católica duda en atribuir a este pontífice.
MÁS APOSTASÍA DURANTE EL SIGLO III.
*Silvestre I, (ca. 270 - 31 de diciembre de 335) fue obispo de Roma desde el 31 de enero de 314 hasta su muerte.
*Basílides de Astorga, "obispo" de Astorga (León). Sobre el 249 compró un documento en el que repudiaba su fe cuando se le persiguiese. Debido a ello fue apartado de su responsabilidad por un concilio de 36 obispos reunidos por Cipriano de Cartago, obispo de Cartago. Sabino fue nombrado para sustituirle como obispo.
*Marcial de Mérida, obispo de Mérida. Sobre el 249 compró un documento en el que repudiaba su fe cuando se le persiguiese. Debido a ello fue apartado de su responsabilidad por un concilio de 36 obispos reunidos por Cipriano de Cartago, obispo de Cartago junto a Basílides de Astorga. Félix fue su sucesor.
*Félix de Mérida, obispo de Mérida sobre el 252 o 255. Por los escritos de Cipriano de Cartago, se conoce que Félix estuvo con él en Cartago, en el norte de África y a unos diecisiete km de la actual ciudad de Túnez.
*Atanasio de Alejandría (c. 296-373), fue obispo de Alejandría.
*Alejandro de Alejandría (250-326), fue obispo de Alejandría.
*Luciano de Antioquía (c. 240-312).
*Eusebio de Cesarea (c. 263-30 de mayo de 339). Obispo de Cesarea.
“La primera mención de la celebración de la Navidad se hizo en un calendario romano primitivo del año 336 A.C.” (The World Book Encyclopedia.)
De modo que no solo se transfirieron de la Tierra al cielo las bendiciones del milenio, sino que el Reino fue pasado del cielo a la Tierra. Esta “reubicación” fue completada por Agustín de Hipona (354-430 E.C.). En su famosa obra La Ciudad de Dios (edición en español preparada por José Morán), declaró: “La Iglesia es, pues, ahora el reino de Cristo y el reino de los cielos”.
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