Arqueología
Verificación Genética de Familia Antiquísima
30 de Enero de 2009.
Verificación Genética de Familia Antiquísima
30 de Enero de 2009.
Las evidencias más tempranas, remontándose a la Edad de Piedra, sobre la existencia de una familia del tipo que hoy consideramos típica, la integrada por el padre, la madre y sus retoños, han sido obtenidas por un equipo internacional de investigadores, que incluye expertos de la Universidad de Bristol.
Los investigadores realizaron la datación de restos humanos de cuatro sepulturas múltiples descubiertas en Alemania en el año 2005. Las tumbas de 4.600 años contenían grupos de adultos y niños enterrados cara a cara, una práctica inusual en la cultura neolítica. En un nuevo estudio, los investigadores han reconstruido esta tragedia de la Edad de Piedra utilizando tecnologías avanzadas.
Se descubrió que una de las tumbas contenía una mujer, un hombre y dos niños. Utilizando análisis de ADN, los investigadores han ratificado que el grupo estaba formado por una madre, un padre y sus dos hijos. Hasta el momento, ésta es la evidencia más antigua obtenida por la genética molecular sobre un núcleo familiar básico completo en el mundo.
Otra característica inusual en los enterramientos fue el tratamiento tan cuidadoso que se dio a los cadáveres. En total, se hallaron los restos de trece individuos, sepultados simultáneamente.
Significativamente, la distribución de los cadáveres parece reflejar su relación en vida. Varias parejas fueron enterradas cara a cara con brazos y manos entrelazados en muchos casos. Todas las tumbas contenían niños, desde bebés hasta jóvenes de unos 10 años. Todos los adultos tenían alrededor de 30 años o más. Llama la atención el hecho de que no había adultos jóvenes o adolescentes.
Los investigadores realizaron la datación de restos humanos de cuatro sepulturas múltiples descubiertas en Alemania en el año 2005. Las tumbas de 4.600 años contenían grupos de adultos y niños enterrados cara a cara, una práctica inusual en la cultura neolítica. En un nuevo estudio, los investigadores han reconstruido esta tragedia de la Edad de Piedra utilizando tecnologías avanzadas.
Se descubrió que una de las tumbas contenía una mujer, un hombre y dos niños. Utilizando análisis de ADN, los investigadores han ratificado que el grupo estaba formado por una madre, un padre y sus dos hijos. Hasta el momento, ésta es la evidencia más antigua obtenida por la genética molecular sobre un núcleo familiar básico completo en el mundo.
Otra característica inusual en los enterramientos fue el tratamiento tan cuidadoso que se dio a los cadáveres. En total, se hallaron los restos de trece individuos, sepultados simultáneamente.
Significativamente, la distribución de los cadáveres parece reflejar su relación en vida. Varias parejas fueron enterradas cara a cara con brazos y manos entrelazados en muchos casos. Todas las tumbas contenían niños, desde bebés hasta jóvenes de unos 10 años. Todos los adultos tenían alrededor de 30 años o más. Llama la atención el hecho de que no había adultos jóvenes o adolescentes.
Las heridas de muchos de ellos demostraban que habían sido víctimas de un ataque violento. Una mujer tenía la punta de un proyectil de piedra encajada en una de sus vértebras, y otra tenía fracturas en el cráneo. Además, varios cuerpos tenían heridas en manos y antebrazos que indicaban que interpusieron éstos ante sus atacantes para defenderse.
Al establecer los vínculos genéticos entre los dos adultos y los dos niños enterrados juntos en una tumba, los autores de este nuevo estudio han reconocido este grupo como una clásica familia integrada por el padre, la madre y sus retoños. Por otra parte, su unión en la muerte, con la ya descrita disposición de los cadáveres, indica también su unión en la vida.
Además de establecer la relación biológica entre las personas enterradas, los investigadores pudieron aclarar aspectos de su organización social. Se midieron los isótopos de estroncio en los dientes de los cadáveres para determinar dónde habían pasado su infancia estas personas.
El análisis de estroncio demostró que las mujeres pasaron su infancia en una región diferente a la de los hombres y los niños. Esto indica exogamia (buscar pareja en un lugar distinto de donde se ha nacido y transcurrido la infancia). Y también que las mujeres tendían a mudarse al lugar del que procedían los hombres. Estas tradiciones debieron ser muy importantes para evitar la endogamia y para forjar redes de parentesco con otras comunidades.
Al establecer los vínculos genéticos entre los dos adultos y los dos niños enterrados juntos en una tumba, los autores de este nuevo estudio han reconocido este grupo como una clásica familia integrada por el padre, la madre y sus retoños. Por otra parte, su unión en la muerte, con la ya descrita disposición de los cadáveres, indica también su unión en la vida.
Además de establecer la relación biológica entre las personas enterradas, los investigadores pudieron aclarar aspectos de su organización social. Se midieron los isótopos de estroncio en los dientes de los cadáveres para determinar dónde habían pasado su infancia estas personas.
El análisis de estroncio demostró que las mujeres pasaron su infancia en una región diferente a la de los hombres y los niños. Esto indica exogamia (buscar pareja en un lugar distinto de donde se ha nacido y transcurrido la infancia). Y también que las mujeres tendían a mudarse al lugar del que procedían los hombres. Estas tradiciones debieron ser muy importantes para evitar la endogamia y para forjar redes de parentesco con otras comunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario