jueves, 10 de enero de 2019
INTERESANTES RECONSTRUCCIONES FACIALES.
Algunas culturas practicaron una técnica para conseguir que sus cabezas parecieran más largas, pero una mujer encontrada en Corea podría ser la excepción natural. La desenterraron en Gyeongju. Se trataba de un esqueleto completo de una mujer que murió a los cuarenta. La rareza de la tumba y que su linaje genético aún exista fueron bastante interesantes.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los investigadores fue su larga cabeza. Hicieron una reconstrucción digital y descubrieron que la cabeza no había experimentado ninguna modificación. Se trata de una mujer que es una variación natural de los coreanos de hoy en día.
Después de un complicado proceso de reconstrucción, apareció una persona con cara de duendecillo. Los restos tenían 13.000 años y habían sido descubiertos en el refugio rocoso Tham Lod en Tailandia. Medía 152 centímetros y murió con 25-35 años.
Se estudiaron mujeres actuales de todo el mundo y el resultado se mezclo con el cráneo, los dientes y los huesos de la mujer. Esta técnica reveló que podría pasar por una persona actual a pesar de haber nacido hace 13 milenios.
Algunos de los restos humanos más antiguos fueron olvidados en un museo durante décadas. Pertenecían a una mujer que viajó por la sabana brasileña hace 11.500 años y se piensa que murió a los veinte años. En 1999, un científico notó algo raro en el cráneo y lo revivió digitalmente. La mujer debía asemejarse a los antepasados de los pueblos originarios de América del Norte y del Sur, pero la cara no podía ser más diferente.
Algunos estudios habían confirmado la teoría de que los americanos originarios emigraron al norte de Asia y por ello se buscaba una apariencia mongoloide. Sin embargo, los rasgos eran claramente como los negros de África, Australia y el Pacífico sur.
En 1999, unos arqueólogos se encontraron con una mujer enigmática mientras excavaban un cementerio medieval. Se encontraba en Spitalfields, Roma. Un enorme sarcófago de piedra contenía un ataúd de plomo decorado con vieiras. En el corazón estaban los huesos, que una vez se vistieron con seda bordada en oro.
La riqueza de la mujer y los artefactos la situaron en el año 350 d.C. Los isótopos dentales revelaron que la mujer era la única persona verificada de la Bretaña romana que había nacido en Roma.
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