La prueba de ser noble
Hay pruebas para demostrar la pertenencia a la nobleza en España que son las siguientes (seguro hasta principios siglo XX):
- El Título de su concesión.
- Prueba de posesión local acreditando que el pretendiente y su padre han estado en posesión de hijodalgo por espacio de 20 años y en su virtud se le manda guardar la posesión de hijodalgo en la localidad en donde vive solamente denominado hidalgo de gotera o de canales adentro que significa que saliendo del lugar ya no lo es.
- Prueba de posesión general en que se ha demostrar de tres personas, el del pretendiente, su padre y su abuelo por igual tiempo de veinte años cumplidos y continuos y al que lo probare se manda amparar en la posesión de la hidalguía que le ha de ser guardada generalmente pero no se le declara hidalgo en propiedad, porque este litigio se conserva al procurador fiscal y al concejo del pueblo para que sigan su derecho y , si estos vencen después, se manda despojar de la posesión al pretendiente.
- Prueba de propiedad posesoria que se consigue probando la del pretendiente, padre y abuelo y la prueba de la inmemorial y se pide ejecutoria y se declara hijodalgo al pretendiente imponiendo perpetuo silencio a los contradictores.
Clases
Entre esta misma nobleza existían muchas clases y denominaciones que engendraban categorías en ellas misma conocidos con los nombres siguientes:
- Infanzón, denominación bajo la que se agrupa a las distintal clases de nobles no titulados en el Reino de Aragón. Podían ser hermunios o de privilegio.
- Hijodalgo o Hidalgo, persona que por su sangre es de una clase noble y distinguida. En el antiguo régimen eran mayoritarios en Cantabria, Asturias, Vizcaya y muy numerosos en Castilla la Vieja y Navarra.
- Simple.
- De solar conocido y de devengar 500 sueldos, es decir de casa más antigua y noble perteneciente a una familia.
- Gentilhombre, noble que servía en casa de los reyes.
- Escudero, Persona de la nobleza generalmente emparentada con una casa ilustre por la que es reconocido y tratado como tal, hidalgo al servicio de una gran casa.
- Caballero, hidalgo de calificada nobleza, miembros de las Órdenes Militares, etc.
- Rico-hombre, el que en lo antiguo pertenecía a la primera nobleza de España.
- De pendón y caldera, se trata de ricos-hombres de Castilla con privilegios por parte de los reyes en tener como divisa un pendón para movilizar gente y la caldera que los gastos corrían de su cuenta.
- Conde, título nobiliario que concedían los reyes y en la Edad Media equivalía a gobernador de una comarca.
- Marqués, título nobiliario que corresponde al magnate que estaba al frente de una marca o frontera de su nación.
- Duque, título nobiliario que se deriva de los antiguos gobernadores militares (dux).
- Archiduque, príncipes de Casa de Austria.
- Infante, los hijos no primogénitos de los reyes de de la Península Ibérica, esto es los hijos de los reyes de Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y España.
- Vizconde, persona que sustituía al conde.
- Barón, título nobiliario de más o menos dignidad según el país de Europa.
- Baronet, título hereditario inglés ubicado en la pirámide nobiliaria debajo del Barón pero encima del Caballero.
- Nobile, título italiano de nobleza equivalente a Baronet.
- Señor, título nobiliario poseedor de estados y lugares.
- Príncipe, título que tenía diversas consideraciones según los países:
- El Príncipe de Gales era el sucesor a la Corona inglesa, y posteriormente a la Británica.
- El Príncipe de Asturias era el sucesor a la Corona castellana, y posteriormente a la Española.
- En Francia, Italia y otros países era un título de la alta nobleza.
- En el Sacro Imperio, y en las posteriores Confederación Germánica e Imperio Germánico, era una categoría de noble que gobernaba un territorio con funciones análogas a las de monarca, y que anteriormente a 1356 tenían el derecho de elegir al Emperador.
- Algunos monarcas, especialmente los de estados pequeños, toman el título de príncipes.
- Delfín, título del sucesor de los reyes de Francia desde 1349, y anteriormente del noble señor de la región del Delfinado.
- Grande de España, individuo de la primera nobleza con importantes rentas y privilegios como poder cubrirse ante el rey o en el caso de las señoras sentarse delante de la reina y ser llamados «primo» por el Rey.
La dignidad de Grande de España que sucediendo a la rica-hombría antigua es la que gozó de mayores consideraciones y más diferentes dignidades ya relativas al servicio interior de palacio y de las personas reales o gobierno de la nación y de sus ejércitos, suprema administración de justicia y otras, es decir ser Grande de España era como un salvoconducto para aspirar a los cargos más importantes de los distintos reinos en España.
Los primeros nobles conocidos durante la Restauración de España fueron conocidos como infanzones, caudillos de las casas fuertes (como fueron Don Pelayo en Asturias, en los Pirineos Don García Jiménez, y en Cataluña Don García Íñiguez). Son son los verdaderos y antiguos solares de la nobleza en España.
Estos primeros nobles conquistaron desde sus fortalezas muchas tierras y despojos con los que se hicieron poderosos.
Heredaban estas posesiones los hijos mayores y los segundos eran pobres llamándose todos infanzones.
Posteriormente este nombre se entendió por hijo-dalgo y pertenece ya al romance castellano.
Don Alfonso en sus leyes el verdadero sentido etimológico de esta palabra con algo que quiere decir en la lengua España como bien, y por eso los llamaron fijos-dalgo que muestra tanto como fijos de bien, es decir como hijo de hombre que tiene lo que ha de menester y que no es pobre ni vive en estado vil.
Así los primeros hijos-dalgo fueron aquellos que cuando la tierra se iba conquistando de los moros, salían con armas y caballos suyos a ayudar al rey.
