Normalmente eran mujeres, quienes se dedicaban a bordar telas, ajuares, vestidos...
Origen y tradición
Se barajan varias hipótesis sobre la entrada del encaje en España. La llegada por mar de lino, los emigrantes irlandeses o la influencia del Camino de Santiago son algunos de los factores que, se cree, pudieron favorecer la llegada de esta práctica. De lo que no cabe duda es de que durante los primeros años del siglo XX el oficio de palillera fue uno de los más comunes entre las mujeres de la costa.
En Noia, A Coruña, por ejemplo, según el Catastro de la Ensenada de 1752-1753, ganaban unos 200 reales de vellón al año. Algunas, 125. Existían, en ese año, 67 palilleras.
Fuentes: http://www.farodevigo.es/portada-ourense/2009/07/08/manos-femeninas--hilan--cultura/346240.html; Catastro de la Ensenada.
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