Posteriormente a los más poderosos ricos-hombres, dignidad que en la misma nobleza eran de mayor valía de la que procedió luego la de nuestros actuales grandes de España.
Andando los tiempos, estas casas nobles llegaron a adquirir tal consideración que se otorgaron no solo a los particulares que se habían distinguido sino a los mismos príncipes de la sangre real (véase el memorial del duque de Arcós).
Este hecho elevó a Felipe V en el que se dice entre otras cosas que el título de grande de España no solo se les dio a los nietos legítimos de los reyes de España sino que siempre que vinieron a Castilla los hijos o nietos legítimos de los reyes españoles o extranjeros o los príncipes soberanos de Europa no obtuvieron más grado ni dignidad que la rica-hombre o grandeza.
Esto se justificó con que en tiempo del rey don Alfonso X el Sabio confirman sus privilegios como ricos-hombres a las siguientes personas:
- Los duques de Brabante y de Borgoña.
- El marqués de Monferrato.
- El conde de Flandes.
- Los vizcondes de Bearne y de Limoges.
Tenían algún reconocimiento a la Corona.
Por esta misma razón los confirmaban en esos privilegios y con los otros grandes los reyes de Granada, Murcia y Niebla, de Jerusalén, el emperador de Constantinopla y los cuñados del emperador Federico II, etc.
En esta época los nobles y grandes de España no solo alcanzaron una estimación honorífica.
También disfrutaron de estados y señoríos y fueron pequeños soberanos, relacionándose otros con los reyes mismos por su genealogía o contando entre sus ascendientes, nombres ilustres y gloriosos.
En el Memorial del duque de Arcos se dice lo siguiente de algunas casas nobles de España:
- Que la casa de Lara que procede de los condes de Castilla, tuvo en España la soberanía de Molina y Albarracín y en Francia el ducado de Narbona: que el señorío de Lara recayó por sangre en la casa real de Castilla y que aún se pone en los dictados de V.M. el señorío de Molina que fue de esta casa.
- Que la casa de Haro obtuvo grandes prerrogativas y de esta casa proceden también las de Mendoza y Ayala, de cuya sangre participaba la casa real.
- Que la casa de Velasco ilustre entre todas las más antiguas de España, procede de Nuño Nuñez Rasura, uno de los jueces de Castilla y descendiente de los reyes Hermenegildo y Recaredo y las casas de Acuña y Girón que unidas produjeron a los duques de Escalonada y Osuna, descienden del infante de Aznar Fruelas, hijo de Fruelas II, rey de León.
- Que la casa de Moncada prueba con testimonio de los mismos reyes de Aragón, proceder de los condes soberanos de Barcelona y no solo se ensalzó por matrimonio con los soberanos de Urgel, Ampurias, Provenza y otros, sino que gozó muchos años el principado de Bearne que recayó por sangre en la augusta casa de Francia.
- Que la casa de Toledo siempre fecunda en líneas y héroes, no solo se cree procedente de los antiguos reyes godos, sino que tuvo la suerte de que perteneciese su sangre con el estado de Casarrubios, al rey católico por su línea materna, y a V.M. otra vez por la serenísima reina María de Médicis, su tercera abuela, que era nieta de doña Leonor de Toledo, gran duquesa de Toscana.
Por tanto los grandes y ricos hombres tuvieron una alta consideración en la monarquía de los siglos medios a la que unieron la influencia que les daba su valor personal, sus riquezas y las grandes fuerzas de que podían disponer, y con las que contribuyeron eficazmente a la restauración de la monarquía y a la expulsión de los sarracenos de España.
Posteriormente fue necesario cortar esta influencia por los perniciosos efectos que se dejaron sentir en los siglos XIII y XIV, ya que dueños los nobles de inmensos estados y acaudillando numerosas huestes que los reconocían por sus señores naturales y les respetaban más que al monarca mismo llegaron a ensorberbecerse hasta el extremo de que la Corona tuvo que entrar en vergonzosas transacciones con ellos.
Los monarcas se vieron obligados por tanto a dar entrada en las Cortes a los plebeyos o sea al estado llano (véase Cortes de Castilla), para hacer causa común contra la nobleza porque el monarca veía cercenada su autoridad por la prepotencia de los nobles.
De esta situación de reinados precarios ante la prepotencia de los nobles hay varios ejemplos algunos de los cuales son los siguientes:
- Del reinado de Enrique III que fue a cada paso víctima de la ambición y orgullo de los magnates.
- Del reinado de don Pedro el Justiciero hubo de descargar contra algunos nobles prepotentes todo el peso de su cólera, para purgar al país de muchos males que le asolaban ofreciendo en sus personas terrible y ejemplar castigo a la ambición desenfrenada y licenciosa.
Reconquistada la monarquía los grandes siguieron el impulso que el trono les daba, porque siempre se retrata la influencia del soberano en los magnates y poderosos que rodean el trono.
- Con los reyes católicos ayudaron en la conquista de Granada e hicieron expediciones al nuevo mundo.
- Con Carlos V vivieron siempre en campaña participando de sus conquistas y laureles y también de sus desaciertos.
- Con Felipe II de España ya no fueron más que cortesanos empezando su decadencia.
- En la época de Felipe IV la mayoría de los nobles en España se emplearon en galantes aventuras y en intrigas palaciegas.
- Desde esa época en adelante no fueron más que un lujoso adorno del trono y de la monarquía la mayoría de los nobles en España, compuesto de una multitud de títulos nobiliarios que residían y medraban en la Corte para conseguir cargos políticos como el de gobernador de una provincia, virreyes en el Nuevo Mundo, etc., y gastaban en ella las rentas que les producían sus estados muchos de ellos en lastimoso abandono.
Fuente: Wikipedia.
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